Las 5 Mejores Películas de Emmanuelle Riva
De una modesta costurera a poeta, fotógrafa, actriz y hasta arquera, Emmanuelle Riva se convirtió en la musa de Resnais y de una larga etapa del cine francés, enamorando a Europa con su seductora inocencia y con esos ojos tan expresivos que le abrieron paso a su internacionalización.
Paulette Germaine Riva nació un 24 de febrero en la provincia de Cheniménil. Descubierta por el cineasta Alan Resnais cuando este quedó pasmado ante un cartel de cierta obra teatral con su figura como afiche principal, Riva pronto conquistaría el mundo del cine tras su debut en el Festival de Cannes de 1959. Si bien no se llevaría el premio a la mejor actriz, el impulso de aquella pieza sería más que suficiente para completar una obra de más de 80 producciones entre cine y televisión a lo largo de 7 décadas.
A pesar de su temprana fama, la actriz poeta, fiel a sus creencias y a su libertad (nunca se casó), prefirió dedicarse a la escritura mientras seleccionaba con cuidado sus trabajos fílmicos; fue así como siempre se mantuvo en un bajo pero respetado perfil.
Ganadora de una veintena de reconocimiento de entre los que destacan 1 BAFTA y una Copa Volpi de Venecia, Emmanuelle Riva fallecería a la edad de 89 años. Una gran y olvidada actriz que merece un redescubrimiento por parte de la audiencia, por lo que es justo y necesario recordar sus 5 mejores películas y actuaciones.
5 – Riesgos del Oficio (André Cayatte, 1967)
Quizá lo bien elaborada y estructurada de esta cinta se deba a que su director fuese abogado antes de pasarse a la dirección fílmica, y tal vez por eso no solo los personajes alrededor de una acusación sobre abuso sexual estén excelentemente estructurados, sino también de esa sensación de ver algo más natural que ficticio, manteniendo los motivos y la resolución de conflicto en algo más cercano a la realidad. La actuación de Riva como la esposa de profesor acusado “injustamente” por una alumna, provee a su figura histriónica de esa “inocencia” y madurez dramática que la distinguiría a través de toda su carrera, manteniendo con su personaje esa fidelidad y confianza hacía con su esposo. Muy buen film
4 – León Morín, Sacerdote (Jean-Pierre Melville, 1961)
Religión y escepticismo, dogma y tentación, la ganadora del León de Oro es un retrato intimista sobre la emancipación de la espiritualidad de parte de una madre viuda que, frente a la invasión alemana a Francia y a su impotencia social y económica, gusta de retar intelectualmente al recto cura de la parroquia en un peligroso encuentro intimo que trascenderá el confesionario para despertar el deseo, no tanto carnal (aunque la seducción está implícita), sino relacional entre estas dos almas en conflicto: una por la presencia del enemigo, y otra sencillamente por la presencia de aquella “amiga” mujer. De grandes diálogos y desplegando cierta parte salvaje de parte de una extraordinaria Riva, la química entre la francesa y Jean-Paul Belmondo es extraordinaria
3 – Relato Íntimo (Therese Desqueyroux, Georges Franju, 1962)
El trasfondo con el que es manejado el personaje en esta cinta es digno de análisis y estudio: una mujer que voluntariamente decide casarse con un hombre al que no ama y que no le representa tampoco ninguna conveniencia a pesar de su fortuna. Al ser absuelta por el intento de asesinato hacia su marido, la recapitulación de los cuestionamientos, causas y razones accidentales o propositivas de dicho envenenamiento fueron los que le valieron a Riva su Copa Volpi de Venecia por tan gran actuación. Una disección detallista de la mente criminal femenina, la narrativa y la dirección no pretenden justificar o juzgar a esta mujer fatal, sino solo comprenderla. Como dato curioso existe un remake del 2012 con Audrey Tautou
2 – Amor (Michael Haneke, 2012)
Brutal, desgarradora, el testimonio de una gran actriz a la orden de uno de los mejores cineastas. Ganadora de la Palma de Oro, Globo de Oro, BAFTA y Oscar, este conmovedor drama significó uno de los trucos y giros narrativos más impactantes de los que se tengan memoria gracias a la perfecta comunión actoral de Riva con Jean-Louis Trintignant, los cuales interpretan a un matrimonio de 80 años, músicos retirados, que verán su relación puesta a prueba cuando a ella se encuentre física y mentalmente indispuesta por la enfermedad. El desempeño de la francesa alcanza aquella misma excelencia de su debut, en la que también sería una de sus últimas y sin duda más grandes actuaciones. Podríamos decir que la poeta se fue como llegó: siendo grande
1 – Hiroshima mi amor (Alan Resnais, 1959)
Y también todo comenzaría con amor, con el de una joven actriz francesa que pasa su última noche en un hotel en compañía de un japonés, dos desconocidos sumidos en una inquietante y seductora aventura que a la postre se convertirá en un intenso e imposible idilio. La relación entre estos dos es vista bajo la íntima reflexión de ella, soportada en el montaje directivo de un Resnais que, a pesar de su también redescubrimiento como autor, provee a dicho proceso psicológico y sanador de flashbacks que a la larga sirven para ejecutar con maestría y agilidad dicha introspección. A pesar de que su desarrollo pudiera parecer inconexo debido a su obvia y propositiva contemplación visual, su poesía fílmica es imprescindible dentro de le nouvelle.
10 Comments
Hermano, se reivindicó. Notable acercamiento a esta actriz de perfil discreto, pero trayectoria impecable y superlativa. Sin duda, la obra maestra de Resnais basta solita para encumbrarla en el olimpo del cinematógrafo.
Entró y se fue con «AMOUR»
Gracias estimado, que bueno que le gustó
Sin quejas. Buen trabajo.
Al César lo que es del César. No hay más que decir, ahora sí que nada que objetarle, camarada. La Riva no pudo tener mejor homenaje anticipado, justo en este año que se cumplirá su primer lustro de muerta.
Sin duda, la actriz gala fue consecuente con sus firmes ideas y ella misma reconoció que el ser tan selectiva con sus papeles (pero ¡qué papeles!) impidió que se le conociese menos que a sus rutilantes colegas de Francia. Empero, siempre se la recordará por ese glorioso debut y hasta por sus colaboraciones con Arrieta y Kieslowsky. Con el polaco en una de su trilogia vexilológica francesa: la madre con Alzheimer de Binoche y que presagiaba a la del filme de Haneke, su también gloriosa despedida.
Quibian es usted? Jajaja
Gran actriz sin duda, que contaba con una ‘extraña’ belleza. Y cómo bien señala estimado, se despidió a lo grande en Amour, que aunque esa película siempre me ha parecido mediana, un Haneke tibio,(Vinterberg se lo merecía con bomba y platillo, y hasta Loach o Anderson tenían más derecho que Haneke), solo sobresale gracias a sus grandes actuaciones
Extraña? estaba chulisima estimado
¿Quiere que sea otro??
Jean Doucet, a teacher in a small town, is accused of assaulting one of his female students. Yet he insists he is innocent.