Las 5 Mejores Películas de Giuseppe Tornatore
Con tan solo 13 películas en su haber, Giuseppe Tornatore se ha convertido en uno de los símbolos por antonomasia del cine italiano, uno dramático, y que basa su maestría en la gran impresión de romance y nostalgia en cada uno de sus encuadres, llevando a cabo fábulas que profesan por igual, un alto grado de amor a las bellas artes, desde la pintura, la música y por supuesto el cine dentro del cine.
Uno de los factores comunes dentro de su obra será la inocencia, una que se irá moldeando según el crecimiento y el entorno de sus fabulosos héroes, desde un niño en la toscana italiana que profesa un amor inexplicable por una sensual viuda, hasta otro infante abandonado en buque y que nunca conocerá la tierra. El descubrimiento de la magia, del arte, de las imágenes, y de la belleza, es la que llevará a sus protagonistas a desarrollarse, y con ellos estos hermosos y complejos cuentos que lejos de la manipulación redentora, solo pretenden ser un retrato honesto de la belleza del mundo, de sus situaciones y/o microcosmos en el que se desenvuelven.
Un maestro de la imagen, sus dramas son aderezados por situaciones fantásticas, pero no irreales, sino fantasías del mundo real que acompañan en la travesía de su maduración, distinguiéndose así de todos los cineastas italianos al formalizar un romance dentro y fuera de la ficción.
Celebremos al icónico maestro del cine italiano con sus 5 Mejores Películas
INTRODUCCIÓN POR EL FETT
Bonus – Baarìa (2009)
Baarìa es como un diario que ofrece un viaje a través de la vida misma, la infancia, adolescencia, madurez y vejez de Roman (Fracesco Scianna) un ciudadano ordinario, cuya historia vista de cerca coloca una lupa sobre los detalles diarios que a menudo se nos escapan y que son los que hacen que la vida merezca la pena, no hay desperdicio, cada momento es precioso, todos tenemos algo que contar. El epílogo de Tornatore es concluyente, la vida es un sueño, un momento que debe aprovecharse para construir, para construirnos y vincularnos, la vida está hecha para sufrir nuestras derrotas y afrontar nuestras decisiones, pero sobre todo para sonreír y agradecer la oportunidad que se nos brinda de trascender.
Bonus – Están todos bien (1990)
POR EL FETT
Ganadora del premio de Jurado de Cannes y justo después de Cinema Paradiso, Tornatore casi alcanzaría el mismo nivel gracias a una cautivante y triste historia sobre la superficialidad como mecanismo de defensa ante la infelicidad, concepto que se desarrolla a través del viaje de un padre que, ahora jubilado, decide recorrer Italia para visitar a sus cinco hijos, solo para darse cuenta que, detrás de aquella prosperidad, se esconde un halo de tristeza que se viene arrastrando desde la juventud. Un estudio íntimo y reflexivo sobre como el trabajo y la ausencia son decisivos para encontrar la paz en una etapa adulta. Marcello Mastroianni se encuentra formidable
5 – Malena (2000)
POR DASTAN
Malena proyecta una belleza exuberante que transmite una sensualidad que hipnotiza a cualquiera; provocando la envidia y las habladurías de las mujeres del pueblo y el deseo desenfrenado de los hombres, en especial de un muchacho llamado Renato. Un melodrama conmovedor con profunda crítica social en el contexto de “Pueblo chico, infierno grande”. La cinta nos hace entender el linchamiento y aislamiento social que sufre Malena, a través de los ojos de ese muchacho que está enamorado platónicamente de ella. La sigue, la admira, la desea y solo piensa en estar con ella de una forma que lo lleve a conocer experiencias, que su imaginación no llega a visualizar. Un magnifico guión de Tornatore, acompañado de la música de Morricone.
4 – Una pura formalità (1994)
POR EL FETT
Un formidable thriller psicológico donde Tornatore intenta de alguna manera, fusionar al mundo literario con el cine, con el mismo amor, pero de repente con cierta monotonía teatral. A pesar de de la intermitencia de su ritmo, el conflicto por el que pasa su amnésico protagonista (un escritor que sufre de bloqueo), y su soberbio interrogador (un inspector que lo arresta de manera fortuita una noche), son el motor de una narración rica en diálogos y actuaciones, que de a poco no solo va formalizando su misterio, sino también (y al igual que el inspector), la admiración por otro de las bellas artes que tanto encienden la creatividad y pasión del director. Depardieu y Polanski se encuentran fastuosos como ambos protagonistas
3 – La Migliore Offerta (2013)
POR EDGAR DEL VALLE
Película en la que Rush representa a un hombre solitario experto en arte y agente de subastas, cuya vida aparentemente tranquila se ve modificada, cuando una hermosa y misteriosa joven, con una extraña enfermedad psicológica le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas por sus padres. El actor logra una interpretación que contribuye a dar crédito y hacer creíble lo que se podría considerar como inaudito, logrando que el espectador se identifique con sus temores y miedos. Con un interesante juego de espejos entre la falsificación de las obras de arte y la falsificación de los sentimientos. La película obtuvo el premio David di Donatello, como mejor película, director y música, de 13 nominaciones.
2 – The Legend of 1900 (1998)
POR EL MARKOVICH
El primer film que Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso) hizo en inglés, nos presenta la historia de un extraordinario pianista (interpretado magníficamente por Tim Roth) que nació y fue abandonado el 1o de enero de 1900, el primer día del siglo XX, a bordo del barco de lujo SS Virginian, que también transportaba inmigrantes. Película que nos lleva de la alegría a la emoción y hasta la melancolía con un par de notas. Las bellas melodías del score y que brotan de las manos de 1900, son compuestas por Ennio Morricone. Todos los aspectos de este film lucen, como el vestuario, la cinematografía y el guion. A pesar de estar enteramente en inglés, Tornatore no pierde su esencia y se sigue sintiendo como un largometraje puramente italiano.
1 – Cinema Paradiso (1988)
POR EL FETT
Ganadora del Grand Prix de Cannes (y altamente recomendable en su versión extendida), estamos tal vez hablando no solo de la película más romántica de todos los tiempos, sino también de uno de los mejores ejemplos del cine sobre el cine, y es que la pareja romántica y trágica en cuestión es solo un símbolo, un “macguffin” que nos deja a solas con el vehículo en cuestión, “Toto”, y en su conversión de niño a director que concluye con aquella entrañable secuencia final. Es claro que la relación amorosa que propone Tornatore no era la del chico y la chica, sino entre aquel Cinema Paradiso y nuestro “Toto”, una alegoría compleja, profunda y un homenaje del sentimiento y amor hacia el mismo séptimo arte. Excelsa en todo momento, esta es una de las piezas más perfectas del cine.