Las 5 Mejores Películas de Jack Palance
Su nombre de nacimiento era Vladímir Ivánovich Palahniuk, hijo de inmigrantes ucranianos. De origen muy humilde, cambia primero su nombre a “Jack Brazzo”, para así comenzar una prolífica carrera como boxeador de donde consigue dos cosas: ganar 18 de 20 peleas (15 de manera invicta), y los primeros vistazos de un rostro desfigurado a raíz de los golpes.
Tras renunciar del boxeo, se alista en la armada para luchar en la Segunda Guerra Mundial. Sobrevive, sin embargo, la explosión del avión bombardero donde iba nuevamente hace heridas irreversibles en su rostros, el cual tiene que ser reconstruido a través de varias cirugías.
Al pasar este difícil período, Palance trabajaría de vendedor de helados, profesor de natación, guardaespaldas e incluso periodista, hasta que un día decide trabajar como extra en producciones de Broadway, siendo descubierto por el gran Elia Kazan, el cual lo refirió como “un rostro que sólo una madre podría amar”. Para bien y mal, la impresión causada en Kazan definiría el futuro de Palance en el teatro y el cine, adhiriéndose al arquetipo de villano por antonomasia, uno siniestro, psicópata, asesino y con “una mirada que erizaba la piel” (otra de las frases de Kazan al referirse a su labor actoral)
Aunque Palance queda aparentemente conforme en esta primera etapa como uno de los recurrentes villanos del cine, con el tiempo se daría cuenta de su capacidad para interpretar otros roles de mayor complejidad dramática, por lo que comienza a darle la espalda a Hollywood, que solo lo quería para hacer de los “malos”. Palance con el tiempo retornaría, primero a la televisión, haciéndose un rostro conocido para las nuevas generaciones gracias a la serie “Aunque usted no lo crea”, para después nuevamente incursionar en el cine de manera recurrente, de donde conseguiría sus mejores éxitos.
Palance fallece en 2006, dejando un currículo de 126 títulos entre cine y televisión. Recordemos al querido villano con sus mejores películas.
Bonus – Il Mercenario (Sergio Corbucci, 1968)
POR EDGAR DEL VALLE
Nuevamente en el género del Spaghetti Western, Corbucci ahora nos narra como un patriota mexicano de pocos escrúpulos contrata a un mercenario, al que llaman El Polaco, para que lo ayude a cumplir su propósito revolucionario. Protagoniza el fetiche de Corbucci, Franco Nero, en compañía de Jack Palance; Corbucci se posicionaría como el segundo director más grande de la corriente del spaguetti, pero encausando un estilo peculiar dentro de la construcción de sus personajes, cínicos arquetipos de “vaqueros” que buscan dentro de sí alguna manera de redención (a diferencia de los establecidos por Leone). También resalta el hecho de su ambientación dentro de la Revolución Mexicana, más en específico dentro del movimiento de Pancho Villa
Bonus – Batman (Tim Burton, 1989)
POR EL FETT
Solemne pieza “gótica”; a 11 años de Superman fue Burton el que aportó al rubro la tropicalización necesaria para la recreación de mundos alternos, convirtiendo a su ciudad en un entorno oscuro y coherente de donde emanaría el héroe y su archienemigo. Este esplendido planteamiento de nuevo obedece las elegantes y sencillas reglas que persiguen la historia del origen, desarrollo y enfrentamiento de los antagónicos, pero que con Burton alcanzan límites ya innovadores a la hora de que Batman devele su personalidad a partir de flashbacks perfectamente situados en su trama. De corte más gansteril que el thriller de Nolan, es en ese tono donde el personaje de Palance hace su aparición, dando una fugaz pero genial y “villanezca” interpretación.
Bonus – El Desprecio (Jean-Luc Godard, 1963)
POR EDGAR DEL VALLE
Contando con un muy buen reparto encabezado por Brigitte Bardot, Michel Piccoli y Jack Palance y la aparición del legendario director alemán Fritz Lang, el propio Jean-Luc Godard y Linda Veras, narra el encuentro de un productor de cine, un escritor y la esposa de éste, que por un malentendido provocará una crisis en su matrimonio. Pertenece a la primera etapa de su obra, que podríamos denominar “narrativa”, en la que cuenta una historia, con una linealidad argumental definida. Aún cuando no es el prototipo de las películas de Godard, se encuentran sus rasgos estilísticos más reconocibles, con planos secuencias brillantes.
