Las 10 Mejores Películas de Ernesto Gómez Cruz

Un sobreviviente de aquella transición de la época de oro al cine de arrabal, de vecindad, del “caifán”, sin duda Ernesto Gómez Cruz se posicionó como uno de los mejores actores mexicanos de todos los tiempos.

Nacido en Veracruz, Ernesto Gómez Cruz abandonó primero su sueño de ser cantante debido a sus propias inseguridades y falta de preparación en el escenario. Con solo la primaria terminada, comenzaría en el mundo visual con la fotografía, pero un amigo suyo lo convencería de estudiar drama en la Ciudad de México, así que viajó a la gran metrópoli para hacerse de una beca en el Instituto de Bellas Artes.

Con casi 200 títulos en su haber, Ernesto Gómez Cruz fue galardonado con el Ariel en 7 ocasiones, más el reconocimiento como mejor actor en el Festival de San Sebastián. Fallecido el 6 de abril de 2024, despidamos a este grande de la actuación mexicana con sus Mejores Películas

 

Bonus – Tivoli (Alberto Isaac, 1975)

POR EL FETT

Pieza muy querida del cine mexicano de los setentas que simboliza el amor por el teatro de aquella ciudad en su época de oro de los 40 y 50. Cuando el gobierno mexicano emprende la tarea de demoler el teatro Tivoli para ampliar la avenida Reforma, un grupo de entusiastas, actores y amantes de aquel teatro tratarán de impedir este evento con una nueva unión artística entrañable. Una obra de gran significado que traspasa el cine para convertirse en una carta de amor al teatro, Arau correría con el protagónico acompañad de un gran elenco que incluyó a Pancho Córdova, Carmen Salinas, Ernesto Gómez Cruz y Lyn Mey.

 

10 – Canoa (Cazals, 1976)

Por Edgar del Valle

Basada en hechos reales acontecidos el 14 de septiembre de 1968 (unos días antes de la masacre de Tlatelolco) narra la persecución y linchamiento de unos trabajadores de la Universidad de Puebla, por parte de los pobladores de San Miguel Canoa, incitados por el párroco local, quien los acusa de ser comunistas radicales, que pretenden apoderarse de la localidad. En 1976 ganó el Oso de Plata de Berlín del premio especial del jurado y ese mismo año también fue nominado al Ariel de Oro por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. Este filme ocupa el lugar 14 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, y sin duda es la obra maestra de Felipe Cazals

 

9 – El Norte (Gregory Nava, 1983)

Por Jose Roberto Ortega

La experiencia del migrante en Estados Unidos es reflejada en esta película, que quizás sea de las que mejor abordan esta temática. Dividida en tres episodios, siendo el primero referente a la persecución étnica y política en Guatemala, forzando a dos jóvenes, Enrique y Rosa, a huir de la represión del ejército. El segundo, trata el viaje de ambos a través de México, guiados por un coyote, buscando cruzar la frontera e ingresar a EU; el tercero, aborda las dificultades que tienen como indocumentados para encontrar trabajo y ser aceptados por la sociedad. Con un guion sólido y una magnífica dirección que lo mismo sostiene momentos de alta tensión (la más impresionante siendo el cruce por las alcantarillas), que momentos de comedia y de melodrama.

 

8 – Lo que importa es vivir (Luis Alcoriza, 1987)

Por Jose Roberto Ortega

 

7 – Cadena Perpetua (Ripstein, 1979)

Por El Fett

Si no existiera “El Bruto” de Buñuel, sin duda esta sería la mejor película de cine noir dentro del cine mexicano, algo tan atípico como irónico, pues en una época donde las ficheras dominaban (y en donde Ripstein presentaba esa resistencia artística), Arturo denotaba sus influencias más claras de su maestro aragonés dentro de un relato de rica simbología social. La historia es sobre “El Tarzán”, un ex-delincuente que ve interrumpida su redención cuando se topa con un policía hijo de puta y extorsionador, un ente de su pasado. El Ripstein sin concesiones, inclemente y aliado de la cruda realidad mexicana. Ernesto Gómez Cruz como el Cabo Pantoja da una súblime actuación secundaria, pocos minutos, mucha credibilidad

 

6 – Auandar Anapu (Rafael Corkidi, 1975)

Por Edgar del Valle

Ernesto Gómez Cruz, personifica a un redentor social, enemigo de los que ostentan el poder y amigo de las clases trabajadoras, sin embargo, como casi todo humano, es débil con la carne. Eso lo hace propicio a ser fácilmente traicionado.  Película bajo la dirección de Rafael Corkidi, discípulo de Alejandro Jorodowski (era su fotógrafo de cabecera), y como tal bastante pretenciosa en sus aspectos “filosóficos”, que es rescatable solamente  por la buena actuación de Gómez Cruz en el papel principal. La película, una combinación entre cine experimental y una filosofía y/o narrativa dentro de la corriente surreal,  paso más con pena que con gloria por la cartelera nacional. A la fecha se mantiene como una curiosidad.

