Las 5 Mejores Películas de Miranda Richardson
Miranda Richardson, afamada actriz del cine, la televisión y el teatro británico, se posicionó en su momento como una excelente actriz de reparto, logrando a través de sus carrera casi una venintena de premios y el doble de nominaciones, incluyendo un par para el Oscar.
Para la mayoría, Miranda Richardson puede ser reconocible a través de su papel de Rita Skeeter en la saga de Harry Potter, pero para los que si saben, sin duda su gran maldad en aquel juego de lágrimas fue el papel que la definió dentro del mundo fílmico.
Aunque se retiró prácticamente de la pantalla grande en 2017 (aunque tuvo una aparición muy fugaz en 2020), Miranda Richardson sigue en activo en la televisión y como actriz de voz para variadas cintas animadas hechas en su mayoría para Netflix. Celebremos sus 67 años con sus Mejores Películas
Bonus – Sleepy Hollow (Burton, 1999)
POR EL FETT
Sleepy Hollow, para algunos, rectificaría el camino de Tim Burton, y no habría equivocación alguna, si nos referimos el tono sombrío y el implícito humor de sus obras anteriores, sin embargo, la calidad narrativa del excéntrico autor presentaba una disminución escandalosa en una trama predecible y presuntuosa de misterio que logró apenas una secuencia final que, aunque memorable, no pudo soportar una trama insulsa y con empobrecidos desempeños histriónicos. Aunque el cameo de Christopher Walken, la sensual presencia de Ricci y el giro de tuerca alrededor del personaje de una muy correcta Miranda Richardson ayudan, su estatus ha quedado un poco relegado debido a la narrativa caricaturizada de sus eventos
5 – Spider (Cronenberg, 2002)
POR EL FETT
Un thriller psicológico que no distingue la realidad de los meros pensamientos: al dejar el psiquiátrico y acudir al asilo, nuestro protagonista será vapuleado por una serie de retazos mentales que lo refieren a la infancia, con una brutalidad narrativa en la que Cronenberg parece visualizar a la perfección esa trágica y loca odisea sin un rumbo fijo o peor aún, esperanzador. Fiennes es el vehículo o traje de este viaje mental, y Miranda Richardson será quizá la causa de aquella perturbada telaraña, par de geniales actuaciones en este estudio sobre las causas y las consecuencias de una metamorfosis, en este caso de índole metal. Una cinta muy recomendada, aunque un poco olvidada (injustamente) dentro de la filmografía de su director y actores
4 – The Hours (Stephen Daldry, 2002)
POR EL FETT
Tres historias se entrelazan a partir de un texto de Virginia Woolf, mientras Daldry va y viene de cada una de ellas con una habilidad narrativa majestuosa, y que ha posicionado a esta como uno de los últimos y rotundos clásicos contemporáneos. A partir de aquella trágica, férrea e inerte escritora, con su cigarro en una mano y la pluma en la otra, el director da rienda suelta a este tejido atemporal de emociones y pensamientos; los simbolismos dentro de su vestuario, duelos, flores y monotonías de época dan pie a una serie de interpretación de método monumentales (Miranda Richardson como la hermana de Virginia Wolf está impresionante), excavando dentro de la psique y forjando uno de los mejores remanentes de la filmografía de temática feminista.
3 – Tom & Viv (Brian Gilbert, 1994)
POR EL FETT
Segunda (y última) nominación de Miranda Richardson al Oscar como la esposa del poeta inglés Thomas S. Eliot en esta biopic que basa su cierta eficacia precisamente en el personaje que interpreta la actriz, siendo ella el foco narrativo en el que descansarán todo el drama y motivos del protagonista, cuando esta sufra de cambios abruptos de humor y personalidad debido a ciertas enfermedades aún “sin causa” certera en los tiempos de la Primera Guerra Mundial. Aunque cliché y viciada por todos los factores de una biopic del canal Hallmark, las actuaciones de Willem Dafoe y Richardson la convierten en un vehículo interesante al también surtir cierta crítica sobre el clasismo y la segregación social
2 – Damage (Louis Malle, 1992)
POR EL FETT
Uno de los dramas de naturaleza erótica más famosos de los 90. El cuestiomable relato por momentos no encuentra su equilibrio entre ser algo totalmente crítico (y hasta ridículo) hacía la sociedad aristócrata, y lo pasional, tampoco llegando a ser tan “sexual” como pretende. La misma disparidad se repite en sus actuaciones, donde Binoche pierde en su sobreactuación ante sus co estelares, entre ellos un Irons que conserva la sofisticación que pretende el relato, y Miranda Richardson que se haría de su primera nominación al Oscar como la esposa engañada. Aunque el relato sobre un padre que desea y quiere dejar todo por la prometida de su hijo, alcanza buenos e intensos momentos dramáticos, nunca acabó por convencer al público
1 – The Crying Game (Jordan, 1992)
POR EL FETT
Una cinta que como su título lo indica, es un juego de géneros que requiere la aprobación ideológica de su espectador para someterse a la misma piel de su protagonista, un hombre aterrado y trágico que deberá aceptar sus cambios intrínsecos debido a las circunstancias que sus mismas decisiones han forjado. Para muchos Neil Jordan divide su film, primero en un thriller y luego en oscuro romance, sin embargo creo que dicha apreciación no le hace justicia a esta obra que podríamos resumir como la aceptación de dos seres complementarios que actúan en consecuencia a su placer y deseo por sentirse plenos, haciéndole frente a las pesadillas que los persiguen, ya vengan estas de la parte criminal o de la misma sociedad. Miranda Richardson se roba la pantalla cada segundo que aparece.