Las 5 Mejores Películas de Sam Neill

Licenciado en literatura, el neozelandés nacido en Irlanda, Sam Neill, desciende de una línea de oficiales, artistas y vendedores de licor de Nueva Zelanda, una exquisita combinación que le permitió de joven encontrar su vocación en la interpretación, de la cual James Mason sería su mentor.

Tras algunas participaciones en el cine de su país, la exposición internacional para Sam Neill, comenzaría con dos cintas de terror (género en el cual se desempeñaría de manera constante en su carrera), una de ellas siendo la secuela de The Omen, y la otra uno de los mayores y más tétricos clásicos del género. Tras estas intervenciones, sería considerado para suplir a Roger Moore como el 007, pero la producción de último momento decidió que Timothy Dalton sería el indicado.

Tras ese trago amargo, Sam Neill resurgiría a finales de los 80 y principios de los 90, donde ciertos dinosaurios le servirían de trampolín para salir de su encasillamiento en el terror.

Con poco más de 150 producciones entre cine y televisión, celebremos los 77 años de Sam Neill con sus 5 Mejores Películas

 

Bonus – Event Horizon (Paul W.S. Anderson, 1997)

Por TEDDYE ZAPATA

Tras años desaparecida, la nave Event Horizon reaparece cerca de la orbita de Neptuno en el año 2047. La tripulación del Lewis & Clark es enviada a investigar el incidente, con el Capitan Miller (Laurence Fishburne) al mando y el diseñador del Event Horizon, William Weir (Sam Neill) a bordo. Roger Ebert decía en su reseña que la inspiración más obvia de Event Horizon era Solaris de Tarkosky. A mí me parece que se pasó 3 calles con esa comparación. Una referencia más ad hoc, diría yo, sería el Alien de Ridley Scott, ya que Anderson también hace que la tensión y el misterio dentro la nave sean las protagonistas del filme, aunque incorporando elementos gore que nos recuerdan a la Hellraiser de Clive Baker. De lo que si podemos estar seguros, es que esta es la mejor cinta de Paul W. S. Anderson.

 

5 – Jurassic Park (Spielberg, 1993)

Por EL FETT

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El introvertido y poco expresivo Doctor Alan Grant, será por siempre (para bien y para mal) el papel más mediático y conocido en la carrera de Sam Neill, el cual de cierta manera carga con el protagónico no solo de esta, sino de la primera trilogía original. Neill equilibra el desbordante carisma de Goldblum y la horrible (en verdad, horrorosa) actuación de Dern, y es que si algo hay que agradecerle a Sam, es proveer de cierta química sus momentos con la Laurita. Aunque repetiría para la tercera parte y más recientemente para el final de la saga (de manera patética), aquel primer parque jurásico marcó su presencia en uno de los mayores y más queridos clásicos y películas de culto de los 90.

 

4 – Hunt for the Wilderopeople (Taika Waititi, 2016)

Por EL FETT

Waititi construye una comedia salvaje y road movie con peculiar alegría y emotividad, dentro de un perfecto equilibrio entre la tragedia y un patentado estilo de humor basado tanto en referencias socio culturales y cinematográficas, como en un diálogo espontaneo y natural excelsamente encarnado por la química de un singular y nada tierno niño regordete, y el experimentado Sam Neill, en otro de esos papeles de bajo perfil a los que nos tiene acostumbrados una vez por década. Si bien recuerda en mucha parte a Moonrise Kingdom de Anderson, la serie animada Remi y hasta cierto toque técnico y visual de Tarantino, el cineasta logra sobrevivir a la peligrosa comparación gracias a que el film mantiene una esencia única e hilarante que nunca decae en ritmo.

 

3 – In the Mouth of Madness (John Carpenter, 1994)

La mejor película con la atmósfera Lovecraft sin estar basado en un libro de Lovecraft. Una esencia del terror es el miedo a lo desconocido, a todos nos toca de una forma u otra, en esta historia el misterio proviene de la desaparición de un escritor de terror muy famoso y sus novelas que han generado una ola de violencia y locura en sus lectores. La búsqueda del escritor es encomendada a un investigador de fraudes (Sam Neill) quien acepta la misión creyendo que es un ardid publicitario de la editorial. Muy pronto se dará cuenta que la ficción supera la realidad y el encuentro con el escritor lo sumergirá en una vorágine de horror en la cual él está más involucrado de lo que había imaginado y esa no distinción de la realidad provocará su vertiginosa perdida de cordura.

 

2 – The Piano (Jane Campion, 1993)

Por EL FETT

Hay algo en El Piano de Campion que la convierte en una película incomparable, y eso es el contraste que logra a partir de lo exquisitamente visual que es, a la par de la intensa violencia que narrativamente sugiere, forjando un cuadro románico erótico, trágico e inexplicable, nacido del chantaje y del abuso, y que poco a poco se va trastornando en placer, sumisión, obediencia y por supuesto… obsesión. El amor queda tan varado como el piano en una primera instancia, mera excusa para desarrollar un trío romántico con una sola y real víctima, la inocencia (metáfora también del amor). Como parte de este triángulo tóxico, Sam Neill denota sus cualidades dramáticas, sirviendo también de cimiento para una Paquin impresionante

 

1 – Possession (Andrzej Zulawski, 1981)

Pieza fundamental del horror que basa su peculiar argumento en un romance poco convencional, siniestro y grotesco. Esta base sirve para desarrollar un relato lleno de suspenso e intriga que poco a poco comienza a dar destellos del oscuro misterio que encubre ella, que como su título lo indica, se encuentra posesa carnal, sexual y mentalmente por un tercer elemento que para el efecto del horror será descrito como inclasificable. Más allá de la estética estremecedora, el thriller de Possession funciona en un segundo plano como una metáfora relacional dirigida hacia la renovación de los votos no espirituales, sino pasionales y emocionales. Gran y tétrica joya, donde Sam Neill es el vehículo trágico, dramático y perfecto para la imrpesión de esta siniestra alegoría kafkiana.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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