Las 5 Mejores Películas de Ingrid Thulin
Considerada por muchos críticos como la tercera mejor actriz sueca tras Greta Garbo e Ingrid Bergman, Thulin debutaría en el cine en 1948 tras una breve carrera como bailarina. Sin embargo su clímax como actriz llegaría con su asociación con Ingmar Bergman, con el cual debutaría en 1957 en la magnífica Fresas Salvajes.
Comulgando de inmediato dentro de roles de carácter que se complementaban a su belleza nórdica y penetrante mirada, fue cuestión de tiempo para que Bergman y Thulin engendraran un romance secreto y 9 cintas más, de las que destacan sus poderosas interpretaciones para El Silencio (1963), La Hora del Lobo (1958) y Gritos y Susurros (1972). La camaleónica actriz fungió en una primera etapa como objeto del voyerismo narrativo de Bergman; en El Silencio, Los Comulgantes (1963) y Tres Almas Desnudas (1958), se puede apreciar la cámara espía del cineasta hacía su figura y/o pisque (notarán que en sus primeros planos Ingmar aparece buscar el interior a través de sus grandes y expresivos ojos), sin embargo conforme su crecimiento y extensión como actriz de talla internacional (trabajando en Italia y Estados Unidos), fue en los últimos acompañamientos con Ingmar donde derivaron sus mejores papeles, consciente del peso dramático de los mismos y de la fascinación del director por la exploración de la muerte.
Tras una carrera de 68 títulos entre cine y televisión, Thulin moriría de cáncer en 2004. Recordemos a esta magnífica actriz con sus 5 Mejores Películas
Bonus – El Rostro (1958)
Por Manuel Esteban Gaytán
El Rostro, también conocida como El Mago, es otra de las obras tapadas einfravaloradas de Bergman, que podemos colocarla como una de sus más oscuras. A mi entender también se la puede relacionar con el Séptimo Sello, con la ayuda de una fotografía perfecta, una puesta en escena excepcional y la idea de la muerte siempre dando vueltas, sin pasar por alto las actuaciones de un reparto excepcional encabezado por Max Von Sydow, Ingrid Thulin, Gunnar Bjornstrand, Bibi Andersson, Erland Josephson y el pocas veces visto Bengt Ekerot. La historia trata sobre un grupo de artistas ambulantes que deben parar en una ciudad, dónde no son recibidos de la mejor manera.
Bonus – Fresas Salvajes (Ingmar Bergman, 1957)
Por El Fett
Ganadora del Globo y el Oso de Oro, es difícil encasillar a esta formidable y rica cinta en un solo género. Funciona como un drama, al enfrentar a nuestro inolvidable héroe con sus relaciones presentes y pasadas; funciona como una comedia, por la misma naturaleza del mismo protagonista y de los diálogos repletos de un humor fino; funciona como una obra surreal, al nuevamente Bergman enfrentarse con el inminente lecho de muerte y con los recuerdos de un primer amor en un campo donde crecen fresas salvajes; y finalmente funciona como una road movie, una seductora y entrañable. Cuando un médico debe ir a Estocolmo para recibir un homenaje, es Thulin la figura afable que lo acompañará, fungiendo como su nuera
5 – Tres Almas Desnudas (1958)
Por El Fett
Lo que quiso hacer Almodovar en su incipiente “Madres Paralelas”, nació de una de las obras insignias de la feminidad y la muerte por parte de Bergman y dos de sus grandes musas. Es Thulin la que lleva la batuta actoral al interpretar a una mujer que con tres meses de embarazo sufre una hemorragia interna; en el hospital conocerá a otras dos madres, una que tiene que lidiar con el hecho de que su bebé nacerá con un retraso, y otra que espera un hijo ilegítimo y que quiere abortar. Esta tripleta de situaciones y decisiones como siempre se ven envueltas en la eterna lucha y cuestionamientos entre la vida y la muerte, haciendo que la tensión se desarrolle de manera natural gracias a la interpretación de las 3 agrandes actrices
4 – Luz de Invierno (Ingmar Bergman, 1963)
Por Manuel Esteban Gaytán
Luz de Invierno (También llamada Los Comulgantes) es un film clave en la obra del cineasta sueco para entender un poco el concepto de “El Silencio de Dios”, temática que pareció consternarlo durante gran parte de su vida. La historia retrata como conlleva la vida Thomas, un pastor protestante, que vive en un entorno solitario, tras la pérdida de su mujer, y sufre una profunda crisis espiritual que lo lleva a cierta pérdida de tacto e interés por la vida misma. Gunnar Bjornstrand, Ingrid Thulin y Max Von Sydow, tres actores claves en la filmografía de Bergman, son los protagonistas de esta obra maestra y conmovedora, que le arruinaría la concepción del mundo a muchos creyentes.
3 – La Caída de los Dioses (Luchino Visconti, 1969)
Por Edgar del Valle
La visión de este gran director sobre la realidad nazi, su ascenso y su ideología, a través de la autodestrucción de la poderosa familia siderúrgica Essenbeck y la propia autodestrucción de Alemania en los inicios de la asunción del poder absoluto por parte de Hitler. Una versión muy personal del director de la tragedia de Macbeth, en donde su riqueza intelectual se plasma en ocasionales referencias literarias y filosóficas y en verídicas predicciones bélicas. La cinta recibió una nominación al Oscar a mejor guion original y está considerada como uno de los mejores filmes italianos de todos los tiempos, al estar también dotado de una gran espectacularidad y emoción. Una de las producciones externas a Bergman donde Thulin brillaría más
2 – Gritos y Susurros (Ingmar Bergman, 1972)
Por El Fett
La hegemonía de la feminidad ve su pináculo en esta obra maestra. Un color rojo oscuro que evoca la sangre y religión pinta las paredes, los techos y el piso de una mansión en la que 3 hermanas (Thulin, una de ellas) se reúnen debido a la próxima muerte de una de ellas. Pronto los recuerdos comienzan a surgir y entre ellas los fantasmas: disfuncionalidad familiar, infidelidad, falta de espiritualidad y sobre todo muerte, esta última en uno de sus mayores referentes narrativos. Sobre este ensayo el director recalca la ausencia del “hombre”, usándolo como mero valor simbólico para que feminidad desemboquen un cuento dramático intenso; al final la revelación se tornará como su color, pero su ritmo hará vivir al espectador un efecto de paz en la transición.
1 – El Silencio (Ingmar Bergman, 1963)
Por El Fett
La mujer como eje central de la expiación. El Silencio acentúa este factor con tonos impetuosos y perturbadores para la sociedad: Dos hermanas y el hijo de una de ellas vuelven de un viaje cuando la enfermedad de una de ellas les obliga a permanecer en un hotel; mientras la enferma trata de reprimir sus deseos sexuales hacía con su “hermana”, la otra tratará de escapar del tedio buscando otros encuentros. Sin duda su película más escandalosa pero también una de sus más astutas, en dónde el misterio viene del mismo silencio narrativo no sólo del niño testigo, sino de los hechos mismos. Bergman construye un relato escondido entre los límites de la percepción, imaginación y el morbo humano, con una Ingrid Thulin como su gran musa