Las 5 Mejores Películas de Sam Peckinpah
El “Sanguinario Sam”, lo llamaba la crítica y el público, apodo que se ganó a pulso gracias a su explícita violencia, misma que le gustaba combinar y explotar bajo una narrativa lírica, poética, contemplativa. Quizá el mayor referente del western crepuscular, subgénero del salvaje oeste centrado en la desmitificación del “vaquero”, del héroe convertido en un paria nostálgico, perdedor, vencido y/o en búsqueda de la redención, todo esto enmarcado en un paraje caótico, decadente y por supuesto… violento.
Nacido un día como hoy de 1925, Peckinpah gozaría de una situación económica privilegiada, pero de una adolescencia bastante irregular entre varias expulsiones de colegio y adquiriendo los vicios del alcohol y la cocaína, mismos que lo llevaría a una temprana muerte a los 59 años. En cambio lejos de la educación, Sam gustaba de vivir como “cowboy” en los ranchos de su familia, gusto que a la larga influiría en su filmografía y en el sentido nostálgico de la misma.
Tras una campaña militar en China, Sam regresaría para convertirse en un abogado, pero por la intercesión de su esposa comenzaría a interesarse en las artes, principalmente en la literatura y el teatro, gustos que le acarrarían su final decisión: estudiar teatro en la Universidad de California.
Para finales de los 50 comenzaría su carrera como guionista y director en la televisión, dirigiendo su primera cinta en 1961. Solo bastaría un año más para que su estilo sanguinario, con cámara lenta y tan contemplativo como reflexivo (un cine – western enfocado en el aspecto emocional y psicológico de sus personajes) comenzara a levantar tanto detractores como seguidores, volviéndose uno de los narradores más polémicos de su época. Su clímax duraría 10 años, progresivamente apagándose su constancia y calidad en mucha parte también debido a su mal estado de salud y sus adicciones, prácticamente desapareciendo hacía principios de los 80, falleciendo en el 84.
Director de 14 largometrajes, recordemos al maestro lírico y crepuscular con sus 5 Mejores Películas
Bonus – Ride the High Country (1962)
Por El Fett
Soberbio y olvidado western, su segunda película ya comenzaría a tocar algunos tópicos delicados en cuando a la impresión de violencia (en un rubro más del índole sexual y el abuso), pero sobre todo en su nostalgia por la época y la redención dela figura del “vengador”, en esta ocasión representado por dos viejos sheriffs que deben cuidar oro para el banco en una peligrosa travesía de ida y regreso a un pueblo minero. Destaca esa camaradería y el elemento del cambio generacional (el viejo muere, el nuevo se enamora), sin embargo es su clímax y final secuencia que la que se ensalza como uno de los duelos y tiroteos más destacables que se han visto dentro del género. Como dato curioso, el legendario Randolph Scott aquí aparece como un atípico antihéroe.
5 – Bring me the Head of Alfredo García (1974)
Por El Fett
Thriller con toques de western y mucha violencia, especialidades de la casa y del estilo “crepuscular” y sangriento de Peckinpah, el cual vio en Isela Vega el elemento perfecto y equilibrado entre fuerza, sensualidad y talento, para construir sobre su personaje el cambio emocional y psicológico del protagonista, un explosivo e inmejorable Warren Oates. Un chili western moderno en donde un grupo de cazarrecompensas acudirá al llamado de un rico hacendado mexicano para dar caza a Alfredo García, quien dejó embarazada a su hija. Vega así alcanzaría el cine internacional de parte de uno de los cineastas más importantes de los 70, dentro de un papel muy adepto a su libre personalidad.
