Las 5 Mejores Películas de John Badham
John Badham tiene como pinches 40 años sin hacer nada al menos decente, sin emargo fue en los años 80 cuando llegó a consolidarse gracias a un estilo que usaba elementos propios del subgénero de acción en relatos de terror, thrillers, musicales y hasta cintas familiares, incluso llegando a manufacturar dos obras de culto durante aquella década.
Un director que contaba también con una sapiencia comercial interesante. John Badham dotaba a sus relatos de un excelente ritmo, haciendo a sus obras pasajes muy digeribles y repletas de momentos icónicos, algunos incluso resaltando por encima de sus narrativas generales. A pesar de mantenerse en activo hasta 2022, poco a poco su talento e ingenio se fue desdibujando, quedando varado en la pantalla chica con direcciones de capítulos mamarrachos, pero persistiendo aún dentro del rubro de la acción
Celebramos a John Badham con sus Mejores Películas
5 – Saturday Night Fever (1977)
POR EL FETT
A pesar de que John Travolta solo se dedicó a bailar (muy bien), hay algo dentro de esta cinta que exhibe no solo el talento bailarín del “actor”, sino también su innegable dedicación. Y es que Travolta no nació sabiendo bailar, siendo sus primeras prácticas de danza específicamente para este film, creando e improvisando varias de sus rutinas y escenas ¿impresionante no es así? ¿El resultado? Una de las secuencias más legendarias del cine y referente de la cultura pop (e incluso de la historia de los Bee Gees), de donde John Badham parte y saca partido del poco argumento para construir literalmente una pista de disco que se convertiría en una película, por así decirlo. El resultado para bien o para mal, fue legendario
4 – Dracula (1979)
POR EL FETT
Ha pasado a ser una muy apestada versión del vampiro, sin embargo hay ciertos elementos en la adaptación de John Badham que con más curiosidad que calidad destacan, por ejemplo la romantización de Dracula, que a través de un Frank Langella consigue una interpretación de gran presencia y registro dramático; si bien es cierto que el terror es casi inexistente, el tono varia entre el drama erótico y la comedia accidental de un episodio a otro, lo que acarrea las malas críticas, pero también un estilo distintivo de entre todas las adaptaciones del cuento de Stoker. Quizá como película se pueda justificar su olvido, pero por actuación de Langella sale ganando algunos puntos a su favor
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3 – Short Circuit (1986)
POR EL FETT
John Badham casi se pasa de cínico copiando E.T., pero haciéndolo robot. Sin embargo, hay cierto encanto en “Número 5”, el robot, para que él solo cargue con todo el entretenimiento de esta aventura familiar, torpe si, pero también con un excelente ritmo sello característico de su director. En su escape, el robot conocerá a unos personajes que lo ayudarán a no ser una máquina de guerra, y confundido por un extraterrestre, aprnederá la idiosincracía sin lógica de los humanos. Con buenos chistes y momentos, se convirtió en un clásico televisivo noventero, alcanzando cierta fama para que Pixar después copiara el modelo de “Número 5” para Wall-E
2 – War Games (1983)
Por El Cine Actuario
Película infravalorada de John Badham, donde un joven que por accidente accede a una computadora militar encargada de simular, predecir y ejecutar una guerra nuclear (los meros comienzos de Matthew Broderick). En forma de thriller, relata las vicisitudes del uso de la informática para decisiones importantes y de las limitaciones al no tener la parte de la “conciencia”. Con algunos detalles en el guion, es una cinta entretenida, sumamente didáctica en la explicación de conceptos informáticos y de teoría de juegos, creativa y con un desarrollo en sus actos destacable. Mención especial para el apartado de la fotografía. Una oda a la generación de los 80 que trae recuerdos nostálgicos y una película que en cierto sentido se acercó a la realidad, especialmente con el auge de las IA y de los chats automáticos.
1 – Blue Thunder (1983)
Una de las cintas de acción más infravaloradas de los 80; con tintes de thriller y hasta ciencia ficción, John Badham se adentra en una crítica socio política que comprendía el discurso de vigilancia y control de las masas, y que a pesar de caer en ciertas exageraciones, se ayuda de su gran reparto para proveer al relato de una tensión constante y a su vez la credibilidad necesaria para poder mantener el interés de la audiencia. Roy Scheider, Malcolm McDowell y Warren Oates dan tremendas interpretaciones, siendo el último papel de este último, el cual moriría de un infarto poco tiempo después de terminar el rodaje.