Las 5 Mejores Películas de Joaquín Cosío
Nacido un día como hoy pero de 1962, sin duda Joaquín Cosío se ha convertido en uno de los actores mexicanos no solo más mediáticos y queridos de los últimos 20 años, sino también en una de las exportaciones con mayor talento del cine nacional principalmente hacía con su vecino, Estados Unidos.
Aunque estudió comunicación y periodismo (trabajó como reportero, periodista y se desempeñó en la docencia), Joaquín Cosío descubrió su vena actoral ingresando al teatro en los años 80, pero no fue sino hasta el 2002 cuando comenzó su carrera dentro del cine al debutar en La Habitación Azul. Dos años después llegaría el papel que no solo haría despegar su carrera, sino que lo convertiría en uno de los personajes “pop” de la cultura mexicana gracias a “Matando Cabos”, una pésima combinación entre humor y thriller que resultó ser divertidísima y muy adepta a la idiosincrasia nacional.
Su innegable carisma y talento se irían convirtiendo en un elemento que en la mayoría de las ocasiones lo harían el único o más salvable valor de la película en cuestión, siendo un histrión (si bien adepto a cierto tipo de personaje antagónico) muy capaz de manejar tanto el drama como la comedia con excelente naturalidad.
Ya habiendo experimentado las mieles de Hollywood con apariciones en la saga de James Bond y otros varios blockbusters, sin duda el papel que consagró a Joaquín Cosío fue el del “Cochiloco” en 2010, el cual hizo despegar su carrera hacía una escala que quizá ni él hubiera imaginado, siendo hasta ahora y con casi 100 créditos en su haber, uno de los rostros mexicanos actorales más famosos a nivel internacional
Celebremos los 61 años de Joaquín Cosío con sus 5 Mejores Películas
Bonus – Pastorela (Emilio Portes, 2011)
Por El Cine Actuario
Podrá no ser una película brillante, pero ese estilo serie b de humor negro y mala leche tan opaco con respecto al clásico formato de película ñoña navideña, hace que sea una propuesta bastante divertida y original en comparaciones con las cintas típicas. El conductor de este festival de lo hilarante se llama Joaquín Cosío, quien interpreta a un policía que a fuerzas quiere salir de diablo en una Pastorela (que a la par es un reflejo indirecto de su personalidad), misión que llevará a niveles tan ridículos su odisea rayando en lo cómicamente absurdo. Joaquín Cosío se divierte, se relaja, echa desmadre en esta cinta, a ritmo de una versión latinoamericanizada de “Highway to Hell”, ¿qué más puedes pedir de regalo a Santa Claus?
5 – The Suicide Squad (James Gunn, 2021)
Por El Cine Actuario
En una cinta con un elenco pintoresco y con actores tan experimentados, es un logro que un actor como Joaquín Cosío realice un trabajo que sea contundente y convincente a pesar del poco tiempo en pantalla, y es que verdaderamente a nuestro paisano le crees que es un General que con mano de hierro y a través del miedo ha creado un gobierno totalitario. Y a pesar de que en comparaciones de nuestros “antihéroes”, no tiene ningún super poder o habilidad especial, el poder del terror es suficiente para generar la tensión necesaria para la credibilidad de la historia. Excelente papel de nuestro querido Joaquín que probablemente le abra las puertas para algo en un futuro mucho más grande
4 – Sonora (Alejandro Springall, 2018)
Una amalgama que en papel sería difícil creer que funciona: parte road trip, drama y una pizca de western. Pasamos suficiente tiempo con enfoque en cada uno de los personajes para saber cuáles son los buenos y odiar a los malos, que afortunadamente no son caricaturizados, su nacionalismo se transforma en racismo frente a nuestros ojos aun cuando no podemos simpatizar. Hay mucho drama, alcohol y balazos, y por supuesto Joaquín Cosío, que como siempre resalta dentro de este reparto que se ve afectad por un ritmo bastante inconsistente. Es en esos momentos letárgicos cuando su presencia y los paisajes desérticos de México, salvan de cierta manera esta cinta de índole histórico.
3 – Matando Cabos (Alejandro Lozano, 2004)
Si es buena o no la película de Matando Cabos, no es nuestro tema de discusión, hoy toca hablar del gran Joaquín Cosío, que en esta película despegó como excelente actor secundario. Su personaje, Rubén, alias Mascarita, es una especie de salvador de los protagonistas “el Jake” ( Tony Dalton) y “el Mudo”( Kristoff Raczynski), que se meten en tremendo lio con Oscar Cabos (Pedro Armendáriz Jr). Rubén, una ex gloria de la lucha libre, es un tipo rudo, pero con voz amable y elocuente que sabe desenvolverse en cualquier medio, sin embargo pierde el control cuando lo llaman “Mascarita” sin traer la máscara puesta y eso provoca alguna que otra pelea. Este tipo tan rudo logra inmortalizar la frase “Vamos a tomarnos unos tragos coquetos y pensamos que hacer”.
2 – La Delgada Línea Amarilla (Celso R. García, 2015)
Por Flaco Cachubi
El binomio Damian Alcazar y Joaquín Cosío ha sido uno de los más redituables del cine mexicano en los últimos años, como se comprueba una vez más en La delgada línea amarilla, ópera prima de Celso R. García, cuya trama sigue la ardua y casi titánica labor de cinco hombres encargados de pintar la línea amarilla que separa los carriles de una carretera. Joaquín Cosío alejado de sus papeles habituales como villano, ofrece una interpretación cargada de verosimilitud, manteniendo un tono melodramático adecuado, libre de exageraciones, reflejando el cansancio progresivo provocado por el calor, el trabajo interminable y la sensación de peligro al que están expuestos estos obreros del camino.
1 – El Infierno (Luis Estrada, 2010)
Por El Fett
Una obra polémica que ha envejecido bien, tanto para la gloria del cine mexicano como la desgracia social que sigue acarreando el país. Menor que La Ley de Herodes pero aun así tan cruenta como punzante, los riesgos tomados por Estrada son de aplaudir al situar a esta grotesca e “infernal” situación dentro de un corrosivo, culpable y muy divertido sentido de humor negro, muy, muy, muy negro. Así como en su momento variados personajes de Gavaldón, Rodríguez y Buñuel formaron parte de la cultura pop mexicana, quizá El Infierno aquí logre sobresalir de su Ley de Herodes en el posicionamiento “del Benny” y por supuesto del inolvidable “Cochiloco”, el arquetipo de ese amigo – enemigo del pueblo con Joaquín Cosío en estado de gloria