Las 5 Mejores Películas de Emmanuelle Seigner
Emmanuelle Seigner comenzó su carrera en el modelaje a la edad de 14 años, ganando mucha atención y fama debido a su belleza. Rápidamente daría su salto a la pantalla grande gracias a Jean-Luc Godard y un pequeño papel, sin embargo, será hasta 1988 cuando su carrera tomaría un rumbo fijo y sin retorno al no solo protagonizar un thriller de Roman Polanski, sino contrayendo nupcias con el polémico director en 1989, convirtiéndose desde aquel entonces en su acompañante y musa.
Celebremos los 59 años de Emmanuelle Seigner con sus Mejores Películas
Bonus – At Eternity’s Gate (Schnabel, 2018)
POR EL FETT
La inmersión que hace Willem Dafoe como el genio demente y trágico de Van Gogh es sencillamente impresionante, mostrando a un actor de método dando la mejor versión del pintor holandés en el cine ¿se necesita algo más para ser considerado como una de las mejores interpretaciones de la década? Sobre este, Schnabel recrea la trágica vida de este pintor desde una perspectiva surrealista, combinando la realidad con la disforia constante del personaje, y entregando retazos que van completando un rompecabezas sensorial que logran dar una gran perspectiva sobre la personalidad y legado del artista. Emmanuelle Seigner tiene un pequeño papel como una las protagonistas de las pinturas de Van Gogh; la arlesiana
5 – J’acusse (Polanski, 2019)
POR EL FETT
Y ahora entiendo porque la mitad de las damas en los Premios César se pararon todas encabritadas por el premio a la mejor dirección para Roman Polanski, y es que aunque quizá sea cierto que el legendario cineasta debería estar preso, su dirección y autoría sigue siendo por momentos impecable, en esta ocasión narrando con toda sobriedad y una dirección de arte solemne, una historia real sobre corrección y moral que obviamente también intenta expiar sus propias culpas. Un relato de época con tintes de declaración auto biográfica, muy infravalorada y una de sus últimas buenas películas, Emmanuelle Seigner acompaña simbólicamente al acusado durante todo el metraje en una actuación tan sútil como excelente
4 – La Vie en Rose (Olivier Dahan, 2007)
POR EL FETT
La película padece de todos los excesos y parajes ya revisitados por todas y cada una de las biopics existentes (y por existir), pero como también pasa en la gran mayoría de ocasiones, estos culebrones resaltan gracias al desempeño histriónico. Marion Cotillard regala aquí no solo una formidable actuación, sino una plena metamorfosis vocal, física y mental de la célebre cantante Edith Piaf ¡y eso encanta a la Academia! La cual le otorgó su Oscar como mejor actriz protagónica gracias a esa inmersión psicológica y estética, en este último rubro subiendo puntos para los conservadores gringos al sacrificar la belleza por un bien artístico mayor. Por su parte, Emmanuelle Seigner también se encuentra impresionante como Titine, la amiga de Piaf y que sirve como vehículo de narración para el filme
3 – The Diving Bell and the Butterfly (Julian Schnabel, 2007)
Por El Cine Actuario
Cinta que nos mete dentro de la piel de Jean-Dominique Bauby, un hombre que ha sufrido una parálisis completa y que únicamente puede comunicarse a través de su párpado izquierdo. En los primeros actos, la perspectiva es hacia dentro del personaje, por lo cual se utiliza el plano subjetivo para que el espectador empatice con su situación, sin embargo conforme avance, se vuelve más dinámica ampliando la perspectiva, complementando el perfil del protagonista. En ese sentido la película no solo es un retrato de una limitación física, sino la construcción de una identidad que sea ha perdido con el objetivo de demostrar la importancia de aferrarse a la vida, y sobre el valor de la comunicación en nuestras relaciones interpersonales.
2 – Frantic (Polanski, 1988)
POR EL FETT
Excelente thriller con toques de noir que serviría en su momento para que Roman Polanski pudiera reestablecerse en un género (noir) en el que había llegado a su clímax con Chinatown. Aunque mucho menor a aquella cinta, la historia de una mujer desaparecida en Europa y la búsqueda “frenética” de su esposo por encontrarla, encausaría una por momentos muy disfrutable tensión, pero que quizá se salga también de las manos gracias a la inclusión de “conspiraciones mundiales” dentro de una trama que al principio brilla dentro del suspenso por su irónica simplicidad. La debutante Emmanuelle Seigner es lo mejor del filme, una rebelde, tóxica y sensual femme fatale que enamora a toda la pantalla, incluída a su director
Bitter Moon (Polanski, 1992)
Tan amarga como su carrera y condiciones actuales, Roman Polanski quizá se haya confesado aquí como ese ser tildado de “perturbador” y/o “perverso”, pero al mismo tiempo obvia tanto su ruina (el personaje y la actuación de Peter Coyote son fabulosas), el amor por su musa (un retrato de Seigner que tal vez no esté muy alejado de la realidad al ser aún su actual amante) y el cínico divertimento de un autor que se sabe un genio fílmico para enmarañar e hipnotizar al espectador con un thriller erótico que en su simpleza esconde un oscuro secreto: dos parejas entrelazan sus moribundas relaciones, una para acabar y otra para renacer. El objetivo no es el cómo, sino el por qué, tejiendo una historia atrapa moscas donde Emmanuelle Seigner es la sensual telaraña