Las 5 “Mejores” Películas de M. Night Shyamalan
No, no nos hemos vuelto locos. M. Night Shyamalan, uno de los directores más sobrevalorados e infames de la historia (5 Razzies lo respaldan), apenas le alcanza material para su propio Top ¿Pero cómo es esto posible? Nacido en Philadelphia, hijo de inmigrantes indios y proveniente de una familia con una larga tradición médica, optó por dedicarse al mundo del cine desde el inicio. Estudió en la universidad Tisch School of Arts de Nueva York, para luego abrirse paso con algunos productos olvidables antes de irrumpir con la historia de un niño que ve gente muerta. Después de un par de películas de culto desaparecería para siempre por su ego y pretensión, teniendo un breve regreso de 2015-2019 que no supo aprovechar y volviendo al hoyo del cual no ha salido desde entonces.
A pesar de que nos ha torturado a lo largo de los años con argumentos reciclados, giros de tuerca de lo más absurdos y una ejecución que raya en la comedia involuntaria, también tenemos la culpa de convertirlo en un director maldecido. La gente malinterpretó su primer gran éxito como lo que no era, y desde entonces, se ha crucificado toda su filmografía. Esto no quiere decir que debamos perdonar sus equivocaciones, pero hay algo de valor en hacer una película tal como queramos que sea (aunque salga mal). Un estilo que suele ambientar sus historias en su ciudad natal (con cameo suyo incluido), que utiliza el color rojo para desvelar pistas o momentos clave, y con matrimonios en crisis o que ya tuvieron un final trágico, con la participación de James Newton Howard como compositor de cabecera.
Podemos odiarlo más que amarlo, pero quien fue alguna vez llamado “el futuro Spielberg” al menos tiene algo de visionario y no deja a nadie indiferente. Por eso, le damos un pequeñísimo reconocimiento a M. Night Shyamalan
Bonus – The Visit (2015)
POR URIEL SALVADOR
Financiada con la hipoteca de su casa y sin salir de su estilo, Night Shyamalan adquiere de nuevo esa mediana credibilidad con un producto que abandona los trucos visuales y se centra sólo en su astucia como narrador de horror y suspenso. Si bien la historia de nuevo es predecible, sabe crear una atmosfera de tensión y suspenso que logra sorprender por la incomodad de su improvisada puesta en escena. Con un reparto totalmente desconocido alejado del star system que suele rodearlo, pero todavía llena de inverosimilitudes, queda como un prometedor reinicio a su carrera que no supo sostener.
5 – Glass (2019)
POR URIEL SALVADOR
La más débil de la trilogía Eastrail 177, ya sea por los graves errores narrativos y de dirección (la acción es torpe y recae demasiado en la exposición), porque sus antecesoras la opacan por completo o simplemente no es tan interesante como aparenta. Aun así, logra ser un ejercicio arriesgado en la deconstrucción del subgénero al jugar con las expectativas y evadir las convencionalidades con un par de sorpresas, incluso cuando no siempre dan resultado. A pesar de tener muchos fallos, Night Shyamalan propone un viaje diferente al usual, perteneciente a una época pre-MCU, muy alejado de los reflectores o los trajes de colores, y que tiene material para ser revalorado a futuro.
4 – Signs (2002)
POR EL FETT
La que sin duda fuera (y quizá será) una de las mejores cintas de Night Shyamalan, una obra que a pesar de su horrendo final y un mensaje moralino – religioso casi insoportable, es capaz de mantener casi en la totalidad de su metraje una tensión creciente y asfixiante, aderezada también con una tríada de momento escalofriantes, y por supuesto, una manifestación natural de comicidad familiar gracias a la correcta estructura e interacción entre sus personajes. Si se reescribiera el final (en un hipotético “corte del director”), nos quedaría una excelente pieza de horror psicológico cimentada en excelentes actuaciones, las cuales proveen de credibilidad al relato, simbolizando la redención expuesta por su director.
3 – Glass (2016,)
POR URIEL SALVADOR
La cinta más convencional de Night Shyamalan puede pecar de exagerada y caer en los mismos vicios de su carrera, pero también puede presumir de ser una de las pocas películas de superhéroes que narra el origen del villano. El suspenso está llevado bien y a buen ritmo, logrando que por momentos sea capaz de transmitir una buena dosis de tensión y miedo en mucha parte por el grado de conexión y empatía entre el antagónico y su presa. Si bien no resalta en nada fuera de la grandiosa actuación de James McAvoy y la ambientación claustrofóbica, hay algo de cierto en su mensaje: quienes más han sufrido valoran mucho más las cosas simples de la vida.
2 – The Sixth Sense (1999)
POR EL FETT
Film que a la fecha ha sufrido el paso del tiempo colocándolo como un producto de cierta sobrevaloración (quizá por el denigrante declive narrativo de su director), sin embargo hay que aceptar que estamos ante uno de los ejercicios de terror dramáticamente mejor logrados y provistos de un suspenso elogiable, que incluso en ciertos momentos no sigue la típica fórmula del género para poder asustarnos de forma más auténtica. Si bien Haley Joel Osment se come toda la película (en serio ¿qué carajos le pasó a ese escuincle?), Willis es el que lleva el hilo conductor del film con mucha dignidad hasta llevarnos a ese devastador giro de tuerca que en su momento nadie vio venir. La sobrevaloración sería víctima después de toda la filmografía del director.
1 – Unbreakable (2000)
POR URIEL SALVADOR
La mejor película de Night Shyamalan utiliza idénticos aspectos de su película anterior (inclusive el orden de su trama), pero no sólo la mejora en todo, sino que plantea un concepto sumamente innovador como punto de partida: la mitología del superhéroe ambientada en el mundo real. Así, adapta con mucha inteligencia los tropos del subgénero, y junto a un encuadre preciso que simula las viñetas de un cómic, resulta en una sincera carta de amor a esas historias que nadie se atrevió a hacer, con un héroe y villano que valen la pena conocer. Una obra de culto cuyo mensaje no trata sobre cómo los superhéroes podrían ser reales, sino de por qué necesitamos la ficción para sobrellevar el día a día.