Las 5 Mejores Películas de Joel Schumacher
El diseñador de vestuario que se convirtió en cineasta, la figura de Joel Schumacher es tan irónica y dual que bien podríamos vivir sin su cine, pero al mismo tiempo una serie de suertes, circunstancias y mediáticos descalabros lo llevaron a posicionarse como uno de indispensables símbolos fílmicos y comerciales de los 80’s y 90’s.
Nacido en Nueva York el 29 de agosto de 1939 y de ascendencia judía – sueca, Schumacher pasaría del vestuario a los guiones y la televisión a finales de los 70, para consecuentemente introducirse en el mundo de la dirección con cintas de corte cómico y/o juvenil. Dejaría rápidamente su labor como guionista para enfocarse en su totalidad a dirigir una seguidilla de éxitos que le darían una posición envidiable como producto del entretenimiento gringo a principios de los 90, etapa en donde también se inicializó en los quehaceres del videoclip.
Sería en 1995 cuando él tomara las riendas de la franquicia de Batman tras la renuncia de Burton, y aunque Schumacher trató de llevar al murciélago hacía sus coloridos, satíricos y cómicos inicios, la crítica acabó fulminándolo, quizá hasta injustamente marcarlo para toda su carrera como un director sinónimo de “fracaso” ¿Si esto no hubiera pasado Schumacher hubiera madurado y entregado mejores obras? Muy posiblemente, pues a pesar de su intermitencia, dentro de su filmografía figuran dos que tres producciones de excelente corte, incluso algunas de ellas clásicos previos a su debacle y a esos polémicos “bati-pezones”.
No volvería a levantar desde aquel funesto 1997 (su asociación con Nicolas Cage sería una de las peores duplas fílmicas en la historia), con muy pocas oportunidades y estrenos mediáticos que poco a poco continuaban alimentando esa leyenda negra a su alrededor. Su último trabajo dató del 2013 cuando se encargó de dos episodios de la serie House of Cards, para fallecer el año pasado a causa del cáncer a sus 80 años.
Habrá que revalorar algunas de sus obras para hacerle justicia a un hombre tildado de “villano” gracias a Batman.
5 – Flatliners (1990)
Tras una dispar doble función “coming of age” con la efímera St. Elmo’s Fire y la loable Lost Boys (de la que hablaremos más tarde), Joel Schumacher se convirtió en un imán de jóvenes promesas, rostros mediáticos que de alguna manera justificaron ante los productores una serie de decisiones narrativas un poco idiotas y hasta mal dirigidas, pero con cierto encanto juvenil que Joel sabía encausar de una manera muy superficial, pero también taquillera. Así pues Sutherland, Roberts, Bacon, Baldwin y Platt se convierten en estos estudiantes de medicina que juegan al horror psicológico y a la ciencia ficción, creando uno de esos ligeros y hasta cierto punto interesantes clásicos noventeros (destinados a la televisión). Hubo un remake abominable y más repugnante que los bati pezones en 2017.
4 – The Client (1994)
Para 1994 y aún sin pisar Gótica, Joel Schumacher era un imán de taquilla y uno de los más inciertos pero prolíficos cineastas estadounidenses. Aquí se asoma ese talento directivo que demostrará tener en las próximas tres a mencionar, creando por momentos un híbrido entre un bien interpretado melodrama familiar y un tenso thriller de tonos judiciales, sin embargo es notable que el interés narrativo se irá perdiendo entre una serie de torpezas y clichés, por lo que no quedará de otra más que dejar todo el peso de la película a una soberbia Susan Sarandon y a un siempre incómodo pero loable Tommy Lee Jones. The Client es pues una mediana cinta de catálogo, bien actuada y que pudo dirigir cualquiera, pero que por suerte (para él) fue Schumacher.
3 – A Time to Kill (1996)
Batman Forever (1995) fue asquerosa, pero aun así nada que no pudiera confundirse con un tremendo tropezón. Antes del “comienzo del fin”, se dio el caso de este olvidado y muy entretenido thriller, muy actual para esta época y en donde su trasgresor tema a pesar de ser “algo” maquillado, funciona en mucha parte gracias a que Joel inserta una serie de intensos momentos y elementos raciales para que la convencionalidad se convierta así en algo tan vertiginoso como sustancial. Nominación al Globo para L. Jackson, esta es una de las razones de aquel cuestionamiento en el que incurríamos en la introducción: “¿Y si Joel Schumacher no hubiera aceptado dirigir Batman?”. McCounaghey también aquí daría los primeros esbozos del histrión que ha llegado a convertirse
2 – Lost Boys (1987)
Una de esas cintas a las que el tiempo les ha hecho un favor, y es que a pesar de que la combinación de horror y comedia puede parecer ridícula, esta no debe ser tomada desde los términos del “terror”, sino más bien como una sátira y/o metáfora sobre la juventud y sus cambios, funcionando mejor bajo la etiqueta de una curiosa “coming of age”. De manera irónica, en este paródico desperfecto es en donde más se asoma “un estilo directivo” (si es que alguna vez existió uno para Joel Schumacher ), y para desgracia también en donde podemos encontrar la respuesta al “¿qué intentó hacer con Batman?”. Pero ¿Por qué funcionaron estos murciélagos y no aquel? Simple, y es que como su título lo indica, esta cinta va de chicos perdidos, mucho más reales que imaginarios.
1 – Falling Down (1993)
Joel Schumacher hizo algo fantástico en su carrera, “Un día de Furia” que no solo se convirtió en un clásico noventero instantáneo, sino también en uno de los relatos “anárquicos” más entretenidos y con un mensaje social verdaderamente complejo ¿o quién no ha soñado algún día convertirse en ese perfectamente humano y demente individuo promedio que encarna de manera soberbia Michael Douglas? Trepidante de principio a fin, la inclusión de Duvall es un elemento del guion verdaderamente brillante, llevando a esta salvaje odisea a transformarse sutil pero verazmente en un thriller criminal cautivante. Uno de las mejores pero también más frescas definiciones de “anti héroe” en el cine, la empatía hacía aquella debacle emocional es palpable ¿Sabían que esta cinta participó en Cannes?
4 Comments
Batman Forever (1995) fue asquerosa, pero aun así nada que no pudiera confundirse con un tremendo tro-pezón
Ba da dum tsss…
Lo mejor fue Los Muchachos Perdidos y Un Dia de Furia, aunque tambien la escena de A Time to Kill donde interrogan a Samuel L. Jackson es formidable…
Jajajaja, buen remate estimado
¿y Flawless…dónde queda?
Es una joya de película!!
mas o menos