 

5 – Los Caifanes (Juan Ibañez, 1967)

Por Edgar del Valle

Su primera aparición en esta película de 1966, dirigida por Juan Ibáñez y basada en un guion de Carlos Fuentes y el propio director, Ernesto Gómez Cruz en su papel del Azteca, da muestra de su talento y lo que después se convertiría en una carrera de casi doscientas películas. La película relata el encuentro de dos jóvenes miembros de la clase alta con grupo de jóvenes de la clase baja (Los caifanes) en una noche en donde las ideologías se mezclan en búsqueda de las similitudes y diferencias entre ambas. Es quizá el Azteca el personaje más resentido y el que menos se adapta a la situación que se le presenta para adaptarse a la convivencia en grupo. La cinta se convirtió un referente en la cinematografía nacional y para Gómez Cruz el inicio de una carrera exitosa.

 

4 – Maten al León (José Estradam 1975)

Por Edgar del Valle

Película dirigida por José Estrada, basada en una historia del escritor Jorge Ibargüengoitia, y que se refiere al atentando en contra de un tirano con pretensiones de reelegirse como Presidente de la República Constitucional de Arepa -una isla ubicada en el mar Caribe. Su interpretación del maestro de música Salvador Pereira, quien pretenderá terminar con la vida del dictador en un evento social, Ernesto Gómez Cruz se hizo acreedor nuevamente al premio Ariel como mejor coactuación masculina. Una muestra  más de la calidad artística de uno de los mejores actores de reparto de su época, dentro de este thriller político de excelente manufactura.

 

3 – El Infierno (Luis Estrada, 2010)

Por El Fett

Una obra polémica que ha envejecido bien, tanto para la gloria del cine mexicano como la desgracia social que sigue acarreando el país. Menor que La Ley de Herodes pero aun así tan cruenta como punzante, los riesgos tomados por Estrada son de aplaudir al situar a esta grotesca e “infernal” situación dentro de un corrosivo, culpable y muy divertido sentido de humor negro, muy, muy, muy negro. Ernesto Gómez Cruz interpreta al capo mafioso, una siniestra versión de “padrino” a la mexicana que estremecía con cada de sus apariciones, absorbiendo la frialdad y maldad de ese repugnante personaje y creando junto con Alcázar y Cosío una triada actoral que raya en la perfección

 

2 – El Callejón de los Milagros (Jorge Fons, 1995)

Por El Fett

Antes de los amores perros, el desaparecido Jorge Fons comulgaba los cuentos de un barrio y su vecindad para exponenciar la sensualidad y los secretos más íntimos y oscuros de una serie de pintorescos personajes tan conocidos como el vecino, el cantinero, la casera o los jóvenes ávidos por amor. Aquel callejón encausó una milagrosa adaptación de Vicente Leñero a la novela egipcia de 1947, viendo de nuevo en su customización al lenguaje y sociedad mexicana, la razón perfecta para redescubrir los sueños y reales identidades de estos elementos unidos por la convivencia casi utópica de su peculiar comuna. Sin duda, la aparición de Ernesto Gómez Cruz movió fibras y tabúes con su personaje,  un complejo macho “Don Ru” que esconde un deseo desenfrenado.

 

1 – El Imperio de la Fortuna (Arturo Ripstein, 1985)

Por Edgar del Valle

En una segunda versión de este mismo tema (la película es remake del clásico “El Gallo de Oro” de 1964 de Roberto Gavaldón), Ernesto Gómez Cruz se hizo acreedor de el Ariel de Plata como mejor actor en su papel de Dionisio Pinzón. La película trata sobre un creador de gallos, que resuelve salvar a un gallo condenado a muerte para convertirlo en un ganador, gracias a la creencia en que una mujer conocida como la Caponera es su talismán. Difícil tarea para Gómez Cruz el emular lo realizado por Ignacio López tarso, en la primera versión, lo que logró con creces, convenciendo a la crítica de su calidad histriónica y llevándose el galardón internacional más importante de su carrera en el marco del Festival de San Sebastián

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