Las 5 Mejores Películas de James Spader
James Spader no es un símbolo del cine erótico ¡El cine erótico es un símbolo de James Spader!
Antes de convertirse en el “sex symbol” de la juventud y en el Señor Gray de las adolescentes ochenteras, Spader se desempeñó en varios trabajos (instructor de yoga, camarero, chófer de camión), mientras acudía a varios castings. Finalmente, su esfuerzo rindió frutos, comenzando con el pie derecho a principios de los 80, con algunos pequeños papeles en el creciente cine juvenil de la Generación X. La fama llegaría en 1986 de la mano de John Hughes, pero también gracias a su buena presencia física y talento nato, en encausar antihéroes adolescentes, un tanto románticos, un tanto confundidos, y otro tanto con la hormona alborotada. La realidad es que Spader se posicionó como un símbolo de aquella juvenil incertidumbre.
Aunque perdería su encanto físico y constancia fílmica al entrar el nuevo milenio, Spader se las rregló para protagonizar dos de las series más longevas de los últimos años: The Practice, Boston Legal y The Blacklist, papeles que le otorgaron una tríada de Emmys. Así mismo y para los(as) que no están familiarizados con esta máquina sexual, su voz les puede sonar reconocible al haber aceptado el papel de “Ultron” en la saga de Avengers.
Prácticamente ausente del cine desde 2015, y estacionado aún en The Blacklist, celebramos los 64 años de James Spader con sus cinco mejores (y sexuales) películas.
5 – Sex, Lies and Videotape (Steven Soderbergh, 1989)
POR EL FETT
La gran diferencia con sus otras obras es que, a pesar de su obvia novatez narrativa, Soderbergh exhibe un pasional retrato literalmente sobre sexo, mentiras y grabaciones, que notó una chispa de originalidad en un entorno “mini” coral y con un ingrediente erótico y actoral sobresaliente (con Spader incluido). Posiblemente estemos hablando de una de los mejores debuts de todos los tiempos, obra de un chico de 26 años, impresa de un ritmo dominante, intrigante, mórbido e inteligente, y todo esto filmado en tan solo ¡una semana! El mayor valor narrativo del relato es la pasión y compenetración de Soderbergh con sus actores, un grupo de jóvenes “X” sexualmente alborotados.
4 – Pretty in Pink (Howard Deutch, 1986)
POR FLACO CACHUBI
El éxito de Molly Ringwald, recayó quizá en el hecho de ser una chica muy simple, la pelirroja actriz no era ni la mitad de linda de sus contemporáneas –Mia Sara, Jennifer Conelly y ni qué decir de la despampanante Kelly LeBrock– lo que conseguía que se identificara sin problema alguno con las espectadoras de la época. Esa razón quizá sea la que también ayudó al cine de Hughes, siendo relatos más empáticos y alejados de lo artificialidad de otros arquetipos de belleza. En el papel de galán, Andrew McCarthy cumple, sin embargo, es opacado por un actor que posteriormente sería conocido por protagonizar dramas eróticos de mayor trascendencia, entre otras películas fogosas, me refiero a James Spader
3 – Crash (David Cronenberg, 1996)
POR EL FETT
Ganadora del Premio del Jurado, Cronenberg se acercó mucho a Lynch en esta provocadora, morbosa y erótica pieza que de manera irónica podría ser perfectamente etiquetada por su inadecuado título “al español”: Extraños placeres. Su montaje explícitamente sexual fue duramente criticado por un porcentaje importante del público y la crítica, sin embargo hay un sector que no solo la catapultó al culto, sino que incluso también pudo haberse sentido extravagantemente retratado por un Cronenberg que hace una metáfora y énfasis al desapego físico y emocional, siendo más que “sexo”, un choque narrativo brutal hacía las sensaciones más solitarias que pudieran llegar a ser y/o experimentar las personas.
2 – Secretary (Shainberg, 2002)
POR EL FETT
Tan polémica como exquisitamente retorcida, esta divertidísima fábula de romance y sadomasoquismo permitió a James Spader cerrar su proceso de galán enfermizo, mientras del otro lado protagonista vio nacer a una Maggie Gylenhaal tan sensual como dramáticamente inmejorable. El tono ácido con el que incluso comienza el film (al suplir el trastorno de ella con un accidental intento de suicidio) acompaña la estructura de un personaje entrañable y ciertamente foco de atracción y morbo, en una química sublime que desembocará en un giro un poco sorpresivo dadas las condiciones “anti románticas” primeramente descritas por su narrativa. Un cuento romántico revolucionario, cómico y trasgresor, su toque surreal es la cereza del pastel
1 – White Palace (Luis Mandoki, 1990)
POR EL FETT
La película en la que Susan Sarandon sin duda luce más hermosa ¿El suertudo? James Spader. Una mujer que en el “amor” encuentra la manera de sortear su marginada situación económica – social, de repente se ve enfrentada con el posible significado de este, cuando un joven repleto de incertidumbres y hastiado de la hipocresía de su círculo y nivel social, vea en ella la honestidad, fragilidad y transparencia que anhela. Aunque la cinta de Mandoki es lo bastante convencional, incluso para pasar por una proyección de Hallmark, es la química histriónica – erótica entre estos dos, la que ponen de cabeza a toda la audiencia. Con un discurso de crítica social y homenaje a Monroe incluidos