Las 5 Mejores Películas de James Cosmo
Definitivamente el talento de James Cosmo ha sido mejor valuado en su natal Reino Unido (el es originario de Escocia), donde se ha desempeñado en decenas de proyectos indies y locales, sin embargo su buena presencia y habilidad para parecer un tipo sacado de otra época, lo han llevado a participar en algunas de las cintas más reconocidas de la historia de los 90’s, peri también en otro par de proyectos de corte fantástico donde su rostro es bastante reconocido.
Y este que James Cosmo aún está en activo, con 78 años y más de 220 proyectos entre cine y televisión. Revisamos sus mejores y más conocidas apariciones – interpretaciones, para celebrar su aniversario
5 – Trainspotting (Boyle, 1996)
POR EL FETT
Obra que marcó un parteaguas social dentro del cine y la cultura: el del final de la juventud de la generación X. La mayor virtud es la honestidad de su lenguaje y propuesta. Danny Boyle se sitúa en un trozo de esa generación perdida y por mandato del arte les provee de una definición dentro de la cultura y sociedad ¡Así de relevante! Aunque su cuadro argumental se posiciona en un mundo donde esa pérdida de identidad y confusión de status y futuro era complementado por la explosión del mundo de las drogas, las situaciones y la naturalidad de esta proeza logró trascender y trasgredir tanto a la sociedad europea como a la americana, haciéndola un himno atemporal sobre la juventud. James Cosmo aparece como el papá de Renton
4 – Highlander (Mulcahy, 1986)
Por El Fett
El mundo de “Los inmortales”, de los príncipes del universo, de los seres maldecidos que tienen que cruzar eras para evitar aferrarse a cualquier cosa material y/o lazo emocional que los debilite en su tortuosa vida, eso sí antes no son cazados y eliminados para la obtención de un poder mayor. Una cinta que debió ser más importante y crear un mito – franquicia acorde al gran atractivo y originalidad de su argumento, pero que quedó rezagada irónicamente por sus malas secuelas y su formato “serie b”. Una oscura aventura que incluso en su extraño montaje deja entrever una narración contemplativa y surreal adelantada a su tiempo, y que solo se asemeja en estilo a un “Malick”. Solo puede haber uno.
3 – Troy (Petersen, 2004)
POR EL FETT
Dista de ser un producto de calidad narrativa, pero aludiendo a su espectacularidad, Wolfgang Petersen logra grandes y bellos momentos épicos, en un marco que si logra captar y evolucionar ciertos rasgos del cine épico – clásico de Hollywood. Petersen se luce no solo en las batallas campales o cuerpo a cuerpo (la de Pitt contra Bana es excelsa), sino también dentro del encausamiento actoral, que con todo y sus extravagantes tintes de cabello y maquillaje, logran la pasión y la solemnidad necesaria para crear buenos héroes y villanos, regalando a Cox, a Sean Bean (como Odiseo), Pitt, Bana y O’Toole buenos papeles para sus carreras. James Cosmo también saca buen partido como Glauco, el soldado generalísimo de parte de los troyanos.
2 – Game of Thrones (David Benioff, 2011)
POR EL FETT
Quizá sea Game of Thrones la serie con más claroscuros de la historia. Adaptada de una saga sin terminar y causante de un movimiento mediático fantástico sin precedentes en la historia de la televisión, la serie pudo mantener una brillante calidad hasta su temporada cinco, en lo que era un vaivén de emociones de distintos elementos que encontraban equilibrio y cohesión en el thriller político, foco de la narrativa principal. El problema vino cuando sin material, los showrunners decidieron que el aspecto bélico, social y político cediera su lugar a una simplista fábula de zombies helados, y pues todo se fue a la mierda. James Cosmo, afortunadamente, sería uno de los excelentes protagonistas de las primeras dos temporadas como el comandante de la muralla
1 – Braveheart (Mel Gibson, 1994)
Por EL FETT
Una de las épicas más infravaloradas; una aventura que a pesar de tomarse varias libertades históricas, alcanza picos de excelencia dramática, romántica, actoral y visual en mucha parte gracias al obsesivo y técnicamente brillante trabajo de Gibson como narrador supremo. Si bien el relato usa el viejo truco del sacrifico emocional, es el bien estructurado héroe y su historia de amor y venganza el que brindan la base “sentimental” necesaria para que el espectador comparta la travesía y hasta el dolor de su último grito. La batalla de Sterling sigue siendo uno de los hits directivos más grandes de los 90 y de las batallas en el cine, siendo James Cosmo partícipe de esta y un elemento importante en el desarrollo de Wallace. Sin duda su mejor papel