Las 5 Mejores Películas de Elisabeth Shue
Una de las novias ochenteras por antonomasía, la hermosa y carismática Elisabeth Shue, quizá una actriz infravalorada, o quizá un “one hit wonder”, o quizá con un muy mal agente, pero su carrera llegó a su clímax a mediados de los 90 para después ir poco a poco desapareciendo del ojo público y de la gran pantalla
Novia de Tom Cruise, novia del Karate Kid, novia de Marty McFly, novia de El Santo y novia de Nicolas Cage, recordamos a Elisabeth Shue con sus Mejores Películas
Bonus – The Saint (Phillip Noyce, 1997)
POR DASTAN
Nueva adaptación del ladrón experto en disfrazarse en diferentes santos católicos y en utilizar alta tecnología para cada misión que es contratado, basada en los libros de Leslie Charteiris a finales de los 20s. En esta oportunidad el personaje Simon Templair “El Santo” es interpretado por Val Kilmer y como su pareja en esta aventura se encuentra a la Dra. Russell encarnada por Elizabeth Shue, que conseguín una gran química actoral y con una inolvidable escena en los escondites de una ciudad rusa, en donde la dra le brinda calor corporal a Simon, luego de lograr escapar de asesinos rusos. Esta película presentó un fenómeno peculiar, fue destrozada en USA por la crítica y aclamada en latinoamérica y Europa.
5 – Adventures in Babysitting (Chris Columbus, 1987)
POR DASTAN
Una comedia juvenil ochentera muy exitosa en su tiempo, una aventura dinámica, con buenos momentos absurdos y entretenidos. Es la opera prima de Chris Columbus, guionista de Gremlins y Goonies, Disney le daría la oportunidad para dirigir esta historia y el escritor David Simkims estaba seguro de realizar un relato juvenil bajo la influencia de la película “After Hours”, resultando una grata sorpresa. Elizabeth Shue interpreta a Chris Parker una joven rechazada en su primera gran cita de aniversario y posteriormente se le asignaría la tarea de cuidar a dos niños y embarcarse a una aventura al centro de ciudad de Chicago. La interpretación de Shue sorprendió no solo al público y a los críticos, específicamente a los productores, porque buscaban a una actriz de mayor presencia para ese personaje. La cinta muestra una de las escenas icónicas del cine, el musical de blues
4 – Back to the Future II (Zemeckis, 1989)
POR EL FETT
Si incluso olvidamos que existió una tercera parte, el delirante loop al final de este segundo capítulo, la hacen uno de los mejores e imperativos entretenimientos del género; todo gracias a la capacidad de Robert Zemeckis por establecer la base más simple de los “viajes en el tiempo” de manera ágil e hilarante. Una extensión hacía el futuro, a pesar de la repetición, el truco consiste en sembrar una semilla extra de tensión alrededor de las situaciones supuestamente “resueltas”, extendiendo ahora su universo hacía tres planos temporales con la misma claridad y calidad cómica – actoral. Su único “mal” es obligar a la saga a un tercer capítulo, que si bien conserva su grato entretenimiento, carece de la frescura de sus antecesoras
3 – The Karate Kid (John G. Avildsen, 1984)
Por Arquicruz
No existe maestro más querido y reconocido que el encarnado por Pat Morita en aquella inolvidable cinta The Karate Kid, donde el Señor Miyagi toma bajo su tutela al debilucho de Daniel, quien era constantemente agredido por un grupo de jóvenes delincuentes que hacían mal uso del conocido arte marcial Karate y cuyo cruel sensei los instigaba a ser crueles con los más débiles. Toda la gloria del cliché. El querido maestro es un personaje tridimensional, cuya historia denuncia el cruel trato que los estadounidenses tienen hacia los migrantes japoneses en la Segunda Guerra Mundial y forma parte del obligado pasado tormentoso de un ser que busca redimirse al ser la figura paternal que nuestro héroe no posee.
2 – Deconstructing Harry (Allen, 1997)
Por El Cine Actuario
En su homenaje a Ingmar Bergman(especialmente a Fresas Salvajes), tenemos la versión de Woody Allen más irreverente con una historia acerca de un escritor que en un libro personal ha dejado a sus allegados mal parados y por consecuencia nadie lo quiere acompañar un premio. Haciendo prácticamente una auto referencia a su carrera, con una puesta surrealista acompañado de un humor absurdo y ácido, Woody Allen nos enseña que la gente nihilista, sin valores, cínica, sarcástica y orgásmica también sufre y puede llegar a ser presidente en Francia. Especial atención en la época en la que Allen la desarrollaría, poco antes de su inminente declive narrativo, y que por lo cual esta divertidísima auto crítica toma mayor relevancia
1 – Leaving Las Vegas (Mike Figgis, 1995)
POR EL FETT
La cruda degradación del alcoholismo retratada es tan asombrosa que quizá pudiéramos estar ante una de las más grandes actuaciones masculinas ¡de la historia! Oscar, Globo y San Sebastián estuvieron de acuerdo, pero la realidad es que cualquier premio se queda corto ante tan poderosa y empática interpretación. Los motivos de su personaje son difusos, pero el gran acierto de Figgis es agregar a la narrativa una especie de “falso documental”, característica que dota de una conexión y veracidad al relato fuera de lo común, haciendo que la audiencia se centre en la degradación y su inminente final. Para soportar a un gran Cage, eran necesarios actuaciones secundarias de gran nivel, donde Shue y Julian Sands (como el “padrote” villano) ejecutan sus personajes de maravilla