Las 5 Mejores Películas de Rachel Weisz
Rachel Weisz, sin duda una de las bellezas más reconocibles dentro del Hollywood de los últimos 30 años, ha demostrado con el paso del tiempo ser una actriz muy solvente, de carácter y sobre todo muy adepta al surrealismo, al destacarse bajo el mando de directores de la corriente como Darren Aronofsky (con quien duró 9 años casada) y Yorgos Lanthimos.
Con 54 años, Weisz se ha dado su “taco” al escoger (en la mayoría de las ocasiones) con cuidado sus proyectos (aunque no se ha salvado de uno que otro bodrio), teniendo apenas 49 proyectos fílmicos en su currículo, comenzando en 1992 dentro de la televisión, para después saltar a la fama junto a Brendan Fraser en 1999 con la querida adaptación de La Momia.
Ganadora del Oscar, del BAFTA y del Globo de Oro, celebremos su cumpleaños con sus cinco mejores películas.
Bonus – Enemy at the Gates (Jean-Jacques Annaud, 2001)
Relato bélico y de índole fraternal que a pesar de romantizar con el soldado ruso y con el “sacrificio” del ejército rojo en la Segunda Guerra, encuentra en la pericia visual y en algunos momentos de tensión dramática la brújula ideal para convertirse con el paso del tiempo en un producto mejor valorado y lo bastante interesante para crecer en complejidad y suspenso conforme se acerca a su final. Annaud exagera de manera propositiva, por un lado pone de relieve un triángulo amoroso que desdibuja la realidad, pero por el otro el factor de la guerra entre “francotiradores” surte un efecto de suspenso elogiable. El peso trágico recae en el triángulo, donde Weisz da un fuerte y encantador papel (la escena sexual es de alto nivel a pesar de su sutilidad).
5 – The Mummy (Stephen Sommers, 1999)
No es un secreto que uno de los principales factores por el que Weisz saltó a la fama, fue por el lucimiento de su extrema belleza a la orden de un muy querido, eficaz y altamente entretenido relato de aventuras. Adaptación del cuento de horror, que vio en Sommers y en la carismática tríada de sus protagonistas, un rejuvenecimiento del mito en lo que es una de las mejores actualizaciones narrativas de uno de los monstruos de Universal. Pero no todo fue solo una “cara bonita”, pues Weisz justifica el amor de la cámara con un excelente talento y desenvolvimiento , creando una excelente heroína que respetaba cierto sentido trágico del argumento original. Muy revalorada cinta, y en estos tiempos más debido a que Fraser anda de moda.
4 – Youth (Paolo Sorrentino, 2016)
Una auto crítica al arte y a su equilibrio con el contexto de celebridad desde todas sus perspectivas, bajo una impresión de tragicomedia astuta, inclemente y cruel en forma, pero bella en su estética, gracias al cobijo directivo y narrativo de Sorrentino. Personajes entrañables y diálogos frescos (y hasta en cierta forma filosóficos), el cineasta rodea a este estudio emocional y artístico de una naturalidad apremiante, llevando a cabo una gran pieza de cine. El giro de tuerca, un impactante momento que funge como punto de llegada de la historia, y de partida en cuanto la redención de su protagonista, es un suceso enmarcado en la historia del cine. Weisz, aunque en un papel menor, se luce como la hija del protagonista, recayendo en su personaje el simbolismo de redención y de la búsqueda de la felicidad.
3 – The Lobster (Yorgos Lanthimos, 2015)
Una de las más ignoradas y originales historias de los últimos años, un relato surrealista y de romance con tintes de crítica social y política que en su momento (año) le valió varias menciones a su director y guionista. Lo interesante de este relato es que Lanthimos nos lleva de un plano “distópico” (de una sociedad indeseable) a uno utópico, en donde los protagonistas tendrán 45 días para encontrar a una pareja o bien, si no lo logran, escoger un animal de su elección para ser convertido en este. El miedo a la soledad se contrapone así al miedo también a vivir con alguien, un dilema narrativo soberbio que enfrentará ideologías varias de distintas generaciones, uno de los factores del porqué es tan fácil sentirse identificado(a) con su historia.
2 – The Constant Gardener (Fernando Meirelles, 2005)
Hermosa y trágica cinta con una soberbia Rachel Weisz, la cual se hizo acreedora a su único Oscar como actriz de reparto, al encarnar a la víctima mortal del relato. Aunque es un poco injusta la relegación de premios hacía el papel de Fiennes como el diplomático británico que profesa un amor incondicional a su difunta y misteriosa esposa (y de donde se desprende el principal motivo del film), es valor de su director el situar al personaje de Weisz como un recuerdo, con flashbacks incrustados en la acción presente y que van desenvolviendo el misterio de su asesinato. Weisz encuentra su equilibrio entre la fragilidad de su belleza y el gran talento dramático impreso con este personaje.
1 – The Favourite (2018)
Basada en hechos reales bajo la interpretación y visión de uno de los narradores más arriesgados y políticamente incorrectos de su tiempo, Lanthimos transforma la corte inglesa en una cúmulo de conspiraciones, comedia negra y lúgubres rincones sin dejar escapar del todo ese perturbador tono surrealista . De una perfección visual casi enfermiza, el griego hace que este tétrico y sustancial extracto de historia inglesa sea un vehículo para narrar un brillante thriller de época de excelencia feminista, conservando sus esbozos emocionales enfermizos, en este caso centrados en la hipocresía de la relaciones humanos y la obsesión por el poder. Aunque Colman termina por comerse la película, el papel de Weisz no es menos monumental, desplegando una maduración dramática que hasta esa fecha nunca se le había visto