Las 5 Mejores Películas de Paul Schrader
Parece increíble, pero debido a una estricta educación calvinista, Paul Schrader vio su primera película hasta sus 18 años, inmediatamente enamorándose del séptimo arte y convirtiéndose en un crítico con variadas publicaciones y análisis. Comenzaría su carrera como guionista junto a su hermano, Leonard, llevando a cabo su primer trabajo “Yakuza”, el cual ganaría renombre gracias a la manifestación directiva de Sydney Pollack.
Poco tiempo después comenzaría la gran asociación con Martin Scorsese, la cual llegaría a ser una de las duplas creativas fílmicas más grandes de todos los tiempos al procrear tres de las más grandes obras maestras con la firma del cineasta. Desgraciadamente y tras su cuarta comunión en 1999, las diferencias creativas los llevarían al divorcio, dando término a su gran época dorada como guionista y director.
Así mismo, Paul Schrader ha experimentado con excelentes resultados dentro de la silla directiva, y aunque su calidad no se compara a su trabajo en el guionismo, aquel personaje en una espiral de auto destrucción seguiría siendo su sello autoral, con variados simbolismos y mensajes religiosos y/o espirituales que se convertirían muchas veces en el arma principal dentro de una sociedad putrefacta y que siempre juega un rol antagónico y de conflicto para su trágico y complejo antihéroe.
Revisemos lo mejor de la filmografía de este extraordinario guionista, buen director, que se encuentra cumpliendo 78 años.
Bonus – Bringing Out the Dead (Martin Scorsese, 1999)
POR EL FETT
Uno de los filmes menos afortunados de Scorsese, irónicamente se convierte en uno de los mejores papeles dramáticos de Cage, el cual ya le tenía tomado la medida a este arquetipo de personajes auto destructivos y solitarios. El principal valor de la cinta es que lúgubre dirección de Scorsese se centra precisamente en la psique del personaje, sin una temporalidad clara y en una espiral de decadencia que conecta con la audiencia de manera tensa y desesperanzada. Los esbozos de cruel humor, pizca de genialidad del guionista Paul Schrader, son toques que también ensalzan la estructura de la narración y de tan triste personaje. Cage se merecía al menos otra nominación al Oscar por esta película
5 – First Reformed (Paul Schrader, 2017)
POR CLEMENTINE
En esta cinta podemos ver un esquema similar a muchos de los proyectos en los que ha trabajado anteriormente Paul Schrader, sin embargo, en este relato consigue que borremos cualquier idea preconcebida que tengamos de la historia. Lo que comienza como un relato familiar en algún poblado pequeño, termina siendo una verdadera denuncia contra las ideas radicales que invaden la sociedad actualmente, llegando incluso a ser una verdadera llamada de atención para anteponer siempre la razón como entendimiento comunitario ante muchos de los problemas que nos aquejan en estos días. Hawke consigue embalar una actuación formidable, manteniendo un dualidad compleja y comulgando con el estilo de Paul
4 – Affliction (Paul Schrader, 1997)
POR EDGAR DEL VALLE
Producción estadounidense, dirigida por Paul Schrader contando en el reparto con Nick Nolte, James Coburn, Sissy Spacek y Willem Dafoe, entre otros. La cinta es un drama psicológico que trata sobre un policía mediocre y menospreciado (Nolte), que mientras investiga un posible asesinato, trata de recomponer su relación con su padre alcohólico y dominante (Coburn). Aunque mucho del colosal nivel dramático se lo termina llevando un tétrico e inmenso James Coburn, es Nolte y su emocionalmente frágil e impulsivo papel, el que marca el ritmo y la nota en esta deconstrucción sobre la mediocridad humana y los traumas infantiles – juveniles jamás resueltos. La química entre estos dos es literalmente “monstruosa”.
3 – The Last Temptation of Christ (1988)
POR EL FETT
La magistral adaptación de Scorsese es tan sugerentemente humana como poéticamente milagrosa, logrando captar “el lado mortal” de Jesús con una naturalidad vigorizante, mientras el “Mesías” piensa (como todo humano) en los pormenores de un futuro alterno dejando su elemento divino de lado a escasas horas previas de morir en la cruz. Si bien la suposición ficticia es sumamente enriquecedora, Paul Schrader logra captar a un Jesús tal y como debió ser (independientemente al dogma de fe que adoptó la religión): social, influyente, de poder expresivo y presencia física que con el paso del tiempo fue perfeccionando en su lenguaje; un Jesús por momentos confundido, pero creíblemente humano, no cabe duda que Schrader imprimió mucho de su psicología y educación calvinista en este relato.
2 – Raging Bull (Martin Scorsese, 1980)
POR EL FETT
Aquí no hay concesiones, misericordia o expiación, sino humillación, dolor físico, mental y espiritual, factores clave en el estilo de Paul Schrader y que bajo el foco intimo alcanzado por Scorsese se torna maravillosamente incómodo, logrando entablar una introspección casi documental, ingresando al ring, al sudor de los boxeadores, al humo del cuerpo humano y del tabaco, a los reflectores, a los conflictos y demonios de su protagonista, en una caída en picada libre sin ningún colchón narrativo que amortigüe el golpe; un fulminante jab que debe ser considerada como una de las piezas invaluables de la cinematografía, obra de un binomio artístico que en un lapso de cuatro años alcanzaría un pico de calidad fastuoso.
Taxi Driver (1976)
POR EL FETT
Sucia, oscura, un retrato de la escoria que habita en la sociedad, así es esta joya atemporal y adelantada a su época. Schrader y Scorsese definen un arquetipo de antihéroe único en el cine, un mundano y común taxista nocturno que sufre de insomnio y que progresivamente se va transformando en un vengador anónimo al ver toda la podredumbre social y política de su entorno; no es un héroe, tampoco un villano, sino un complejo humano que persigue un objetivo: aportar su granito de arena para transformar su aberrante ambiente en un lugar mejor para vivir. La asociación con sus criaturas de la noche y la red del bajo el mundo de la prostitución infantil, hasta los confines de las figuras políticas que son representadas como simples marionetas, este vengador de la posesión mental y de la hipocresía no está tan loco como parece.