Las 5 Mejores Películas de Javier Bardem

Sería muy complicado que Javier Bardem no hubiese elegido el camino de la profesión actoral viniendo de la familia de la que viene. Hijo de la actriz Pilar Bardem y sobrino de uno de los grandes directores del cine español, Juan Antonio Bardem.

Aunque quien no lo conozca (cosa complicada, también les digo) podría pasar por boxeador profesional o jugador de rugby, disciplina, esta última, que practicó llegando a jugar en las categorías inferiores de la selección española. Pero sí, señoras y señores, afortunadamente prefirió la actuación y, honestamente, no le ha ido nada mal. Ha sido galardonado 6 veces en los Premios Goya, 1 vez en Cannes (Biutiful 2010) 1 vez en San Sebastián, 2 SAG y 1 Bafta, 1 Golden Globe y 1 Oscar por su excelsa interpretación en “No Country For Old Men” (2007).

Hasta 1990 no obtiene su primer papel importante en la controvertida y casi pornográfica “Las Edades de Lulú” de Bigas Luna. Un año más tarde Almodóvar llama a su puerta para ofrecerle un papel en “Tacones Lejanos” (1991) y posteriormente repetiría con Bigas Luna para protagonizar “Jamón, Jamón” (1992) junto a Penélope Cruz, que años más tarde se convertiría en su esposa.

Posteriormente protagonizará éxitos de taquilla “Los Lunes Al Sol” (2002) de Fernando León de Aranoa, “Mar Adentro” (2004) de Alejandro Amenábar film que le proporciona una gran fama mundial y un gran reconocimiento por parte de la crítica internacional. Su fama alcanzaría la consolidación gracias a su papel en “No Country For Old Men” (2007) de Joel y Ethan Coen. Luego vendrían “Biutiful” (2010) de Alejandro González Iñárritu, “Loving Pablo” (2017) y la reciente “El Buen Patrón” (2021) (ambas de Fernando León de Aranoa) y donde nos ofrece, en esta última, una de sus mejores interpretaciones.

En Cinescopia, aprovechando que hoy es su cumpleaños, le queremos dedicar este top cinco de sus mejores películas.

¡Felicidades Javier!

Introducción de Mr. Wolf

Bonus – Skyfall (Sam Mendes, 2012)

El Fett

Tal vez la mejor película sobre el agente 007. Mendes construye un thriller (no una película de acción, no una película de aventuras) de una experiencia acogedora y tensa que se va desarrollando de manera única dentro de la mitología de James Bond gracias a un libreto que cumple dos requisitos principales: estructurar a un personaje nunca antes estructurado, y dotar a la historia de un ritmo imprescindible que va a la par de las emociones de un Bond más humano y ciertamente más dramático. Para lograr esto se necesitaba una contraparte antagónica del mismo nivel emocional y que incluso rebasara por mucho la interpretación de Craig, teniendo en Bardem a un complejo villano que sin duda logró el mejor desempeño histriónico de “un malo de Bond”.

Bonus – Mother! (Darren Aronofsky, 2017)

El Fett

La controversial propuesta surrealista es una metáfora de registro espiritual y social, donde su lógica emana de la comprensión de dichos temas gracias a una simbología que progresivamente va creciendo y obviándose, dejando que el espectador resuelva sus dudas dependiendo de su nivel de raciocinio, apertura o negación. En otras palabras, esta es la Biblia según Aronofsky, un logro fílmico mayúsculo e infravalorado que vio en Bardem una proyección de “Dios” tétrica, fría, egocéntrica y encausada por la adoración de sus “visitantes”. Es difícil imaginarse a otro en el papel, lo cual hace que el español se convierta en una pieza fundamental de la narrativa – metáfora, manifestando en un segundo plano una crítica a su culto poco más que magnífica.

Bonus – Biutiful (Alejandro González Iñárritu, 2010)

El Fett

Un producto atípico dentro de la filmografía de Iñárritu, que revela su faceta más sensible y humano en mucha parte también encausada por la poderosa actuación de Javier Bardem. Un drama de tonos paternalistas y que se combina con cierta crítica social sobrada (misma que recala como un obvio elemento de su anterior etapa), lo más destacable de este conmovedor drama es el sentido paranormal que “El Negro” instaura desde su muy entrañable secuencia inicial. A veces Biutiful se siente como si fuera incluso de otro cineasta, y quizá sea ese sea el factor que lo confirmó como un gran director (venciendo a Arriaga como cuando este sacara la absurda “Fuego”). Para Bardem significó merecidamente el reconocimiento de Cannes como mejor actor

