Las 5 Mejores Películas de Sacha Baron Cohen
Para su servidor, uno de los mejores comediantes en la actualidad, tan incorrecto como necesario y la mayoría de las ocasiones solo conocido por la inmersión en sus personajes. Por supuesto estoy hablando de Sacha Baron Cohen, nacido un día como de 1971 en Londres.
Desaparecido desde 2016 de la escena fílmica y resucitado apenas algunos años tras la pandemia, habrá que decir que la figura de Sacha Baron Cohen se había visto disminuida precisamente gracias a esa “corrección política”, siendo sus personajes criaturas satíricas – extremistas dedicadas a relucir todos los defectos de la cultura, el entretenimiento, la política y por ende la sociedad americana, con un toque de humor negro bastante crítico y punzante; siendo un rapero, un reportero, un dictador y un modelo en muchas ocasiones repletos de misoginia, antisemitismo y racismo, estos estereotipos le han acarreado incluso problemas legales y de odio, pero Cohen se ha mantenido por el simple hecho de incurrir también en una auto burla hacía dichas personalidades y/o ideologías prohibidas en la esfera color rosa del mundo digital de hoy.
Así mismo Sacha Baron Cohen ha incurrido en una pequeña pero constante incursión dentro del cine, con personajes que incluso en algunas ocasiones se han convertido en el principal atractivo de buenos, mediocres y asquerosos films, gracias a su carisma y a su sorpresivo y nato registro dramático, el cual le ha acarreado también buenas críticas.
Escritor, productor, director y actor, en este último rubro Sacha Baron Cohen suma poco más de 40 créditos, pero ya un posicionamiento como uno de los más relevantes comediantes de su era, sumando 25 premios por su desempeño. Aquí sus 5 Mejores Películas
5 – Ali G Indahouse (Mark Mylod, 2002)
El rapero Ali G, una combinación entre jamaicano y londinense que fungía como principal estrella en una serie de 18 episodios con una crítica mordaz al star system y a la cultura del entretenimiento. La serie tuvo un gran impacto socio cultural y humorístico en Inglaterra, resultando en tres consecuencias mediáticas: que la Reina Isabel se declarara su fan; que el personaje le permitiría penetrar al mercado americano con la posterior “Borat”; y finalmente la película en cuestión, extensión de la propia serie y que permitiría a Sacha Baron Cohen experimentar por primera vez la narrativa fílmica con excelentes e hilarantes resultados, metiéndose ahora de manera directa con la política británica
4 – The Dictator (Larry Charles, 2012)
Una sátira nada usual y una introducción por demás absurda del personaje principal confirman tras escuchar el acento de Sacha Baron Cohen que estamos ante una especie de stand-up con una muy buena ambientación, que remata con chistes gamberros cada par de minutos, y con un exceso visual que incluye un primer beso con dos manos introducidas en una vagina. Entonces ¿Por qué es tan divertida? El dictador Aladeen es el símbolo de una crítica a las dictaduras de medio oriente y al comportamiento sociocultural de Estados Unidos frente a algo que no conoce. Quizá su personaje más agresivo en cuanto a incorrecciones y mensajes políticos, hasta Martin Scorsese se prestó a variadas parodias junto a Cohen para atacar a la población americana con varios chistes.
3 – The Trial of the Chicago 7 (Aaron Sorkin, 2020)
Sorkin es el mejor guionista americano en la actualidad, pero para lograr ser el mejor director aún le falta… y mucho. Aun así, gracias a un estilo de sólida estructuración en su versátil y variada paleta de personajes, construcción de elementos tan empáticos como odiosos y por supuesto un ritmo fastuoso que requiere la entretenida atención del espectador en todo segundo, el cineasta consiguió una de las cintas pandémicas más redonda, un juicio social tan olvidado como adaptable a toda generación, y en donde de nuevo la interacción actoral y de diálogos termina siendo su principal arma. Sacha Baron Cohen hace gala de su talento dramático, saliendo bien librado y haciéndonos pensar ¿Qué hubiera pasado si él hubiera interpretado a Mercury?
2 – Hugo (Martin Scorsese, 2011)
Un homenaje al cine en manos de uno de sus eruditos da como resultado una obra colosalmente vistosa y hermosa. Scorsese convierte a este cuento en un film que encanta a tres frentes de cinéfilos por igual: Al infante, que se encontrará extasiado al presenciar las aventuras un huérfano que por medio de la magia del cine verá rehacer su existencia; al crítico, al quedar imposibilitado de discernir de los resultados y el tratamiento que el cineasta da a la cinta debido al corazón que él mismo imprime y en la perfección técnica y narrativa con la que la dota; y al amante del cine, que a pesar de estar ante uno de los relatos menos complejos del director, se rinde ante la presencia de uno de los magos y creadores de esta corriente artística a manera de culto y homenaje.
1 – Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan (Larry Charles, 2006)
Incomprendida, inmoral, castigada por el modus operandi hollywoodense, honesta y sencillamente hilarante, Borat conlleva en cada uno de sus diálogos no solo una revolucionaria forma de hacer comedia (el pocas veces usado “falso documental”), sino una sátira y crítica efectiva a los cimientos donde inequívocamente suele mantenerse la cultura y la sociedad americana. Sacha Baron Cohen desde Inglaterra vino a desbaratar el “american way of life” como un reportero venido Kazajistán que, en su afán por casarse con Pamela Anderson (un extraordinario uso del recurso narrativo macguffin), tendrá que reportar a su país a través de un documental periodístico por qué Estados Unidos es el país más cool y número uno del mundo. La secuela también guarda algunos buenos momentos.