5 – Arrowhead (Charles Marquis Warren, 1953)
POR EDGAR DEL VALLE
Película protagonizada por Charlton Heston, Jack Palance, Katy Jurado y Brian Keith, en un western de tema racial muy cuestionado, en donde los vaqueros son los buenos y los indios son malos, muy malos y traicioneros. Independiente a su polémica, sobresale la actuación de Palance en el papel de Toriano, un indio que después de haber estudiado en el este, vuelve a su papel de un guerrero maloso que busca la venganza de su pueblo. En términos generales quizá merezca el olvido dentro de su género, pero a pesar de contar con estrellas del calibre de Heston, la película es totalmente salvable por el indio maloso de Palance
4 – City Slickers (Ron Underwood, 1991)
POR EDGAR DEL VALLE
Cuenta la historia de tres amigos de Manhattan en plena crisis de la mediana edad que viajan a Nuevo México para participar de una experiencia como vaqueros conduciendo ganado. Una comedia apenas divertida protagonizada por Billy Crystal, Daniel Stern y teniendo como actor de reparto a Jack Palance, quien ganó el premio Oscar en esta categoría. Pareciera que el premio le fue otorgada por toda su carrera, pues la verdad contó con mejores interpretaciones en su filmografía. Sin embargo, es muy recordado su excentricismo al momento de recibir Oscar, personificando uno de los momentos más legendarios y chistosos en la historia de la ceremonia
3 – The Professionals (Richard Brooks, 1966)
POR EL FETT
Imaginemos “The Expendables”, pero en western, con un reparto de primer nivel, una excelsa fotografía, y lo más importante, un excelente guion. Eso fueron “Los Profesionales” de Brooks, una colección de estrellas del género unidas para el rescate de una “secuestrada” en territorio mexicano. Sin duda una de las más entretenidas cintas de género, la presentación y desarrollo de sus forajidos, así como la impresión de sus maravillosas escenas de acción, se ven ensalzadas por ese sutil giro de tuerca a la mitad de su historia y por supuesto, un final – clímax repleto de tensión y cambios de bando y personalidad. Palance aprovechó este papel para literalmente dar un “giro de tuerca” a su arquetipo de villano, denotando sus talentos románticos – dramáticos
2 – Sudden Fear (David Miller, 1952)
POR EL FETT
Después de un noviazgo, una escritora (Joan Crawford) se casa con su novio (Jack Palance), un actor al que contrató para su más reciente obra. Poco después de su luna de miel, está se da cuenta que su marido y su amante pretenden asesinarla. Uno de esos noir de primer nivel. Su excelencia se construye bajo tres ejes: el primero la dirección repleta de tensión por parte de Miller, que ejecuta a la perfección el resquebrajamiento de su personaje principal para que el espectador se convierta también en detective; el segundo, la excelsa fotografía, que trabaja con el relato para sumar misterio y oscuridad a la travesía de un asesinato anunciado; y la tercera, una Joan Crawford estratosférica, junto también a un Palance siniestro, haciéndose de su primer nominación al Oscar.
1 – Shane (George Stevens, 1953)
POR EL FETT
Shane nos presenta al errante vengador que, perseguido por sus demonios, se topa con una comunidad en apuros, los cuales se resumen a abandonar sus tierras por la amenaza de un sindicato criminal que clama por ellas; a diferencia de otros western, este film prescinde del tono cómico para representar el estado marginal en el que muchas familias sobrevivían en la post era de la conquista, mostrando a un Stevens crudo y alejado del convencionalismo, incluso incomodando a la audiencia al presentar a un antihéroe intruso como el ídolo de un pequeño núcleo. Por su parte, Jack Palance aquí logra a su gran villano, en el clímax de su maldad sin escrúpulos y como bien lo decía Kazan: “erizándote la piel”