Las 5 Mejores Películas de Elia Kazan

He aquí a uno de los mejores y más aclamados cineastas de todos los tiempos, un griego – otomano que no solo se convirtió en uno de los pocos directores en ganar premios en los 3 festivales más prestigiosos de Europa (Berlín – Cannes –Venecia), sino también el Oscar y el Globo de Oro. Adelantado a su tiempo tanto en teoría y práctica, fue uno de los creadores del arte dramático definitorio del Hollywood clásico al fundar el “Actor’s Studio”, uno de los institutos más revolucionarios y famosos en la formación de histriones y de donde saldrían del teatro para el cine nombres como los de Brando, Clift y Newman. Por supuesto que estamos hablando del inigualable Elia Kazan.

Director de cine y teatro, productor, guionista y literato, Kazan nació en Constantinopla el 7 de septiembre de 1909. De ascendencia griega, viajaría muy de niño a Nueva York, donde su familia encontraría prosperidad en el negocio de las alfombras al menos hasta la debacle financiera de 1929. Al año siguiente encontraría su vocación nata al ingresa a artes dramáticas costeándose sus estudios como portero de un edificio. Tan solo para 1932 ya se desempeñaría como actor, para después debutar como director teatral y de la noche a la mañana forjar una de las corrientes artísticas dentro de dicho rubro más sobresalientes dela historia, la cual alcanzaría su clímax en 1947, con la creación del mencionado “Actor’s Studio”.

Poco antes comenzaría su carrera fílmica en 1944, revelándose también como uno de los narradores más prolíficos de la escena y alargando su clímax en el celuloide hasta principios de los 60, década en la que casi se retiraría por completo (aunque tendría dos retornos en 1972 y 1976) para convertirse en literato, publicando también en dicho ámbito novelas de gran prestigio.

Un artista consumado y uno de los más completos (teatro, cine y literatura con la misma calidad), su leyenda se oscurecería gracias a sucesos ajenos y políticos, siendo Kazan uno de los principales soplones en aquella “cacería de brujas” del Senador McCarthy, en el dio más de 10 nombres de  colegas adeptos al partido comunista, los cuales por supuesto vieron truncadas sus carreras gracias a dicho suceso. Dicha mala fama se extendería incluso hasta 1999, cuando en plena ceremonia del Oscar y siendo Kazan el elegido para recibir el premio honorario, muchos de los presentes se levantaron de sus asientos y/o no aplaudieron dicho gesto, mostrando lealtad al recuerdo de sus cuestionables actos.

Kazan moriría en el 2003 a los 94 años, siendo uno de los mejores directores en la historia estadounidense y de alcance internacional con 19 films en su haber y recolectando 37 premios, de entre los que destacan 3 Oscar, 4 Globos de Oro, premio especial del jurado y honorífico en Berlín, mejor película dramática en Cannes y premio especial del Jurado y León de Plata en Venecia, entre otros.

Dramaturgo, diseccionemos su único estilo recordando sus 5 Mejores Películas.

 

5 – Baby Doll (1956)

Película poco nombrada y recordada que en su tiempo significó un foco de polémica debido al fuerte contenido y tensión sexual.  Con un guion sólido y una perfecta estructura de su trío protagonista y pasional (los tres con nominación al Oscar), que permitió debutar al gran Eli Wallach (histrión también producto de su instituto), Kazan logra evadir el pudor de aquella época al sugerir algo mucho más complejo alrededor de su “Lolita”, una joven de 17 años que debe conservar su virginidad a pesar de estar casada con un hombre mayor. Kazan asoma el fuego pero no quema, mientras la audiencia entra en este espiral sureño de deseo carnal y de resquebrajamiento de la inocencia. Una de sus películas más infravaloradas

 

4 – East of Eden (1955)

Primera de tres para la fugaz y gran carrera de James Dean, otro egresado de la escuela “Kazan” que bajo la protección del director vio su más compleja actuación. Quién sabe qué nivel hubiera alcanzado Dean de seguir vivo, factor que quedó demostrado en la que quizá sea la comunión más electrizante de Elia con uno de sus actores dentro un marco dramático de doble tangente: el primero, la competencia íntima por el amor religioso de un padre; la segunda, los mesteres relacionales tóxicos tan distintivos de su carrera que aquí se explayan de una manera más “pecadora” y enmarañada. Los dos arcos recaen sobre Dean, el cual es parte de un reparto formidable. Una cinta muy intensa y que siempre tiene a su narrativa en estado de ebullición

 

3 – A Streetcar named Desire (1951)

Culebrón de gran nivel cinematográfico y que responde a la concepción teatral tanto de su director como de sus alumnos; la habilidad de Kazan por transformar un solo escenario en una cátedra de dinamismo y planos es excelsa, así como también lo es la primera comunión con su pupilo Marlon Brando en un estatuto doble sobre la gran captación de la degradación emocional – mental en la relación de pareja, una toxicidad que se convertiría en el sello autoral de su dramaturga filmografía. La presencia de la dama tóxica por excelencia, Vivien Leigh, también ayuda en mucha parte a sostener este sistema planetario de emociones girando alrededor de un solo y divo sol, sin duda una de las piezas más representativas del drama hollywoodense

 

2 – Splendor in the Grass (1961)

Difícil encasillar a una pieza tan formidable  y compleja. Puede ser un coming of age, ciertamente al mostrar la forzada maduración de una joven pareja que lidia con su clase social y presión paternal; puede ser también una trágica historia sobre un romance jamás consumado, donde las interpretaciones y química de Wood y Beatty llegan a una naturalidad poco antes vista en dicha época; sin embargo a mí me gusta catalogarlo como uno de los dramas más desgarradores sobre la codependencia y toxicidad, enmarcados en una innegable pasión y en donde Kazan a través de una extraordinaria Natalie Wood, vierte todas las consecuencias emocionales y mentales que minuciosamente te van llevando a ese gran, pero gran final donde las miradas lo dicen todo

 

1 – On the Waterfront (1954)

Un himno eterno que evoca la desesperación y la depresión económica reflejada en los bajos mundos del hampa y el sindicalismo, Kazan regala un testimonio tan veraz y emotivo sobre la esperanza y revocación humana, que incluso sirve de cierta manera como auto exploración y previa expiación de su porvenir dentro de la cacería de brujas . Una de las piezas clave del cine y del género gansteril en específico, las tomas en los techos y su impresión existencial alrededor del papel de Brando, permiten alcanzar a padrino y actor, una intensidad progresiva sin igual e incluso nunca alcanzable nuevamente por él mismo, en una traducción exquisita de la recesión laboral y la violencia americana. Romántica, emotiva, cruenta, aún en la actualidad impacta y sorprende.

 

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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