Las 5 Mejores Películas de Robert Rodriguez

Nacido el 20 de junio de 1968 en San Antonio, hijo de inmigrantes mexicanos, Robert Rodriguez es un todoterreno por donde se le vea. Además de dirigir, también escribe, produce, edita, fotografía, compone la música y supervisa los efectos visuales de sus películas, convirtiéndolo en uno de los pocos directores que tiene una identidad muy marcada en el cine de serie B, cuyo enfoque es hacer que la creatividad de la producción oculte el bajo presupuesto. Lo que ha dado pauta a un estilo visual de cortes rápidos, zooms y acción que se va a los extremos en su mezcla de géneros, de ser tan crudamente violento hasta dulcemente infantil.

Debido a estas características, es fácil adivinar que la carrera de Robert Rodriguez está llena de más fallos que aciertos, a veces su estilo funciona y otras no, pero esto le permite aprovechar una libertad creativa total que muy pocos tienen. Por si fuera poco, sería el encargado de darle su primera oportunidad a muchos jóvenes actores y cantantes (Taylor Momsen, Selena Gomez), así como ser el refugio de antiguas estrellas (Danny Trejo, Steven Seagal). Dista de ser un gran director, pero el amo de los gustos culpables tiene una voz propia que cada vez es más escasa en la actualidad, por eso le damos un reconocimiento al “equipo de filmación de un solo hombre” con sus 5 películas más emblemáticas (porque legítimamente mejores sólo hay una).

INTRO POR URIEL SALVADOR

 

Bonus – Trilogía El Mariachi (1992, 1995, 2003)

POR URIEL SALVADOR

Robert Rodriguez tomó una cámara casera, se juntó con sus amigos un fin de semana y escribió, produjo, montó, fotografió y dirigió 3 películas con poco dinero, pero mucha libertad creativa. Quizás no hay mejor ejemplificación del estilo del director que estas historias donde la venganza toma la forma de un bandolero inesperado y es consumada en un concierto de balas y explosiones, un tono de telenovela y un final atípico más alejado de la felicidad hollywoodense. Todas tienen momentos donde la absurdez rebasa los límites, pero son un ejemplo de que el ingenio se antepone al bajo presupuesto, y en un subtexto más personal, el enorgullecimiento de sus raíces mexicanas.

 

Bonus – Machete (2010)

POR EL FETT

Todos sabíamos que esperar cuando Robert Rodriguez anunció la producción de una película basada en un falso trailer colocado en Grindhouse. Y así fue como el excesivo y ridículo realizador no escatimó esfuerzos, pues ver a Danny Trejo mochando cabezas, colgándose de las tripas de los malos y dándose el gusto con madre e hija lesbianas en la piscina, no tiene precio. A esto súmenle las inclusiones de Robert De Niro, Don Johnson y Cheech Marin (a este último siempre es un festín verlo en este tipo de bromas) pero quien en verdad se lleva la película es el villano en la misma carne de un Steven Seagal totalmente fuera de su contexto como héroe de acción, el cual posiciona al gusto de su servidor uno de los diálogos más inolvidables del cine serie B.

 

5 – Spy Kids (2001)

POR URIEL SALVADOR

Cursi, simplona, exagerada, predecible y con unos efectos especiales que hasta para la época eran tan anticuados como falsos. Y por todo eso dejó marca al ser una parodia al cine de espías que, con una historia y un tratamiento de lo más simple, funciona porque no se toma en serio. La readaptación de los elementos de Robert Rodriguez a un público infantil tiene una identidad tan marcada que sería elegida para su preservación, pues la hermandad entre Carmen y Juni acierta en su mensaje: “Salvar al mundo es sencillo, mantener a la familia unida es difícil”. De sus 4 secuelas sólo la segunda parte conservaría parte de la frescura inicial.

 

4 – From Dusk Till Dawn (1996)

POR EL FETT

Dos criminales bastante caricaturescos y carismáticos, al puro estilo del western, secuestran a una familia con el afán de cruzar la frontera y llegar a salvo a territorio mexicano. Este contexto inclusive viniendo de un bromista y excesivo Robert Rodriguez tomaba forma en un entretenido y bien encausado thriller, pero ¡Oh por Dios! Aparece una voluptuosa y sensual Salma Hayek convirtiéndose en un asqueroso vampiro y desatando el pandemónium de toda una película que en la búsqueda por ser una original propuesta terminó siendo un guion tirado a la basura. Aun así, si uno no se pone crítico, puede reírse y dejarse llevar por esta mamarrachada ajena al suspenso en toda su segunda mitad.

 

3 – Alita: Battle Angel (2019)

POR URIEL SALVADOR

Con ayuda de James Cameron, Robert Rodriguez por primera vez en su carrera maneja un alto presupuesto que expone el potencial de esta divertida cinta. Aunque peca de una edición inconexa, un exceso de personajes innecesarios y sin desarrollo y no presentar el contexto en las 2 horas que dura, lo compensa con unas espectaculares escenas de acción, un ritmo ágil y la tiernamente ruda actuación de Rosa Salazar. Después de tantos fracasos, es fácil decir que ésta es la mejor adaptación de un anime en el cine, siendo fiel al material original al mismo tiempo que forja una identidad propia. La crítica y audiencia casual no supieron valorarla en su estreno, pero ha ganado seguidores con los años.

 

Planet Terror (2007)

POR EL FETT

Tarantino y Robert Rodríguez en su experimento serie b llamado “Grindhouse”, brindaron una de las más divertidas y sangrientas parodias del subgénero en esta literal locura zombi. Mujeres con patas de metralleta, zombis militares mutantes, conflictos y secretos políticos, ranchos americanos como primeras víctimas de esta invasión, salsa de barbacoa como sangre, y por supuesto, un vengador latino que procreará la semilla de la redención humana contra la infección. Todo eso y más se conjuga en una tan absurda como hilarante aventura de acción donde “todo vale”, incluyendo saltarse algunas reglas del propio tópico en un arrebato de demencia creativa por parte de ambos socios directores.

 

1 – Sin City (2005)

POR EL FETT

La antología de cuentos salidos de la mente y viñetas de Frank Miller llegaron a un inmejorable puerto narrativo en manos de Rodriguez y Tarantino, los cuáles crearon un multiverso noir tan onírico como brillante y que gracias a sus carismáticos personajes – arquetipos, se formó una especie de restablecimiento de las bases del género, pero en esta ocasión también moldeada a un tiempo que requería dentro de esta realista caricaturización un reflejo del pesimismo generacional que imperaba en los principios del milenio. Sin duda la apertura con Rourke y el cierre con Willis son inmejorables, pero el segmento intermedio no desmerece gracias a su toque surreal y al homenaje multifacético y variado hacía la figura de la femme fatale.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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