Las 5 Mejores Películas de Maurice Chevalier

Sin duda alguna, Maurice Chevalier tiene un lugar especial en la historia del cine y la música popular. No sólo por el impacto que tuvo en el cine francés y hollywoodense de los años 20’s y 30’s del siglo pasado, sino porque su legado se extendió de ser el protagonista de muchas de las más exitosas películas de la taquilla, a ser también uno de los cantantes más escuchados de aquellos años, hasta llegar a convertirse en una efigie clásica y en un ícono de la cultura francesa y mundial.

Nacido en París en 1888, en el seno de una familia de clase trabajadora, Maurice Chevalier buscó desde pequeño alcanzar su sueño de ser cantante, debutando a corta edad en los cafés parisienses y dando el paso al teatro de revista musical. Sin embargo, al ser enlistado en el Ejército Francés durante la Primera Guerra Mundial, Chevalier llegó a ser herido y fue prisionero de guerra por más de dos años en campos alemanes, donde aprendió a hablar inglés, lo cual en el futuro catapultaría su carrera.

Maurice Chevalier  sería invitado en 1928 a incursionar en el cine estadounidense, en los albores del cine sonoro, donde su particular acento, su melodiosa voz y su magnética personalidad lo convertirían en uno de los actores más populares y taquilleros de esa época.

Al pasar de los años, su personalidad fue siempre inmutable, llegando incluso a una edad avanzada a seguir representando al clásico y encantador dandy y a convertirse en un ícono de “todo lo francés”. El impacto cultural de Maurice Chevalier trasciende su época. Habiendo sido dos veces nominado al Óscar como Mejor Actor, la Academia le concedería en 1958 un Oscar Honorífico por sus contribuciones al arte y al entretenimiento.

Maurice Chevalier fallecería en 1972, no sin antes dejarnos, por ejemplo, el maravilloso tema principal de “Los Aristogatos” de Disney. Aquí sus 5 mejores películas.

 

5 – Romance al Atardecer (Love in the Afternoon. Dir. Billy Wilder, 1957)

Romántica y elegante comedia que, en un entorno parisino, tiene a Gary Cooper como un muy maduro playboy quien intenta seducir a una muy joven violonchelista, sin saber que el padre de ella es un investigador privado que sigue sus pasos. El encanto y sofisticación de esta comedia son palpables, Wilder buscó rendir así un homenaje a las comedias de su maestro y mentor Ernst Lubitsch, utilizando incluso a Maurice Chevalier (quien actuó en varias películas de Lubitsch) como el detective y padre de Arianne, interpretada por una siempre delicada y adorable Audrey Hepburn. Representó también la primera colaboración de Wilder con I.A.L. Diamond en el guion.

 

4 – Una Hora Contigo (One Hour with You, Dir. Ernst Lubitsch & George Cukor, 1932)

Comedia musical de la época Pre-Code, cuenta la historia del atractivo y encantador Doctor André Bertier (Maurice Chevalier), quien vive asediado por las féminas, pero que es fiel a su mujer, hasta el momento en que aparece Mitzi, una amiga de ella quien hará tambalear la devoción del doctor por su esposa. El toque Lubitsch se hace presente en un tratamiento inteligente, brillante y lleno de clase de cada una de las escenas, donde las insinuaciones sexuales son tratadas de forma velada pero divertida. Desde las secuencias con la policía persiguiendo a los amantes en parques públicos, hasta los maravillosos números musicales rompiendo la cuarta pared y los cínicos e ingeniosos diálogos alrededor de la fidelidad y el matrimonio, hacen de esta una muy disfrutable experiencia.

 

3 – Gigi (Dir. Vincente Minnelli, 1958)

Repleta de elegancia y clase, Gigi se convirtió en uno de los musicales más recordados de la época de oro del género, en manos de uno de los directores que más clásicos le aportó. La alegría se transmite a través de la historia de Gastón Lachaille, un rico y carismático playboy quien encuentra en Gigi a una joven quien, en su tránsito hacia la madurez, logra conquistar su corazón, pasando de una amistad inocente hacia la pasión. Leslie Caron transmite toda la dulzura e ingenuidad con un toque de rebeldía en su interpretación, mientras que Maurice Chevalier dota de picardía y humor a la trama. Las canciones, la cuidada fotografía, la escenografía y los vestuarios hacen de este un musical épico y fastuoso que, sin embargo, no sobreviviría al escrutinio de los tiempos actuales. Sí, es un producto de su época, y aún así: “Thank Heaven for Little Girls!”.

 

2 – El Teniente Seductor (The Smiling Lieutenant, Dir. Ernst Lubitsch, 1931)

Comedia musical romántica que uniría por tercera vez a Lubitsch con Maurice Chevalier (de un total de cinco colaboraciones). En ella, el francés interpreta al Teniente “Niki”, quien se enamora de una violinista vienesa y quien, al sonreírle a esta en un desfile, por error se interpreta que le ha sonreído a la poco agraciada Princesa Anna y es obligado a casarse con ella. .La maestría de Lubitsch para las transiciones, las insinuaciones sexuales y los diálogos son patentes. Como dato curioso, este film estaba considerado como perdido hasta que fue hallado en Dinamarca en los años 90’s. La secuencia con Claudette Colbert cantando “Jazz up your lingerie” fue una de las que propició la posterior censura impuesta por el Código Hayes. Nominada al Oscar como Mejor Película de su año.

 

1 – El desfile del amor (The Love Parade, Dir. Ernst Lubitsch, 1929)

Una de las primeras películas sonoras y, por ende, de los primeros musicales de la historia. El conde Renard (Maurice Chevalier) es repatriado al reino de Sylvania tras ser públicos sus múltiples enredos amorosos en París. Al llegar a su tierra natal y mientras espera el castigo que le será impuesto por la joven (y preocupantemente soltera) reina, logrará seducir a esta para desposarla, pero se enfrentará a un cambio de estilo de vida al que no le será nada sencillo adaptarse. Plagada de innuendos picarescos, siempre llevados con clase y delicadeza por su director (el maestro Lubitsch), el guion presenta una atractiva batalla de sexos y de roles sociales, aderezada con deliciosos números musicales y con el encanto tanto de sus protagonistas como de los personajes secundarios. Recibiría 6 nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película.

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Acerca del autor

Jose Roberto Ortega    

El cine es mi adicción y las películas clásicas mi droga dura. Firme creyente de que (citando a Nadine Labaki) el cine no sólo debe hacer a la gente soñar, sino cambiar las cosas y hacer a la gente pensar mientras sueña.


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