Las 10 Mejores Películas de Frances McDormand
Por destino y por convicción, el talento nato de una de las mejores actrices de nuestra era se encausó cuando una madre soltera dio en adopción a un bebé de 18 meses llamada Cynthia Ann Smith, la cual quedó a cargo de una familia canadiense peregrina y religiosa que la rebautizó como Frances Louise McDormand. Aquella chiquilla fue a parar a una secundaria de Pennsylvania donde tomaría el rol de Lady Macbeth en una obra de teatro estudiantil, descubriendo así su verdadera vocación.
Abandonaría su hogar adoptivo para perseguir su sueño, camino que la llevó al teatro de Trinidad y Tobago y de regreso a Broadway a principios de los 80. Otra jugada del destino estaba a punto de suscitarse cuando su amiga Holly Hunter dejara pasar un llamado al casting de la primera película de unos tales “hermanos”, por lo que McDormand tomaría su lugar. Aquella cinta sería tanto su debut como el de su futuro esposo y eterno amor, Joel Coen, el formidable noir Blood Simple.
Inteligente, extrovertida, activista, talentosa y poseedora de una muy peculiar sensualidad (confieso que siempre he estado enamorado de ella), McDormand es desde mediados de los 80 uno de los rostros femeninos más emblemáticos de la actuación, recolectando en su prolífica y versátil carrera de más de 60 títulos, casi un centenar de premios de entre los que destacan 2 Oscar, 2 Globos de Oro, un Tony, un Emmy, un BAFTA y reconocimientos especiales en los Festivales de Sundance, Venecia y Toronto. Siendo una constante dentro del cine de los Coen y de Wes Anderson, McDormand se ha caracterizado por sus habilidades cómicas y/o dramáticas, generando personajes que van desde la ternura o ingenuidad extrema, hasta la fortaleza y valentía más brava e intensa.
Celebremos sus 66 años recordando sus 5 Mejores Películas, no sin antes compartirles que acabo de descubrir que salió también en Darkman de Sam Raimi, siendo el interés amoroso de Liam Neeson ¡Menuda revelación! Solo un dato curioso para los(as) amigos(as).
Bonus serie b – Darkman (Raimi, 1990)
La película serie b de culto es la que irónicamente catapultaría a Liam Neeson hacía un plano más comercial y mediático, siendo incluso un precedente de su estado actual en el mundo de acción y a la manera de Raimi, una precursora de las bases argumentales del cine de superhéroes (dicho humor negro se vería reflejado años después en Spider-Man). Como el vengador desfigurado, Neeson pudo hacer valer su presencia física con algunos divertidos gags y sátiras a los propios personajes de DC, que para la fecha eran el mayor referente en el cine. La mancuerna con Frances McDormand es tan peculiar como lo es este muy disfrutable ejercicio, en veces por lo malo que puede llegar a ser, pero también por el carisma de su héroe “tóxico”.
Bonus – The Man Who Wasn’t There (Coen, 2001)
Una de las películas más infravaloradas de su esposo (y cuñado), esta deconstrucción del cine noir es tan provocadora que juega a descomponer los elementos más básicos del género sin que estos sean ajenos a su narrativa. Los Coen así dan un revulsivo que en todo momento es tenso por la serie de acciones idiotas en las que caen sus protagonistas y la propia narración de su odioso pero a la misma vez encantador y trágico antihéroe (un genial Billy Bob). Frances aquí es la femme fatale, una de esa misma categoría “rara”, sensual, mayor, con cuestionables acciones y una personalidad que juega con la deriva y desginio de los Coen. Como dato curioso, McDormand ha hecho o colaborado en 7 películas con su esposo y cuñado, cuatro en este top.
10 – The Tragedy of Macbeth (Joel Coen, 2021)
Aunque Coen apostó más por lo elementos que influyen en Macbeth que por desarrollar al personaje en sí, la apuesta estética fiel al expresionismo alemán hacen de esta versión una delicia visual, incrustando momentos de rotunda imaginería y terror gracia a la mejor bruja(s) fílmica hasta el momento (una adaptación tétrica). Otra de sus ventajas es su literal esposa, una Frances McDormand que brilla como Lady Macbeth y que a pesar de sufrir también un desarrollo fugaz y acelerado, se sostiene gracias a su nivel actoral. Hay muy películas que uno deseará duraran más, y esta es una de ellas, y es que Coen luce atrabancado durante los primeros tres cuartos de su metraje, mejorando de manera rotunda hacía su conclusión y clímax.
9 – Almost Famous (Crowe, 2000)
Existe un hueco de extraordinario apogeo y transición musical llamado los 70, época en donde brotaron el mayor número de bandas y corrientes musicales en la historia encausando así la idealización “aspiracional” del “rockstar”, y con este, todo un nuevo “american way of life” y los sequitos y grupos de referencia a su alrededor. No estoy dando una clase de cultura, sino un análisis narrativo de la auto biográfica cinta de Cameron Crowe, una pieza nostálgica e infravalorada venida de un sobrevalorado autor, al cual se le agradece que su mayor talento haya sido su propia experiencia juvenil relatada aquí con carisma, corazón y mucho rock. Por supuesto también nos presentó a su atormentada madre, un Frances que surte el efecto y equilibrio dramático al relato
8 – Short Cuts (Altman, 1993)
Todo funciona en la epopeya coral de Altman (para muchos la joya de la corona en su filmografía), un relato que se vale de al menos 12 personajes para encausar una de las crítica sociales más incisivas al estilo de vida americano, pasando por todas las clases sociales, relaciones tóxicas y situaciones de un índole casi surreal (pero muy reales) que ponen a sus odiosos y/o cuestionables personajes a desnudarse frente a un testigo único: Altman y su conjunción poética y voyerista con la audiencia. Em este desapego de la humanidad, uno de los engranes es una aún joven y sensual Frances, que funge aquí como una madre soltera que se no sale de su círculo vicioso de relaciones violentas y tóxicas. Su presencia prende el escenario en cada uno de sus momentos.
