Las 5 Mejores Películas de Jamie Bell
Nacido el 14 de marzo de 1986 y criado en el seno de una familia de bailarines, Andrew James Matfin Bell ha pasado desapercibido para la audiencia promedio, pero sutilmente ha ganado notoriedad por el cuidado de los proyectos que elige (aunque eso no lo ha librado de tener sus errores). Sobresale más como actor de reparto, y aunque parecen lejanos los días en que podía competir contra los más grandes, encontraría refugio en la televisión y el cine independiente, resultando en una carrera discreta, pero interesante. Quién diría que todo empezaría con un rol demasiado personal para él y muy paralelo a sus inicios: un niño que sólo quería aprender a bailar ballet.
Ateo, fanático del fútbol y padre de 3 hijos, celebremos el cumpleaños de este infravalorado actor con sus mejores 5 películas.
5 – All of Us Strangers (Andrew Haigh, 2003)
POR URIEL SALVADOR
Un relato que se vuelve repetitivo después de un rato porque su metáfora sobre el duelo y el retraso de la maduración dentro de la etapa adulta peca de pretenciosa, cursi y melosa, y reduce su historia a moverse entre 2 puntos. Por lo tanto, hay que saber aceptar los términos de su propia fantasía para poder apreciarla bien. Sin embargo, y más allá de la grandiosa actuación de Andrew Scott, quienes levantan la cinta son Claire Foy y Jamie Bell, retratados con una delicadeza que los hace etéreos y dolorosamente reales al mismo tiempo, simbolizando que tus padres siempre estarán ahí para apoyarte, incluso cuando dejen este mundo.
4 – King Kong (Peter Jackson, 2005)
POR EL FETT
El elemento cómico es el que desequilibra la balanza narrativa de este segundo remake ( y un par de secuencias totalmente ridículas en torno a la bella y la bestia), pero es innegable la pasión que despliega Jackson en lo que es una carta de amor a la película que lo hizo dedicarse al cine. Todas sus debilidades pues son solventadas por secuencias trepidantes y altamente entretenidas, de entre las que destacan esos pasajes con los monstruos, dinosaurios y la consecuente eliminación del factor humano, así como también su maravillosa (técnicamente hablando) secuencia clímax, que también logra algunos picos de emotividad dentro de este romance trágico. Bell aparece como uno de los tripulantes del Venture.
3 – Snowpiercer (Bong Joon-ho, 2013)
POR EL FETT
El ensayo sociodemográfico sobre el origen y el ciclo capitalista que propone este film es invaluable, al grado de que no dudaría que alguno que otro político tuviera una copia guardada en la gaveta de su escritorio. Repleta de simbolismos y de una producción artística impresionante, los actores (la sociedad) deberán permanecer unidimensionales ante el verdadero protagonista: un tren de motor infinito donde los supervivientes de la tierra viven bajo un régimen que controla la segmentación socioeconómica, separando por clases (vagones) las oportunidades, cultura y educación de cada estructura, algo así como la realidad. Bell funge como el segundo al mando en la clase baja y su sacrificio es vital para la estructuración de Evans.
2 – Rocketman (Dexter Fletcher, Estados Unidos)
POR EL FETT
En concordancia tanto con el género fílmico como con la personalidad extravagante de Elton John, Fletcher construye un emotivo musical en base al resquebrajamiento emocional de su protagonista, tomando astutamente un solo suceso para desenmarañar con singular agilidad un flashback que combina un intenso drama con un onírico musical, apoyado en números entrañables y una actuación de Taron Edgerton sobresaliente. Si bien como toda biopic deja entrever la debilidad de ciertas estructuras en cuanto a los personajes secundarios, quien sale librado es Jamie Bell como Bernie Taupin, colaborador y mejor amigo del protagonista, que será crucial para su redención y autoaceptación.
1 – Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000)
POR URIEL SALVADOR
Stephen Daldry muestra la realidad de una de las zonas más pobres del Reino Unido y la dificultad que es salir a flote en un medio como éste. Además, tiene valores humanos sobre el entendimiento de un padre conservador hacia los gustos de su hijo, la identidad sexual y los daños del prejuicio familiar, resueltos en un final conmovedor que simboliza el vencimiento de las adversidades familiares y personales. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin la participación de un joven Jamie Bell en una de las mejores y más memorables interpretaciones juveniles de la historia: un chico que no concibe otro futuro que no sea el ballet porque es lo único que lo hace feliz.