Las 5 Mejores Películas de Jacques Demy

Nacido el 5 de junio de 1931 en Pontchâteau, Jacques Demy tiene la distinción de ser el único director no estadounidense que dejó huella en el musical y marcó una pauta a seguir para las siguientes generaciones. A diferencia de Alain Resnais o Jean-Luc Godard, él no optó por la experimentación o la agitación política, sino que prefirió decantarse por un estilo más realista que, detrás de su vibrante paleta de colores, escondía muchos mensajes sobre el amor, los derechos laborales, el destino, el incesto, la melancolía y la división entre sueños y realidad.

Debido a que vivió muy de cerca la Segunda Guerra Mundial, Jacques Demy decidió empeñarse en captar la felicidad del mundo con un trabajo de cámara envidiable, encuadres bien cuidados y una banda musical que se apropia de cada escena, casi siempre ambientado en la Costa Azul. Símbolo de la Nouvelle Vague y casado con la directora Agnès Varda (con quien fundió la compañía productora Ciné-Tamaris), falleció de SIDA el 27 de octubre de 1990 como consecuencia de sus tendencias abiertamente homosexuales. Para recordarlo, rindámosle homenaje con sus mejores películas.

 

Bonus – Model Shop (1969)

POR URIEL SALVADOR

La transición de Jacques Demy a territorio americano da como resultado una de las películas más interesantes, pero también más polémicas de su filmografía. Aunque da gusto ver a Anouk Aimée retomar su personaje de Lola, la historia llega a sentirse algo parsimoniosa por la falta de ambición y dirección de su protagonista, denotando a un director sometido por la producción estadounidense y una cinta que sabe a muy poco de él. Pero como un conjunto, sabe retratar la desaparición del movimiento hippie con una puesta en escena bastante impresionante, un tono bastante llevadero y melancólico y que no abandona el mensaje principal de su obra: el amor está por encima de todo.

 

5 – La Baie des Anges (1963) 

POR URIEL SALVADOR

Romance construido a base de problemas y desencantos que compara la suerte y el azar del juego con la naturaleza efímera del amor. Jacques Demy revela su faceta más sobria y melancólica en una reflexión lúcida sobre el deseo, la adicción y la obsesión entre 2 almas que buscan una salvación en el otro, aunque quizás no exista. Si bien el final es muy apresurado, logra sostenerse por la actuación de la bella Jeanne Moreau como una mujer ludópata y autodestructiva que, consciente de su adicción, vive cada día como si fuera el último porque ganar o perder tiene el mismo valor. Al final, ¿qué pesa más? ¿el amor o el dinero? ¿O el amor al dinero?

 

4 – Peau d’Âne (1970) 

POR URIEL SALVADOR

Sólo la bella e incomparable Catherine Deneuve podía encarnar a Piel de Asno, la princesa más olvidada del folclor europeo. Sorprende que Jacques Demy se tome en serio adaptar el cuento original, no sólo porque su estilo visualmente colorido encaja con el mundo mágico que presenta, sino que recrea la atmósfera de una película de Disney (en particular La Bella Durmiente) y la mezcla de humor blanco, negro y anacrónico disfrazan el tema del incesto con delicadeza. No llega a la altura de sus musicales clásicos, pero es una obra muy curiosa que contrapone el orden establecido.

 

3 – Lola (1961)

POR EL FETT

Aimee interpreta a “Lola”, una bailarina y prostituta que, al esperar que su amado y padre de su hijo vuelva de América, tendrá que luchar con la resiliencia y la pretensión de un par de caballeros que se presentan de su pasado. Aimee despliega una actuación más que buena, bellísima, repleta de sensibilidad y carisma como una chica de cabaret que ansía la libertad de aquella vida por un amor que parece imposible. Jacques Demy sabe que la fortaleza narrativa está en encontrar el encuadre perfecto de “Lola”, por lo que Aimee responde con un “tour de forcé” impresionante y muy cautivador

 

2 – The Young Girls of Rochefort (Jacques Demy, 1967)

POR KIM TOBIAS

Una de las experiencias visuales más coloridas y armónicas de los musicales, en la que cada fotograma es testigo del ensamble preciso entre fotografía y coreografía. Este musical nos transporta a Francia de los 60’s, incitándonos a ser conquistados por el esplendor de sus calles y el romanticismo de sus bellos acordes mientras nos relata la historia de dos gemelas que viven en Rochefort: dos maestras de música y baile que sueñan con encontrar a su pareja ideal y planean viajar a París a buscarlo. Jacques Demy forma un equilibrio entre un cuento meloso y melodías encantadoras, mientras los excepcionales números de baile se roban cada momento en un clásico francés instantáneo

 

1 – Les Parapluies de Cherbourg (1964)

POR KIM TOBIAS

Tras superar los primeros 15 minutos de conmoción (en donde tendrás que darte cuenta que la película es completamente cantada) el resto de la historia te transporta a una odisea sentimental donde el protagonista es el primer amor. La bella Catherine Deneuve interpreta a  una chica enamorada de un mecánico con el que sueña con casarse a pesar de que su madre se opone por considerarla a ella muy joven y a él muy pobre. Los jóvenes tendrán que lidiar con la partida del chico para hacer el servicio militar fuera del país. Dividido en tres actos, cautiva por el ensamble ideal que logra entre musicalización y sentimientos, brindándonos una pieza que realza por su armonía nata en cada uno de sus encuadres y cuya historia logra la difícil misión de trascender en el tiempo y en el corazón.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*