Las 5 Mejores Películas de Steve McQueen
Considerado por sus detractores como un actor sobrevaluado y con un rango actoral muy escaso y por sus admiradores como el “The King of Cool”, el 24 de marzo de 1930 (hace 81 años), nacía el carismático actor estadounidense Steve McQueen.
Con una infancia y adolescencia problemática debido a que no conoció a su padre, vivir algunos años con un tío y ser enviado a un reformatorio, se enlista en la marina. Después de salir de esta institución militar, decidió asumir la carrera de actor por lo cual se matriculó en la famosa Actor’s Studio (Nueva York). Después participar en algunos papeles secundarios, en 1958 protagonizó el clásico de ciencia ficción La Mancha voraz (The Blob).
Durante los años siguientes, de 1958 a 1961, protagonizó la serie de televisión “Randall, el justiciero”, en donde desempeña el papel de recompensas del viejo oeste.
La popularidad que le brindó esta serie le permitió- después de filmar tres películas menores- participar en uno de los papeles protagónicos en la película “Los siete magníficos”, compartiendo créditos con con Yul Brynner, Charles Bronson, James Coburn, Horst Buchholz, Robert Vaughn, Eli Wallach y Brad Dexter.
Pero es mediante la super producción “El Gran escape” (1963) que se convierte en una de las estrellas fílmicas mejor pagadas de la época.
Cuando los conocedores se refieren a sus mejores películas, por lo regular se refieren a: “El Yang-tsé en llamas” (por la cual recibió una nominación al premio Oscar), “Papillon”, “El gran escape”, “Los siete magníficos” y “La huida”, por referirme a las más mencionadas.
Para conmemorar el natalicio de este actor icónico, recordaremos además de algunas delas mencionadas, otras de sus películas que no son consideradas dentro de sus más reconocidas, pero que para sus grandes fanáticos siguen siendo de las mejores.
Bonus 1 – The Great Escape (John Sturges, 1963)
Por El Fett
Sin duda una de las películas más sobrevaloradas de la historia, muy larga, muy plana, muy caricaturizada y muy desequilibrada en cuanto a su sentido “bélico”, pero que a pesar de todo ha encontrado un lugar privilegiado entre las cintas de culto gracias a su reparto, a ese tono ligero dentro de su compleja tragedia y por supuesto a la carismática presencia de Steve McQueen, que no solo comenzaba a despegar, sino también a trabajar en “ese” arquetipo del preso renegado que lo acompañaría tanto para bien como para mal durante toda su carrera, y en este caso y acorde al relato, haciendo alarde de un humor involuntario (bastante pobre por cierto). Como bien menciona Edgar, definitivamente hay mejores películas, lejos de lo “cool” de este personaje
Bonus 2 – The Towering Inferno (John Guillermin, Irwin Allen, 1974)
Por Edgar del Valle
Protagonizada por Steve McQueen y Paul Newman (acompañados de un gran reparto), la película narra el rescate de unos asistentes a una fiesta por la inauguración del rascacielos más alto del mundo acaba de ser construido en San Francisco, que debido un fallo en la instalación eléctrica provoca un incendio a causa de la corrupción de uno de los constructores. Es del conocimiento público que McQueen siempre quiso emular en popularidad y trabajo actoral a Newman con quien compartió créditos en esta película, pero está visto que nunca lo pudo lograr. Nuevamente un éxito comercial y de crítica para una cinta protagonizada por el actor, nominada a ocho premios Oscar y ganadora de tres, además de otros premios cinematográficos.
5 – Papillon (Franklin J. Schaffner, 1973)
Por El Fett
Uno de sus pocos papeles realmente elogiables, quizá estemos ante el mejor y más trágico thriller carcelario en el cine, y de donde emerge no solo una de sus mejores actuaciones, sino también donde se consolida ese mencionado arquetipo de “preso” en esta ocasión al servicio de una poesía trágica y entrañable que se coronan hacía su lapso y secuencias finales. De sus pocos premios y nominaciones, sin duda este sería uno de los más grandes olvidos incluso del Oscar, solo pudiendo obtener una mención en el Globo de Oro. Cabe resaltar como la presencia de Dustin Hoffman eleva de manera evidente el registro dramático y emotivo de su personaje protagónico, convirtiendo a esta cinta también en un entrañable relato de amistad y fraternidad
4 – The Getaway (Sam Peckinpah, 1972)
Por Edgar del Valle
Otra de culto a cargo de Peckinpah y McQueen, quien interpreta a Doc McCoy, que cumple condena de diez años por asalto a mano armada. Cansado del encierro le pide a su esposa que haga lo necesario para sacarlo. Para lograrlo su pareja Carol (Ali MacGraw), deberá de ceder a la solicitud de favores sexuales de un funcionario corrupto, que además les pide participen en un asalto a un banco. Buen road-movie de inicio a fin, con las escenas de violencia características del director y con un McQueen que logra una de sus mejores actuaciones. Cuenta además con una preciosa Ali MacGraw y con un final alterno, debido a la censura de algunos países, por aquello de que: “El crimen no paga”.
3 – The Magnificient 7 (John Sturges, 1960)
Por El Fett
A pesar de que Sturges ni en 20 reencarnaciones hubiera alcanzado la genialidad artística de Kurosawa, su mayor virtud recayó en que él mismo lo sabía, haciendo de Los 7 Magníficos una adaptación fresca y libre que respetó los estatutos de western y los usó para la conveniencia de su relato. Así, el realizador logró en esta versión americana que los 7 personajes lograrán ser más tridimensionales, asignándoles un génesis y una gama de emociones más explicitas, razonables y en algunos casos hasta más justificables que el mismo film del japonés. Divertida y de un gran reparto, McQueen comenzaría a forjarse como “El Rey Cool” brillando y robándole protagonismo por momentos a Yul Brynner.
2 – Bullit (Peter Yates, 1968)
Por Edgar del Valle
Steve McQueen en el papel de un policía al que se le comisiona cuidar la integridad física de un testigo en contra de la mafia estadounidense y sus esfuerzos por realizar su encomienda, en medio de presiones por parte de un político que pretende usar la lucha contra la mafia a favor de sus aspiraciones. En este caso, la actuación de McQueen cumple con lo requerido por el personaje, logrando una película entretenida y que se convirtió en un éxito comercial más, dentro de su carrera artística. La persecución de automóviles por el centro de San Francisco, en la cual tomo parte directa el actor, se convirtió en una de las primeras más influyentes de ese tipo. La película, que ganó un Oscar al mejor montaje (Frank P. Keller), fue candidata al mejor sonido
1 – The Cincinnati Kid (Norman Jewison, 1965)
Por Edgar del Valle
Dirigida por el gran Norman Jewison, con la participación de Steve McQueen, Edward G. Robinson, Karl Malden, Tuesday Weld, Ann-Margret, Joan Blondell, Rip Torn, Jack Weston, Cab Calloway, Jeff Corey. Finales de los años treinta. Los mejores jugadores de póker compiten por el triunfo en Nueva Orleáns. Un joven jugador (McQueen) se incorpora al selecto grupo de tahúres que se proponen derrotar al rey (Robinson). En esta ocasión encontramos a McQueen, en una de sus mejores actuaciones, compitiendo con leyendas como Edward G. Robinson y Karl Malden. Para quienes creen que no sabía actuar, esta es una oportunidad para constatar lo contrario, siendo también uno de sus primeros y muy valiosos protagónicos.