Las 5 Mejores Películas de John Goodman
Uno de los rostros más conocidos de Hollywood y la televisión es también el que tiene un record por prestar más veces su vez a personajes animados. Versado en el drama y la comedia, John Goodman se ha convertido en uno de los actores de reparto más queridos gracias a un repertorio de cintas y programas en donde ha tenido la oportunidad de crear e interpretar personajes memorables y hasta de culto.
Nacido un día como hoy de 1952, la infancia y adolescencia de Goodman no sería del todo satisfactoria; su padre moriría a los dos años y el niño – adolescente siempre acarrearía problemas con la autoridad, la escuela y los vicios. Tras ver su carrera en el deporte frustrada por una herida, Goodman decidiría acudir a su otra pasión: la actuación, misma que había experimentado en la propia universidad y que lo llevaría a mudarse y buscar trabajo de mesero, barman y guardaespaldas para poder acudir a los casting que poco a poco le retribuirían en algunas apariciones en comerciales y pequeños roles de televisión.
Debutaría hasta los 31 años en el cine en 1983, pero no fue hasta finales de esa década donde dos eventos le cambiarían el rumbo a su vida: el primero, su primera incursión bajo la dirección de los Coen en Arizona Baby de 1987, convirtiéndole a partir de hoy uno de los actores fetiches del director bicéfalo; el segundo su incursión la legendaria serie estadounidense de humor y drama “Roseanne”, misma que se transmitió durante 9 temporadas de 1988 hasta 1997 (mas una temporada extra especial en 2018). El camino ya estaría asentado para que Goodman se posicionara como uno de los actores más reconocidos desde principios de los 90, completando a la fecha una extensa carrera que abarca más de 160 créditos en el cine y televisión, más otras decenas de obras tanto fuera como dentro de Broadway
Celebremos los 70 años de John Goodman con sus 5 Mejores Películas
5 – O Brother Where Are Thou? (Coen, 2000)
Goodman ha hecho 6 actuaciones al mando de los Coen, todas ellas interpretando a personajes de mentalidad inestable y/o “villanesca”. Destacade entre ellos este rufián y estafador miembro del Ku Klux Klan dentro de esta singular adaptación sobre Homero y la Odisea, una road movie que toma los elementos culturales, artísticos y sociales más comunes de la gran depresión para de manera hilarante desarrollar una metáfora sobre el absurdo modus vivendi americano concentrado en la violencia, el racismo y el sistema criminal. En este viaje onírico los Coen desarrollan una fábula alrededor de la ineptitud y corrupción política, siempre bajo de su tono de humor nato y negro, y en donde Goodman siempre se ha sentido como pez en el agua
4 – 10 Cloverfield Lane (Trachtenberg, 2016)
Es sencillo, y es que sin la presencia de Goodman este thriller psicológico no le hubiera interesado a absolutamente nadie. Aunque el guion de Chazelle ofrece a este concepto su idea más preciada y mejor desarrollada dentro del tono de suspenso, es el veterano actor el que con su presencia inyecta la tensión necesaria a una trama que todos sabemos se irá al carajo hacia su final (nunca terminó por cuajar la combinación de la SF dentro de esta fórmula), pero que se sostiene gracias a su perturbador e impredecible personaje. Una deconstrucción de la figura paterna convertida de un tétrico y amenazador villano, al final el monstruo de adentro termina por ser más terrorífico que lo que se encuentra afuera.
3 – Monsters Inc. (Docter, 2001)
Esta hilarante odisea desprende carisma desde sus primeros minutos, conservando ese aire desfachatado proveniente de Toy Story 2, pero aquí con un triple plus: un mejor argumento, un trepidante ritmo que culmina en una de las mejores secuencias en la historia de Pixar (la persecución en la fábrica de puertas); y finalmente una excelente y emotiva construcción de personajes que a través de las voces de Crystal y John Goodman se materializan en una de las mejores relaciones fraternales dentro de la casa animada. Aventurera en estilo y forma, los monstruos y su espontaneidad coincidentemente abrieron las puertas para que Pixar se arriesgara más allá de sus juguetes (algo que por ejemplo A Bug’s Life no pudo lograr)
2 – Barton Fink (Coen, 1991)
Su pieza más personal y en donde al parecer el protagonista es un híbrido entre sus dos personalidades, los Coen logran que un sucio hotel se convierta en el reflejo paranoico de la presión y el estrés del artista, encarnados de manera surrealista en una presencia (y sentido) homicida que se torna tan siniestra como incomoda en la piel de John Goodman. Por encima de su sátira hacía la industria fílmica y la odisea del escritor, es el símbolo del personaje de Goodman el que no solo imprime todo el rico suspenso a esta compleja obra, sino que también funge como ese vengador del sistema y del absurdo modus del “artista” gringo para consecuentemente causar su liberación y encausar esa “creatividad” ¿El origen autobiográfico del humor negro de los Coen? Quizá
1 – The Big Lebowski (Coen, 1998)
El clímax de la desfachatez y proyección actoral de los Coen desembocó en un instantáneo culto. Escrito especialmente para él, el personaje de Goodman es sin dudas la piedra angular del humor negro del director bicéfalo, un odioso individuo, veterano, de doble moral, violento y a la vez encantador que tiene como único objetivo funcionar bajo la tóxica fraternidad que propone el director y que se desarrolla de manera mágica y fastuosa bajo la química e improvisación con Jeff Bridges ¿La mejor comedia fílmica en la historia? Para su servidor lo es, y en mucha parte gracias a la naturalidad de sus diálogos y situaciones que te hacen creer que este tipo de personas existen e realidad ¿lo hacen? Quizá ese cuestionamiento es la respuesta a este tipo de humor.
2 Comments
Sabes que me has visto en mejores películas, y algunas han sido nominadas al Óscar… pero para ti, siempre seré Pedro Picapiedra.
eso si jajajaja