Las 5 Mejores Películas de Jonah Hill
Contrario a lo que nos tiene acostumbrados en sus personajes, Jonah Hill es un personaje bastante reservado, de un círculo muy exclusivo entre sus amigas “estrellas”, y que a pesar de que ha logrado un buen posicionamiento, alejado de las luminarias y opinión pública de Hollywood, a la que se refiere como “un lugar repleto de tensión”.
A sus 39 años de edad y con un poco más de 65 títulos entre cine y televisión, Hill irrumpió de manera avasallante dentro de la corriente cómica de Judd Apatow, estelarizando la que quizá sea la “comig of age” cómica por antonomasia de la generación millennial. Si bien su destino y físico “regordete” estaban destinados a ser usados como un soporte dentro del humor, Hill estaría en desacuerdo, primero llamando la atención de variados directores icónicos para participar en un par de películas claves del nuevo milenio, para después incursionar en la dirección con muy buenos resultados y posicionarse a la par como uno de los actores de reparto más eficaces y taquilleros de los últimos 20 años.
Con más de 66 nominaciones en su corta pero sustancial carrera, incluidas dos al Oscar, dos al Globo de Oro y una participación en el Festival de Berlín como director, celebremos el cumpleaños de Hill con sus mejores películas.
Bonus directivo – Mid90s (Jonah Hill, 2018)
Posiblemente muchos de ustedes dejaron pasar esta sorpresiva joyita “coming of age”, que también representó tanto el despertar de Hill como director, como uno de los retratos más fieles del entorno millennial, su contracultura, dialectos y madurez. En base a la convivencia y adhesión a los grupos de amistad, al despertar sexual y a la búsqueda por esa siempre complicada e incierta identidad, Hill sorprende con su madurez narrativa (como si se tratase de un cabrón con 10 películas a cuestas), pues no hay maquillaje ni mensaje moralino en su opera prima, siendo sustituidos por un fluido guion que denota la más pura realidad y el crecimiento emocional de su(s) protagonista(s).
Bonus – This is the End (Rogen, Goldberg, 2013)
Una auto burla no solo a la debilidad actoral, sino a todo al estándar vivencial de la estrella juvenil hollywoodense, que ve reflejado en una peculiar pandilla los excesos de una burda y excesiva existencia que al final significará el giro y el motor de todo su hilarante argumento basado en el fin de los tiempos y en el libro del Apocalipsis. La dupla de directores contraponen los textos bíblicos con un gremio actoral ignorante, viciado y superfluo. De entre todas las excentricidades y excesos de Rogen (Sausage Party, Pineapple Express, entre otras), este cúmulo de buenas ideas cómicas destaca gracias a la propia sátira de sus estupideces, siendo Hill el “buena gente” que se verá poseído de manera gamberra, hilarante y demoníaca.
5 – War Dogs (Todd Philips, 2016)
Philips tuvo una transición de género que le valió la credibilidad necesaria para ser tomado en cuenta en un futuro en proyectos de mayor complejidad. Esta combinación de comedia criminal y thriller basada en recientes y reales hechos reales, madura el estilo humorístico para recrear una química y situaciones de suspenso muy loables en comparación a muchas cintas de su género Los desempeños de Hill, Teller y Cooper son para resaltar, proveyendo a la narración de la veracidad necesaria para que el espectador llegue a empatizar en esta distorsión de emociones y personalidades dentro de un planteamiento gubernamental y comercial no tan conocido ni manoseado por Hollywood.
4 – Don’t Worry He Won’t Get Far on Foot (2018)
Tal vez la cinta menos conocida de Van Sant, con la cual logra un equilibrio casi perfecto entre la tragedia y la redención gracias a la colocación de un ser marginal a la triple potencia. Van Sant y Phoenix no solo nos harán partícipes de una espiral emocional sin retorno (donde la empatía se logra a partir de la redención y no de la tragedia, pues es a partir de esta la negación y la culpa se apoderan de un ente desdeñable y en proceso de transformación), sino también de una actuación física por demás conveniente y hasta ese momento inhóspita para Phoenix. Hill juega un rol fundamental aquí, siendo el guía espiritual y físico de la metamorfosis del protagonista, con una entrañable actuación.
3 – Moneyball (Bennett Miller, 2011)
La genialidad tanto del film, como en particular del desempeño de Pitt y de Hill, es que tanto Miller como sus actores asumen el rol de una compleja expiación a la frustración y/o el fracaso, tan maravillosa y complejamente, que el sutil pero magnífico desempeño dramático encausarán un clímax y escena final por demás cautivadores, dignos de cimbrar la nostalgia y sentimientos. Moneyball es una chulada que funciona tanto como drama deportivo como vehículo paternalista; la química entre estos dos actores, muy distintos entre si, es la que regala este doble sentido, y donde Hill destaca dentro de la parte estadística – deportiva, dando un papel de un equilibrio impresionante entre lo cómico y lo dramático.
2 – The Wolf of Wall Street (Martin Socrsese, 2013)
Retorcidamente ingeniosa, y una de las obras más siniestramente divertidas dentro de la obra de Scorsese ¡Pero ojo! Esto no es una comedia, sino Martin en su estado más puro, lleno de ironía, sarcasmo y humor negro, del más fino para algunos, y más repugnante para otros. La confusión es aceptable, pues el cineasta pugna por una historia cruel de excesos y autodestrucción dentro de un contexto cómico debido a la gracia y la naturalidad con la que se desenvuelve tanto la historia como sus histriones. Es aquí donde DiCaprio y Hill forjarían una química tan genial como despreciable, y en donde Scorsese se aprovecha de dicho talento para proveer la espontaneidad y mejor montaje de su carrera desde Goodfellas. El “Donnie” de Hill es adorable, pero también odioso, muy odioso.
1 – Superbad (Greg Mottola, 2007)
Si una película sobre adolescentes estúpidos y estereotipados funciona, sin duda esta. Gracias a un guion fresco, divertido y lleno de situaciones oníricas, Mottola y Apatow recrean en su vertiginosa e hilarante odisea un coming of age bastante atinado que narra aspectos como la depresión, baja autoestima, el amor y la amistad de tres inadaptados. Un libreto sin pretensiones que prescinde de “casi” todos los excesos grotescos tanto argumentales como visuales de su generación cómica; de entre toda la abundante mierda sobre situaciones juveniles, sin duda Superbad resalta con argumentos sólidos, adultos y hasta complejos si se decide escarbar dentro de su naturaleza cómica. Además, sigue siendo de gran influencia a 15 años de su estreno.