Las 5 Mejores Películas de John Schlesinger
Uno de los cineastas más injustamente infravalorados en la historia, el británico John Schlesinger comenzó a interesarse en el mundo fílmico dentro del conflicto de la Segunda Guerra Mundial, donde experimentó a la par del conflicto bélico su pasión por la filmación y la producción.
Regresando de la guerra, Schlesinger emprendería una insignificante carrera como actor que poco a poco lo llevaría hacía su objetivo primordial: la realización. Tras dirigir una serie de exitosos documentales , para principios de los 60 Schlesinger se haría de la fama mundial al hacerse apenas con su segunda película del Oso de Oro de Berlín, premio con el cual comenzaría su racha ganadora que incluiría 28 premios, entre ellos varios BAFTA y uno de los mejores premios Oscar de la historia.
Con 22 largometrajes en su haber, recordemos a John Schlesinger con sus 5 Mejores Películas, entre ellas dos de los mayores clásicos de culto en su género
5 – The Believers (1987)
Por Edgar del Valle
Película de terror en base a la historia de un psiquiatra de la policía que en se ve involucrado en un caso de actividades sobrenaturales. Una cinta que se debate entre el thriller psicológico, el drama familiar y el macabro relato sobre brujerías y truculenta magia negra. Para algunos críticos una cinta sobrevaluada y para otros tantos una obra que en su momento no contó con el reconocimiento de la crítica. La cinta no aburre en ningún momento, no necesita de grandes efectos para resultar interesante, contiene escenas ciertamente perturbadoras a comparación de muchas películas del género que se realizan hoy en día. Vale la pena revalorarla como una muy efectiva cinta de terror
4 – A Kind of Loving (1962)
Por El Fett
La crudeza que definiría el cine de John Schlesinger se venía forjando desde su segunda y olvidada cinta, un retrato social y amoroso muy en la línea de la tragedia y el drama del neorrealismo italiano, y que en su desarrollo logra captar de manera atemporal todo aspecto de la relación amorosa “forzada”, aquella obligada por los cánones sociales a permanecer junta por el cumplimiento de ciertas responsabilidades. Muy actual en su temática y realismo, Schlesinger ese mismo año lograría tanto el Oso de Oro como el BAFTA, mismos que complementarían un carrera que siete años después también ser haría del Oscar gracias a la estupenda e inmisericorde Midnight Cowboy.
3 – Darling (1965)
Por Edgar del Valle
Tercer largometraje del realizador británico perteneciente a su cosecha inglesa más experimental y comprometida que la estadounidense, “Darling” está en la inconformista línea del Free Cinema. La película nos narra la vida de una joven y atractiva modelo londinense, una mujer ambiciosa dispuesta a todo para ascender en la escala social. El filme suma drama, romance y crítica social. Elabora una parábola sobre el mito de la felicidad, consiguiendo por su elegancia, parecer menos crítica y corrosiva de lo que en su omento fue. La película tuvo un presupuesto $535 mil y generó por venta de taquillas la cantidad de $12 millones y nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales ganó 16 de ellos.
2 – Marathon Man (1976)
Por El Fett
Repleta de un suspenso realmente tan magnifico como peculiar gracias a su pausado pero preciso ritmo, sinceramente creo que estamos ante la más madura cinta de espionaje y sin duda alguna uno de los mejores thrillers de la historia, repleto de buenas actuaciones y un guion de momentos fastuosos solventado por la triada histriónica de Dustin Hoffman, Roy Schreider (que podría haber sido James Bond sin ningún problema) y leyenda de Laurence Olivier en uno de sus más curiosos papeles, uno que resalta gracias a la increíble e incómoda representación de la maldad cuando el británico haga de un nazi que simbolice de manera libertina la figura del muy conocido Doctor Josef Mengele, “en ángel de la muerte”.
1 – Midnight Cowboy (1969)
Por El Fett
Uno de los relatos más extrañamente trágicos del que uno puede ser testigo y tomando en cuenta los estándares del Oscar, sin duda una de sus más extrañas ganadoras, totalmente fuera de su molde. Déjeme explicarle el porqué. Hay un cierto halo de inocencia que rodea a todo este relato de prostitución masculina y que incluso en su tiempo se atrevió a retar el estatus quo social y la narración al romper por momentos la cuarta pared; dicha falsa inocencia será corrompida por otro cierto elemento inerte de la “idiotez”, la idiotez de dos parias – socios autodestructivos que marchan en sentido opuesto de la redención para encontrar su final, un sueño alejado, imposible y surrealista, tal y como sus pobres y miserables vidas. Una dura joya, con un durísimo final.