Las 5 Mejores Películas de Melvyn Douglas

Ganador del Oscar, del Globo de Oro y del Tony, el extraordinario Melvyn Douglas mantuvo una calidad imprescindible en su carrera desde los años 20 y hasta finales de los 70. Participante de ambas Guerras Mundiales, su educación teatral prontamente se vería recompensada por una industria fílmica naciente, aprovechando su talento y gran porte para interpretar una buena estela de personajes, pero sobre todo aquellos que experimentaban una conmovedora conversión ideológica y gradual frente a conflictos por lo general relacionales.

Participaría en más de 110 títulos entre cine y televisión, brillando sobre todo en la década de los 30, y posteriormente en los 60 y en los 70. Lo recordamos con sus 5 Mejores Películas

 

Bonus – The Americanization of Emily (1964)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Provocadora e incitante, esta historia sobre los absurdos de la guerra y las incertidumbres del amor, cuenta la historia de los días previos al desembarco en Normandía, enfocándose en otra invasión: la de los soldados estadounidenses en la sociedad británica y la inmoralidad que trajeron consigo, particularmente la de Charlie, un teniente que huye a cualquier peligro, pero que no puede evitar caer en el mayor riesgo posible: las mujeres, Andrews interpreta de forma impecable a Emily, una mujer inglesa que arrastrará a Charlie y al resto de la comandancia a misiones peligrosas y carentes de sentido. Con un reparto inmejorable, que lo mismo incluyó a James Garner que a Melvyn Douglas y James Coburn, es esta una historia inteligente, satírica y en exceso cínica.

 

Bonus – Billy Budd (Peter Ustinov, 1962)

POR EDGAR DEL VALLE

En esta cinta nos encontramos a Ustinov como guionista, director y actor de un relato de las guerras napoleónicas de 1797, en donde dentro de un buque inglés, un joven recluta forzado a participar en la guerra, se gana la simpatía de la tripulación, lo cuál no soporta el suboficial de armas. Con reparto de primer encabezado por Robert Ryan, Terence Stamp, Melvyn Douglas y el propio Peter Ustinov, la cinta recibió cinco nominaciones a los premios BAFTA, incluido la mejor película. Una de las obras más infravaloradas y menos conocidas de este gran actor como director, y que representa a las fechas una de las mejores coaliciones entre el cine de aventuras, el drama y un sentido narrativo bélico imprescindible.

 

5 – Hud (Martin Ritt, 1963)

POR EDGAR DEL VALLE

Una muestra de cine comprometido por parte del director, en una cinta que deja ver el idealismo en contra de un sistema capitalista que propone un choque de intereses. Douglas ganaría su primer Oscar al interpretar al idealista y orgulloso patriarca de esta familia resquebrajada por los pecados y el alcoholismo del hijo mayor, en una historia de vena paternalista que evidencia también el virtuosismo y sensibilidad directiva de Ritt, a la orden de temas sociales complejos. Una historia profundamente humana, un drama sureño con ciertos toques de western que deja en claro la sensibilidad y gran conexión actoral que mantenía hacía con sus actores

 

4 – I Never Sang for My Father (Gilbert Cates, 1970)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

3 – Captains Courageous (Victor Fleming,1937)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Esta épica de aventuras juveniles cuenta la historia de Harvey, un niño rico y mimado quien, tras haber caído de un transatlántico, es rescatado por Manuel, un pescador quien lo toma bajo su tutela y lo suma a la tripulación de un barco pesquero, donde su riqueza y posición social de nada le sirven y en donde aprenderá sobre compañerismo y el valor del trabajo duro. Los valores de producción son altísimos, destacando una prodigiosa edición y fantásticas escenas de barcos en medio de las tormentas. Respaldada en actuaciones de primer nivel y en una dirección sobresaliente por parte de Fleming, la película no es sólo recordada por su acción, sino por ser una de las mejores películas familiares jamás filmadas.

 

2 – Being There (Hal Ashby, 1979)

POR EDGAR DEL VALLE

Sellers da vida a Chance, un hombre que toda su vida se la ha pasado cuidando el jardín de una mansión y viendo la televisión, al cual le cambia la vida al morir su patrón y verse desempleado. A pesar de ser un hombre analfabeto e ingenuo, o quizás por eso, es capaz de convertirse en toda una personalidad. La actuación de Sellers es capaz de dar credibilidad a un encantador personaje que en muchos sentidos pareciese increíble, pero lo de Douglas también es de otro nivel, como el político influyente, influenciado por el humanismo de Chance. Hashby logra su más icónica cinta, repleta de humor negro y una (burla) crítica hacía el sistema político y la sociedad americana.

 

1 – Ninotchka (Ernst Lubitsch, 1939)

POR EL FETT

Una de las comedias más deliciosas, críticas y políticamente incorrectas de todos los tiempos (si es que conservas los ideales de Stalin), Ernst provee a la grandiosa Greta Garbo de un entorno sociocultural de ensueño y de enredos cuando una agente comunista, en su viaje a París para rescatar a tres camaradas del capitalismo, ella misma se ve embelesada por los encantos de la capital francesa (simbolizados por un tierno e irresistible caballero en la figura de Melvyn Douglas). La sátira socialista será la base de una serie de carcajadas inapropiadas que incluso hasta la fecha resultan tan actuales como atemporales dentro de su mensaje anticomunista, pero, sobre todo, la agente Ninotchka permanece como uno de los símbolos cómico – románticos más sensuales e importantes.

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