Las 5 Mejores Películas de Jean-Pierre Melville
El 20 de octubre de 1917 nace el director de cine francés Jean Pierre Grumbach, conocido como Jean-Pierre Melville, precursor de la nouvelle vague y uno de los máximos exponentes del cine negro (polar) de su país sobre todo en la década de los años 60.
Se dice que adoptó el apellido de Melville, debido a la admiración que sentía por el escritor estadounidense Herman Melville, el autor de Moby Dick, pero su afición al cine comenzó desde niño, ya que a los cinco años recibió de regalo un proyector Pathé-Baby una cámara tomavistas de 9,5 mm, con la que grababa a su familia.
La ocupación nazi de Francia durante la Segunda Guerra Mundial fue uno de los hechos que más le influyó a la hora de hacer cine. Durante este conflicto, Jean-Pierre Melville apoyó a la Resistencia. En 1947 por problemas con el sindicato de trabajadores cinematográficos, crea su propia empresa, actuando como productor, guionista, director y editor de su película experimental “Le silence de la mer”.
Tras unos comienzos difíciles, Jean-Pierre Melville comenzó a ser reconocido por realizar una serie de películas, de las cuales la más notoria es Deux hommes dans Manhattan (1958). Ya para finales de los años 50 y principios de los 60 empieza a realizar cintas con la participación de actores de renombre como: Jean Paul Belmondo, Lino Ventura, Alain Delon, Simone Signoret, Michel Piccoli, Stefania Sandrelli, François Périer, Yves Montand y Gian Maria Volonté.
Jean-Pierre Melville fallece el 2 de agosto de 1973, debido a un infarto al miocardio, después de una fructifica carrera. Aquí cinco de sus mejores películas
Bonus – Le doulos (The Finger Man) (1962)
Una de las críticas que Jean-Pierre Melville recibió alrededor de su obra recaía en la romantización del criminal, lo cual es un aspecto superficial e ignorante a la hora de analizarla, pues vale constatar que Melville no buscaba la humanización, sino la exploración de su cinismo, maldad y motivantes detrás no solo de sus crímenes, sino de sus cuestionables interacciones humanas repletas de violencia, no una gráfica, sino más psicológica y fundamentada precisamente en la deshumanización, Quizá no haya mejor ejemplo de dicho manifiesto que esta cinta, propositivamente confusa desde su montaje, pero que maravilla gracias a su seguimiento íntimo de la falta de moral, la traición (poner el dedo) y el rompimiento del código de honor
5 – León Morín, Sacerdote (1961)
Religión y escepticismo, dogma y tentación, la ganadora del León de Oro es un retrato intimista sobre la emancipación de la espiritualidad de parte de una madre viuda que, frente a la invasión alemana a Francia y a su impotencia social y económica, gusta de retar intelectualmente al recto cura de la parroquia en un peligroso encuentro intimo que trascenderá el confesionario para despertar el deseo, no tanto carnal (aunque la seducción está implícita), sino relacional entre estas dos almas en conflicto: una por la presencia del enemigo, y otra sencillamente por la presencia de aquella “amiga” mujer. De grandes diálogos, Jean-Pierre Melville se saldía de zona criminal de confort para ganar uno de los más importantes premios de su carrera
4 – Hasta el último aliento (1966)
Una espiral hacía el infierno y quizá una de las más personales tragedias de Jean-Pierre Melville, el cual logra prácticamente ponerse en el hombro de un criminal que, acabado de salir de prisión, se ve envuelto en una masacre de bandos del que sacará la peor parte, ser el principal sospechoso. La persecución física es solo la excusa para que Melville juegue con su personaje colmándolo de sufrimiento, tragedia y planes caídos, lo que resulta en una tensión abrumadora y seductora gracias al imponente ritmo y ese halo lúgubre, reflejo de su vida – entorno criminal ¿Hay empatía? De cierta manera, pero el director parece mofarse del cinismo y de sus bajos fondos.
3 – El Círculo Rojo (1970)
Jean-Pierre Melville y Delon fueron los samuráis del cine negro europeo, donde tres corrientes se combinarían a lo largo de su fructífera asociación; la primera, las ideologías del guerrero japonés impresas en el honor de la fraternidad y la muerte en la batalla precediendo la humillación; la segunda, los elementos del noir estadounidense que permearían al último factor, la solemnidad de un director venido de la “nouvelle vague” y que, al igual que el “cine negro”, vería una evolución narrativa dentro de su lenguaje artístico. Si bien el estado más puro del noir lo alcanzaría con “El Samurái” tres años antes, en este círculo Melville construiría un relato repleto de una criminal tensión, una tragedia negra y griega para la posteridad.
2 – El ejército de las sombras (1969)
Desde las sombras de la Segunda Guerra Mundial, esta obra maestra de Jean-Pierre Melville bien puede ser condecorada no solo como una de las mejores cintas dramáticas sobre espionaje, sino también como un himno – manifiesto artístico sobre el valor de la resistencia francesa en los tiempos más oscuros. A través de un común ingeniero, Melville va tejiendo una telaraña que se expande hacía dos flancos, el primero, el del escondite del francés, aquel que resistía la ocupación y colaboraba con el aliado; el segundo, el de los captores, cazadores de campos que tratarán de atrapar en la propia telaraña a todos los insectos posibles. Es cruda, es valiente, es arriesgada es un Melville.
1 – El Samurai (1967)
Si el noir vio alguna vez un revulsivo narrativo dentro de su manual y arquetipos, precisamente fue aquí. Una joya construida bajo una progresiva y constante tensión, que deja la moralidad del detective para abraza la frialdad del asesino, bajo la mirada intimista de Melville y la silenciosa pero complejamente emocional personificación de Alain Delon como este samurái, un matón que se debate entre los códigos y la supervivencia, entre su soledad y la esperanza de los sorpresivos y nuevos placeres encausados por una misión accidentada. Jean-Pierre Melville sigue en todo momento a esta figura en una cacería apremiante, donde el detective se degrada y el criminal se ensalza por las aparentes decisiones y sus secretos motivantes, todo revelado hasta el tenso y último segundo