7 – Nomadland (Zhao, 2020)
McDormand ha logrado lo que pocas actrices en el Hollywood actual, sin cirugías, maquillajes, movimientos mediáticos o promoción, y a base de puro talento, vive actualmente otra de sus mejores épocas como actriz, al grado de todavía poder convertir un producto de lo más inflado y mediocre en una pieza surrealista “fundamental” gringa solo por su presencia y naturalidad. La transformación de McDormand fue total ¡Brutal! incluso jugando a ser una infiltrada en este estilo de vida durante un par de años y consiguiendo trabajo de real obrera en supermercados y fábricas ¡Nadie sabía quién era! Logrando así su tercer y cuarto Oscar (este último como productora)y afianzando que todo(a) aquel que ama el cine nunca la olvide.
6 – Hidden Agenda (Loach, 1990)
A diferencia de varias de sus actuaciones de reparto tales como Short Cuts, Almost Famous o North Country (las tres con nominaciones en Oscar o Globo), es de admirarse que un cineasta de la envergadura de Loach la haya seleccionado para protagonizar este poderoso y cruento thriller político contra la administración de Tatcher. Si bien Brian Cox se roba la película, la impotencia del relato es perfectamente representada por una McDormand aún joven que aquí funge como un elemento que va a la deriva dentro de un mar de conspiraciones que rebasan a la persistente pero aún ingenua abogada en búsqueda de la verdad y de justicia. La secuencia final nos deja ver el promisorio futuro de Frances McDormand en estos papeles de intenso mensaje social.
5 – Mississipi Burning (Parker, 1988)
Me queda claro que esta actuación de reparto que raya en la perfección (su primera nominación al Oscar) debió sorprender al mismo Ken Loach (para Hidden Agenda), más aún si se trataba de retratar otra miserable tragedia social (racial en este caso), solo que ahora en contraste con un papel sumamente complejo y que incluso en su discurso nos lleva a conocer (pero no a empatizar) a ese heredado e incomprensible “odio” racial. Notarán que en su primera corrida como actriz McDormand fungía como una especie de “femme fatale”, con toques de sensualidad y engaño que a la par y gracias a su talento nato resultaron en tremendas químicas con sus protagónicos, en esta ocasión un también excelente Gene Hackman. Un thriller que se ha vuelto más actual que nunca
4 – Blood Simple (Coen, 1984)
Un film noir y debut sobresalientes para los hermanos Coen, los cuáles comenzaban a plantear su estilo irónico y discrepante al enmarañar una serie de situación funestas, resultado de las malas decisiones de sus protagonistas. Como una peculiar femme fatale, McDormand será la víctima de esta serie de infortunios “macho – opresores”, denotando no solo una bravura actoral nata, sino también una naturalidad avasallante (y una indiscutible belleza) que seguiría persistiendo en todas las consecuentes asociaciones con su marido y cuñado (siete en total). Como dato extra, Frances McDormand volvería a convertirse en una femme fatale para los Coen, solo que en un tono más humorístico y/o satírico en la también genial The Man Whos Wasn’t There (2001).
3 – Burn after Reading (Coen, 2008)
La vena cómica disparada y en su máxima expresión al servicio de la película con más “mcguffins” en la historia. Divertida, entrañable y con unas expresiones faciales que simplemente causan una sonrisa y culpable empatía hacía un personaje sumamente egoísta y superficial, vehículo narrativo que los Coen usan para desbordar todas sus desgracias y elementos distractores, y que al final de manera casi fortuita sale avante al siempre representar esa “artificialidad” humana, etiquetada de manera hilarante en los empleados de un gimnasio (una burla y toque maestro de los directores) ¿La villana de la historia? Posiblemente, pero su actuación es tan sobresaliente que su propia personalidad se convierte en el principal elemento “distractor” de esta humorística gran tragedia.
2 – Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (McDonagh, 2017)
La otra cara de la moneda, Frances McDormand denota un dominio total del rol dramático y de la fortaleza femenina de la que se ha vuelto símbolo y ejemplo, uno que como en la película tiene un objetivo claro, la justicia, y no los efímeros activismos neo progresistas (lo dejó claro en su loco e inolvidable discurso al ganar su segundo Oscar). Como la madre de una chica asesinada, McDormand se traga completamente la pantalla en una vorágine de intensidad y violencia, los cuáles resanan los “deus ex machina” en los que recae el relato de McDonagh, mientras se da a la tarea de personificar un retrato fiel de la impotencia femenina frente a la violencia y la opresión. Gran, gran actuación, pero…
1 – Fargo (Coen, 1996)
Frances McDormand luce sencillamente adorable como una oficial de policía embarazada que se inmiscuye en la búsqueda y persecución de unos asesinos tan idiotas como el que los contrató. La serenidad, los gestos, la templanza de sus diálogos y la personalidad que McDormand imprime al papel son legendarios, encausando su más viva imagen y mejor actuación. Tan tierna como capaz, esta policía le valdría su primer e indiscutible Oscar, catapultándola hacía la industria como una actriz capaz de todo, al equilibrar sus facetas dramática – cómica de manera solemne y cautivante (el mejor ejemplo de su monstruosa capacidad y naturalidad se puede apreciar en la escena del primer interrogatorio a H. Macy en la agencia de autos ¡sublime!). ¿Lo mejor? Que al parecer aún nos falta mucha Frances.