Las 5 Mejores Películas de Josef Von Sternberg
Si bien no es considerado un precursor, el austriaco Josef Von Sternberg asentó muchas de las bases alrededor del drama y el cine de aventuras hollywoodense, siendo una de las figuras centrales dentro de la construcción de la meca en los años 30.
Sternberg trabajó siempre desde dos flancos, el primero, en sus continuos viajes a Europa, movido por el deseo y la nostalgia de una patria que abandonó muy joven; el segundo, desde el lado occidental, donde quizá su mayor aporte sea la importación de su musa, con quien originó una de las duplas artísticas – fílmicas más legendarias en la historia.
Venido de una familia austriaca judía que emigró a los Estados Unidos, como el mayor de sus tres hermanos no solo tuvo una adultez acelerada, sino importantes carencias que lo hicieron tratar de buscar trabajas en ambos lados del atlántico. Todo cambió cuando en 1911 trabajó como aprendiz de mantenimiento en una sala de cine y como auxiliar de proyección, donde se le permitió, entre otras cosas, experimentar con la edición de filmes. Su talento nato y gran inteligencia rápidamente le abrieron las puertas a la industria, donde comenzaría precisamente como editor en 1920
Sternberg haría una gran amistad con Eisenstein, con quien compartiría (y crearía) muchas de las teorías narrativa y prácticas sobre la edición.
Su primera dirección se daría en 1925, sin embargo, no sería hasta la década de los 30, con la llegada del cine sonoro, de su musa (y también su muso), donde el austriaco – americano construiría su leyenda, con un clímax se prolongaría 6 años, y de donde se procrearían algunas verdaderas joyas. Desgraciadamente, su reinado sería fugaz, pues para la llegada de los 40 su figura casi se disiparía por completo.
Recordemos a este gran y olvidado maestro del cine con sus 5 Mejores Películas
INTRODUCCIÓN POR EL FETT
Bonus Morocco (1930)
POR EDGAR DEL VALLE
Ya instalada en los Estados Unidos, Marlene Dietrich volvería a colaborar con el director Josef Von Sternberg, una vez más como una cantante de un antro que se enamora de un miembro de la legión extranjera (un creciente Gary Cooper), en tanto que es protegida por su mecenas, un acaudalado pintor (Adolf Menjou). Tanto el tema como el desarrollo de la cinta quedan absolutamente superadas con la presencia de Marlene Dietrich, quien convierte lo que hubiera sido un “drama épico más” en una película diferente. Sin embargo, es la sapiencia directiva de Sternberg, la que encausó esta marquesina fílmica de lujo para catapultar a Dietrich (y de paso para Cooper) hacía la meca de occidente, obviando el romance la cámara por su musa.
5 – Dishonored (1931)
POR EL FETT
Aunque la cinta tambalea en su credibilidad (algunas situaciones en torno a los secretos de los espías son inclusos muy absurdas y ridículamente obvias para el supuesto secretismo de la trama), no cabe duda que esta cinta, mitad drama romántico, mitad thriller de espionaje, sirvió a Josef Von Sternberg como el acto confirmatorio de su principal escultura: Marlene Dietrich, a la cual moldearía a su imagen (pero no semejanza) e ideología fílmica, filmando también algunas de las escenas más sensuales y recordadas de la actriz. La historia de una viuda convertida en prostituta, y convertida en una agente para espiar a los rusos, es también una de las cintas más influyentes del cine de suspenso y negro (pregúntenle a Hitchcock)
4 – The Devil is a Woman (1935)
POR EL FETT
Ambientada en España, es importante recalcar quizá el mayor aporte de Sternberg y su musa a la narrativa e historia fílmica, y ese es la construcción del arquetipo de la “femme fatale”, previo incluso a la definición del género noir y a la llegada de las primeras cintas formalmente de dicho género. Esta seductora arpía, tan peligrosa como hipnótica, tan frágil como depredadora, fue la que el cineasta se dedicó a estructurar de 1930 a 1936, colocando a Dietrich en distintos entornos y situaciones, para así poder abarcar todas las perspectivas de esta anti heroína del cine. Otro éxito para su corrida y manufactura, el cineasta vuelve a dar una cátedra de edición y ritmo al procrear una de sus últimas joyas de tan solo 80 minutos.
3 – The Docks of New York (1928)
POR EL FETT
Considerada una de las más grandes películas mudas, la importancia de esta cinta no solo radica en ser el primer gran éxito de Sternberg (que le abriría las puertas tanto en Estados Unidos como en el extranjero), sino en efectuar el reconocimiento narrativo de los esbozos del cine negro, al combinar el drama, algunos toques de ácido humor, y finalmente la presencia misteriosa de una mujer “casi fortuita” y ligada a un halo criminal. Así mismo, la maestría en su montaje, fotografía y decorados (el manejo de la luz es impresionante) dentro de aquellos muelles, permitió al director experimentar narrativamente con una trama que sucede en menos de un día y solo en tres escenarios, a la par de que sacudió las buenas costumbres con su sutil pero obvio esbozo de erotismo.
2 – Shanghai Express (1932)
POR EDGAR DEL VALLE
Sin duda alguna que la relación laboral entre este director (Von Sternberg) y Dietrich, se convirtió en una de las duplas fílmicas más exitosas de la época (y de la historia). Un drama que nos presenta a la protagonista realizando todo tipo de tratos, con un grupo de rebeldes chinos, con tal de salvar al hombre que ama y que ha sido retenido como rehén, durante un viaje en tren. Para algunos críticos esta es la mejor actuación de la extraordinaria Dietrich, así como también el pico de calidad narrativa por parte del austriaco. Cabe destacar su cómoda y ágil duración, de poco menos de 80 minutos, y que fue montada íntegramente dentro de un estudio, dando un valor más a la dirección – edición de Von Sterberg
1 – El Ángel Azul (1930)
POR EDGAR DEL VALLE
Producción alemana, con la participación de Marlene Dietrich y Emil Jannings, que cuenta la tragedia de un profesor maduro y solterón que al pretender rescatar a sus alumnos de su asistencia a un centro nocturno de mala muerte (El ángel azul), termina seducido por lo encantos de la cantante del lugar (Dietrich), lo que lo lleva a la humillación y degradación moral. Este es el primer gran filme de Dietrich a los que seguirían otros muchos. Marlene arrebata con su sonrisa y enigmática belleza como “Lola Lola”, convirtiéndola de inmediato en un símbolo sexual de la época. La cinta está considerada como una de las mejores películas alemanas de todos los tiempos, y además, la primera cinta sonora europea en la historia,