Las 5 Mejores Películas de Quentin Dupieux
Conocido también como “Mr. Oizo” en la escena musical europea, al primero posicionarse como uno de los músicos más importantes de la música electrónica a finales de los 90, Quentin Dupieux adoptaría al cine como su segunda plataforma artística, manifestándose como uno de los cineastas más disruptivos de las últimas dos décadas.
Su discurso surrealista cambia de forma pero no de contexto, siendo una crítica social hacía los estereotipos, el hedonismo y en sí hacía algunos formas absurdas de cómo el director concibe ciertas rutinas de la sociedad. Su obra, por demás repleta de un ácido sentido del humor, se vale de elementos gore, slashers, cómicos y/o fantasiosos, para representar a la estupidez humana en varias de sus formas de actuar, percepciones u obsesiones. Sin embargo, pese a que su propuesta se pudiera calificar dentro de la comedia negra, el francés se ha convertido en uno de los consentidos de Europa y de sus festivales al presentar una frescura argumental y narrativa de lo más incorrecta, y que hace burla a la propia expresividad de una generación sin fronteras.
Sus relatos, adaptables también a occidente, suelen ser incluso una metaficción que juega con el propio mensaje del film; así pues, si el relato juega con el tiempo, Mr. Oizo aplicará ese tiempo a su narrativa, o bien si su relato juega con la sátira o la parodia hacía ciertos géneros, dichos metrajes serán una progresiva muestra sobre los excesos de los mismos. Al final, será importante aceptar dicho universo surreal, y dejarse llevar por la imaginería de un director que quizá comprenda más la realidad social desde su fantasía.
Con 11 largometrajes, y ganador ya de varios reconocimientos dentro del Festival de Sitges, no cabe duda que el francés es actualmente uno de los guionistas, productores y directores más originales de la estela fílmica a nivel internacional, pero también uno de los conservadores de la corriente surrealista más emblemáticos de los últimos tiempos.
Aquí sus 5 Mejores Películas
5 – Rubber (2010)
La cinta que lo dio a conocer quizá carezca del sentido crítico que el director fue adquiriendo durante el tiempo, sin embargo, esta llanta telepática y asesina serial, se ha convertido ya en un clásico de culto dentro del cine cutre y del serie b. Robert, una llanta que se da cuenta que tiene el poder de explotar cabezas, decide coronar su estela de muerte viajando a una población donde se obsesiona de una misteriosa chica. Dupieux no intenta aquí criticar el comportamiento o los arquetipos sociales, sino al mismo cine estadounidense y sus excesos dentro de los géneros del terror, el slasher y el western, haciendo una propuesta pretenciosa que crítica la pretenciosidad. El surrealismo pues, será su arma para este juego de metaficciones que madurarán con el tiempo
4 – Fumar causa tos (2022)
Como todo en el excéntrico mundo de Dupieux, esta sátira construida a base de cuentos o fábulas y mucho gore, desenmascara de manera incorrecta todos los estereotipos sociales, laborales, raciales y sexuales dentro de su sociedad, ingeniosamente tomando los simbolismos del cine de superhéroes de occidente, pero maximizándolos hacía lo más estúpido que pueden llegar a parecer (o ser en realidad, véase Marvel o DC). El hilo conductor es una comuna de superhéroes que, tras un fracaso como equipo, son mandados a un retiro al bosque por su jefe (un títere rata que babea y que se acuesta con todas sus empleadas), sin embargo, esa es solo la excusa para explayar una serie de cortos tan críticos como absurdamente hilarantes
3 – Mandíbulas (2020)
A pesar de ser la locura más accesible del director, conserva ese humor estúpido y agradable en una comedia surrealista que gira en torno a un simple y solmene relato sobre la amistad. Dos inútiles y poco inteligentes vagabundos son contratados para llevar un dinero ilegal, pero en el transcurso descubren a una mosca gigante en el maletero, a la cual cuidarán y entrenarán para robar un banco. El mensaje final, coronado por una hilarante escena, provee su toque cautivador que da un sentido a la progresión de situaciones inhóspitas y absurdas, que ven su clímax en el encontronazo social y de clases que propone el director, situación medular que no solo es provista de comedia y tensión, sino también de una crítica hacía lo efímero de las relaciones humanas
2 – Increíble pero cierto (2022)
Una de sus propuestas menos ácidas, pero más originales, Dupieux usa el elemento del salto en el tiempo para denotar una crítica hacía lo efímero del hedonismo y de la exteriorización de la belleza, como recursos erróneos para alcanzar la felicidad. Una pareja se ha hecho de una casa en la que hay un túnel que los lleva a viajar 12 horas adelante en el tiempo, pero en el mismo proceso también rejuvenecer tres días. La falta de teorización del fenómeno hace que el director centre al espectador en las consecuencias de acto, mientras también usa a la tecnología como un elemento que refleja la imbecilidad social. Muy criticable debido a que su segundo y tercer acto hacen una metaficción con el mismo efecto del tiempo (narrándose en 10 minutos), el director logra su cometido y el resultado es tan hilarante, como crudo y genial
1 – La Chaqueta de Piel de Ciervo (2019)
Estamos ante una próxima cinta de culto y el punto más alto de la patente surreal y demente de su director. Esta metáfora a la soledad lo tiene todo en tan poco tiempo: comedia, violencia, suspenso, terror, complejidad emocional y psicológica, cine dentro de cine, y hasta un “jingle” que funciona como banda sonora que resulta una maldita genialidad en todos los momentos que se hace presente. Una maldita y loca genialidad, la cinta con fecha de producción del 2019, pero hasta apenas estrenada comercialmente en 2022, es una de las historias más originales y surreales en torno al nacimiento de un asesino serial, convirtiéndola también en un relato “slasher” que se torna hilarante desde su arma suicida. La comedia negra en todo su máximo esplendor