5 – Before Night Falls (Julian Schnabel, 2000)

El Fett

Su actor favorito, Al Pacino, tomaría el teléfono para comunicarse con él y así felicitarlo por esta actuación. Ganador de la Copa Volpi de Venecia, estamos hablando de un complejo y completo “tour de forcé” de Bardem para interpretar con gran gracias, empatía y tristeza, al novelista y poeta cubano Reinaldo Arenas, en lo que se convertiría de inmediato en uno de los mejores biopics de los últimos 22 años en mucha parte debido a la naturalidad y sentimentalismo que imprime el español. Una obra sin bien por momentos confusa, al mismo tiempo adquiere un gran valor cultural gracias a sus rico ritmo, diálogos y actuaciones.

4 – No Country for Old Men (Hermanos Coen, 2007)

El Fett

Una modernización del western de lenguaje paciente y lleno de intensidad. Bajo el extraordinario ritmo impreso por los Coen el film se traduce en secuencias largas y detalladas que pasan del suspenso a una trepidante acción, y de los duelos cánones a brillantes momentos de diálogo. Bajo un peculiar guion que no genera un génesis, pero si una introducción de cada uno de los personajes para clarificar y estructurar sus personalidades y motif, la metáfora del más “viejo” que salvaje alcanza momentos icónicos gracias a la sapiencia y paciencia del cineasta bicéfalo y a una serie de actuaciones formidables, incluso con el caricaturizado pero inolvidable villano de Bardem, un ser siniestro que se convierte en una revitalización del gran villano del aún salvaje oeste.

3 – Mar Adentro (Alejandro Amenábar, 2004)

El Fett

Gran logro actoral de Bardem al no solo lograr una compleja y natural introspección psicológica y emocional de su personaje, sino también la empatía hacía con la audiencia dentro de un segundo plano que enfatiza la concientización acerca de la eutanasia y su estatus político y social dentro de nuestra(s) cultura(s). Amenábar evita el culebrón a través de un gran desarrollo narrativo, que inmiscuye tonos de crítica e incluso de suspenso para proyectar de manera fiel el principio y el fin de su protagonista; Bardem por su parte, logrará tocar fibras sensibles y polémicas, sobre todo cuando ambos se arriesguen a un tremendo final que no solo crea conciencia, sino que también no dejará indiferente a nadie. Duro de sacarse de la mente esa extraordinaria actuación (y eutanasia).

2 – Los Lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002)

Por Mr. Wolf

El cine social vende y engancha a partes iguales porque su temática nos toca de cerca a la mayoría, directa o indirectamente. Y dentro de este género se encuentra “Los Lunes Al Sol” tercer film y uno de los éxitos sobresalientes de Fernando León de Aranoa. La trama se centra en una ciudad portuaria sin nombre (rodada en la capital gallega de Vigo) en los años posteriores a la reconversión industrial. Un grupo de colegas que trabajan en los astilleros se han visto abocados al paro súbito, a unas edades maduras, debido a la arrebatadora recesión, letal verdugo en tiempo de vacas flacas. Dos de ellos encuentran una vía de escape, uno regentando un bar (La Naval) donde se reúne toda la pandilla y otro de guardia de seguridad. Javier Bardem, y su personaje de Santa, es el alma máter de este peculiar grupo de proletarios donde los diálogos están plagados de naturalidad, como si de improvisación se tratase en algunos pasajes, generando, así, emociones fáciles pero con una fuerza arrolladora. Hay frases emblemáticas con gran carga política como:

“Dos camaradas viejos de partido se ven, y uno dice a otro:

– ¿Has visto? Todo lo que nos contaban del comunismo era mentira.

– No es peor cosa. Peor cosa es que todo lo que nos contaban del capitalismo era verdad.”

1 – El Buen Patrón (Fernando León de Aranoa, 2021)

El Fett

Inmenso. Un verdadero crack actoral. El crecimiento artístico de Bardem se torna imprescindible cuando uno es testigo de esta abominable y comiquísima deconstrucción, que tanto puede causar la mayor simpatía, como el más alto grado de repulsión, pero sin dejar incluso en su combinación de agradar o aún mejor (¿o será peor?), sentirse identificado con aquel manipulador “Buen Patrón”. Así como en su carrera, Aranoa y Bardem van desarrollando esta doble personalidad con un cuidado tremendo, una narrativa absorbente que nos va trayendo hacía ese espiral de canibalismo social donde solo los(as) más astutos(as) sobrevivirán. Sin miedo a exagerar, Don Julio Blanco debe quedar dentro de los anales fílmicos, como uno de los más encantadores villanos de nuestra era