Las 5 Mejores Películas de Roy Scheider
Roy Schreider tenía 32 años cuando comenzó su carrera en el cine; descendiente de alemanes e irlandeses, antes de decidirse por la carrera actoral forjó su gran presencia en el boxeo, el atletismo y en la fuerza área, para posteriormente incursionar en el teatro y la televisión.
Fue de la mano de Philip D’Antoni y de William Friedkin donde Schreider comenzaría con un gran ímpetu su carrera cinematográfica, ganándose el respeto de la crítica y la audiencia en una inmejorable y de ensueño década de los 70, donde se posicionó como uno de los referentes del thriller y la aventura casi como una misma adaptación de su personalidad. Así pues con una excelente registro dramático y un talento nato, Roy imprimió a esos personajes “de acción” una rica personalidad, llevando a un par de ellos a las nominaciones, premios y a la cultura pop.
A pesar de su gran fama en la mencionada década, su presencia y calidad fue disminuyendo con el pasar de los años, convirtiéndose en uno de los actores más desperdiciados y siento remitido a personajes de reparto en varias producciones de muy cuestionable calidad hacia el final de su carrera, falleciendo en 2008 por complicaciones de salud consecuentes de un tratamiento previo.
Recordemos un olvidado y gran actor, referente de la filmografía setentera y dueño de una de las líneas más famosas del cine, con sus 5 Mejores Películas
Bonus – Sorcerer (1977)
No es que sea mala, sino que tiene dos grandes “cargas malditas” en sus hombros; la primera, ser un remake de la muy superior, perfecta y una de las más grandes cintas de suspenso de todos los tiempos (ganadora de Cannes y Berlín): El Salario del Miedo; la segunda, que el diferenciador que en su momento quiso agregar Friedkin, fueron 30 minutos más de duración que fueron cortados de la edición final por la distribuidora, mismos que al parecer mejoraban el vínculo entre sus protagonistas, haciendo que la tragedia fuera más sensible y empática hacía su final. Como sea, esta película pudiera parecer decente en la ignorancia de no conocer la obra original, pero en comparación si tiene mucho de donde perder
5 – The Seven-Ups (D’Antoni, 1973)
Desde el principio hasta el ocaso de su carrera, Scheider estaría ligado a personajes “policiacos” en mucha parte gracias al encasillamiento por parte del productor y director D’Antoni, que tras el éxito de The French Connection, quiso repetir casting (pero no director) para esta aventura que a pesar de carecer de un argumento sólido, si es capaz de encausar algunas escenas de acción lo bastante realistas y explosivas para conservar lo hecho por Friedkin. La otra diferencia es el protagónico, pues ahora esta fuerza especial anti gánster sería liderada por Roy en un papel muy, muy similar al de 1971, pero con la credibilidad necesaria para demostrar qe podía dar el salto a los roles principales. Reíto, a pesar de ser disfrutable el error recayó directamente en la dirección
4 – The French Connection (Friedkin, 1971)
Habiendo ya debutado desde finales de los 60, la gran oportunidad le llegaría de la mano de Friedkin y de esta peculiar ganadora del Oscar, en donde Scheider se daría conocer con todo y nominación a mejor actor de reparto, un título que lo etiquetaría como uno delos histriones más solventes en dicho rubro durante su década de ensueño. Aunque la gran estrella del film es Hackman, la sutil pero excelente interpretación de Roy como su compañero detective es tan funcional como necesaria para recrear una fastuosa química en uno de los relatos policiacos más realistas y explosivos de todos los tiempos. Un trampolín inmejorable, Scheider vería así correr desde 1971 hasta 1979 su apogeo histriónico.
3 – Marathon Man (Schlesinger, 1976)
Queda claro que de haber existido un actor americano ideal para el personaje de James Bond ese era Roy Scheider ¿No me creen? Basta con ver la gran personificación de un espía que logra en esta notorio thriller, y en donde su personaje funge como el disparador del misterio detrás de este juego de engaños repleto de tensión y suspenso. No solo su fugaz pero conmovedora y creíble química con Hoffman confirma su estatus como un actor solvente ya sea como protagónico o de reparto, sino también el duelo de presencias que es capaz de sostener con el mismísimo Laurence Olivier, de nuevo, en una secuencia de máximo nivel actoral. Así mismo la capacidad física para jugar a ser un hombre de acción es de admirarse.
2 – All that Jazz (Fosse, 1979)
Para muchos el mejor papel de su carrera, Scheider se desprendió de su etiqueta de policía rudo y aventurero para interpretar al coreógrafo y director de teatro musical, Joe Gideon, legendario rol que le daría su otra nominación al Oscar, ahora como mejor actor, y la confirmación de su versatilidad y talento en esta imprescindible tragicomedia musical. En una especie de alter ego del mismo director, Scheider lograría un complejo registro y posterior desarrollo dramático de su personaje, el cual se desenvuelve entre sus problemas emocionales, relacionales y de vicios para proyectar una empatía incuestionable sobre las manías y traumas de un ser cuestionable. Debió haber ganado el Oscar ese año.
1 – Jaws (Spielberg, 1975)
¿Qué más se puede decir de uno de los personajes y diálogos más famosos de toda la historia? Su rostro frente a la primera aparición de aquel monstruo expresa más que mil palabras, y a la vez se resumen en solo 7:“You’re Gonna Need a Bigger Boat”. Una de las mejores aventuras fílmicas, ese pequeño club formado por Roy, Richard y Robert funciona por todos y cada uno de sus ensambles, una química fastuosa entre odio, peligro y camaradería que es el primer activador del terror que se vive a bordo. Así mismo la complejidad dramática de esta tercia es provista por Scheider (dejando a Dreyfuss con el comedy relief y a Shaw con el del antihéroe), dando esa mediación necesaria para la narrativa. Lo único malo de Jaw para Scheider fue su secuela