4 – Pat Garrett and Billy the Kid (1973)
Por El Fett
Un Peckinpah engolosinado con la potencialidad estética del western, logró hacer un film que funciona para la música y la fotografía, y no viceversa. Si bien este error al parecer intencional hizo que el film fuera por momentos abrumadoramente largo, las sinfonías de Bob Dylan y el toque del cineasta en cuanto al manejo de la realidad y crueldad en sus diálogos y actuaciones, son características que posicionan a esta cacería como uno de los estandartes más bellamente visuales y cruentos del género, este último factor desde un punto de vista más simbólico que visual (años antes había encontrado un magnífico equilibrio), donde la violencia puede alcanzar incluso el mote de hermosa. Por cierto, una de las últimas de nuestra Katy Jurado en suelo americano
3 – The Getaway (1972)
Por Edgar del Valle
Otra de Peckinpah con el de culto Steve McQueen, quien interpreta a Doc McCoy, que cumple condena de diez años por asalto a mano armada. Cansado del encierro le pide a su esposa que haga lo necesario para sacarlo. Para lograrlo su pareja Carol (MacGraw), deberá de ceder a la solicitud de favores sexuales de un funcionario corrupto, que además les pide participen en un asalto a un banco. Buen road-movie de inicio a fin, con las escenas de violencia características del director y con un McQueen que logra una de sus mejores actuaciones. Cuenta además con una preciosa MacGraw y con un final alterno, debido a la censura de algunos países, por aquello de que: “El crimen no paga”.
2 – Straw Dogs (1971)
Por Edgar del Valle
Peckinpah, quien, para la crítica hacia apología de una violencia desmedida, nos presenta la historia de un científico americano reservado y tímido (Hoffman) que se traslada al pueblo de su esposa, en donde se encontrará con un mundo machista y proclive precisamente a la violencia. Estas circunstancias obligan lo obligan a tomar la justicia por propia mano, tomando revancha de sus agresores en nombre de su integridad y de la ley. Esta película forma parte de la obra clave en su filmografía, a pesar de la presunta tendencia misógina que atribuyeron diversos grupos feministas. Peckinpah rompió los moldes con obras en las que la violencia aparece en primer plano y muestra su cara menos amable. Esta es una de las obras más características de esta época.
Cabe mencionar que en 2011 se realizó un remake de esta película, dirigida por Rod Lurie y protagonizada por Kate Bosworth, James Marsden y Alexander Skarsgård, que resultó un verdadero bodrio.
1 – The Wild Bunch (1969)
Por El Fett
Un himno a la muerte y una de las ejemplificaciones más claras de la vileza humana, que vio a través de un desarrollo metafórico, un western de mucha soltura, complejidad y belleza audio visual. Sangriento y audaz, bien podría ser catalogado bajo la línea del chilli western, gracias al desarrollo en las sierras del territorio mexicano ambientado en las épocas de conflicto revolucionario. La pandilla salvaje, pilar del subgénero crepuscular, es una angustiosa poesía aventurera y de honor repleta de simbolismos y pistas que van aproximando al espectador hacía aquel fastuoso y sórdido final, y es que cuando se escucha el corrido de Santa Amalia ya no habrá vuelta atrás: “Mejor prefiero morir mil veces, antes que logres manchar mi honor”.
3 Comments
Otro cineasta mayúsculo, que fue uno de los que entregó obras maestras del western en los 60’s, junto a Leone. Y por si fuera poco, uno de mis 15, ¿o 10?, directores favoritos.
Uno de las piedras angulares del género, junto a Ford, Hawks, Eastwood, Leone, Corbucci, Sollima (por qué no?), Mann, Costner, etc.
Si, de la misma importancia
Gran director, he visto 12 películas de él y esta es una buena lista. Dice 5 mejores pero, en la práctica, colocan 6.
Sin embargo, en mi opinión, no puede faltar entre las cinco mejores, “La Cruz de Hierro”, yo la ubico 4ta. o 3ra. en cualquier lista del cine de “Sam el sanguinario”. La habré visto una docena de veces. Es un feroz alegato contra la inutilidad (y la estupidez) de la guerra, de los simbolismos bélicos y del impuesto sentido del deber militar. Con un uso dela cámara y un sentido de la acción, que son marca de la casa. Notable.