Las 5 Mejores Películas de Tom Waits
Músico, cantante, compositor y actor, Tom Waits se ha labrado una personalidad muy peculiar dentro del mundo del entretenimiento. Su voz áspera, ronca y con letras que exigen atención y reflexión han servido a géneros como el jazz, rock y el blues, extendiendo su trabajo artístico hacía la composición musical de películas (por la que incluso fue nominado al Oscar en una ocasión) y por supuesto al ramo actoral, que se la muy bien.
Tom Waits ha trabajado con directores como PTA, Gilliam, Coppola, Altman y los Coen, entre otros, denotando un muy buen registro dramático – cómico al interpretar a personajes tan excéntricos como oscuros como él mismo completando un currículo de 60 créditos entre cine y televisión.
En lo particular, siendo yo un amante de su música (ideal para noches largas de dominó y cartas entre humo y copas), verlo siempre en pantalla grande será una garantía. Tom Waits cumple 75 años, y lo celebramos con sus mejores películas
Bonus – The Old Man and the Gun (Lowery, 2018)
POR EL FETT
Encantadora cinta que basa su gran valor en dejar que Redford afronte su retiro de manera ceremonial, con una personificación (más que actuación) tan íntima que pareciera que el “Lord” de Sundance guarda más parecidos con aquel veterano criminal de lo que uno hubiera pensado, por ejemplo y en una primera instancia, en esa desgraciada etapa llamada vejez donde el cuerpo debe detenerse pese a que el talento y la adrenalina siguen intachables en la mente y en su corazón ¡Tremendo! A pesar de mantener un tono convencional, la cinta se vuelve rítmica, agradable, romántica y divertida gracias al innegable y gran carisma de Redford. Entre sus compinches ladrones sorprende la presencia del buen Tom Waits, con un papel efectivo y lejos del excentricismo que lo caracteriza.
5 – The Imaginarium of Doctor Parnassus (Gilliam, 2009)
POR EL FETT
Terry Gilliam tuvo que adaptarse a la trágica muerte de Ledger, haciendo un acto de magia a su narración y cambiando el rostro del actor en varias ocasiones: Colin Farrell, Jude Law y hasta Johnny Depp. Este forzado recurso se conecta de manera perfecta en lo interno, pues “el imaginario” descrito es un mundo a través del espejo que, a su vez, es una metáfora y sátira hacía la redención capitalista – empresarial de su accidental protagonista. Tom Waits interpreta nada más y nada menos que al Demonio, con el que Parnassus hizo un pacto, el cual será cobrado con la hija del inmortal actor. Un ejercicio surreal de locura y gran valor estético, que le recordaron a Gilliam las viejas glorias de su cine
4 – Mystery Men (Kinka Usher, 1999)
POR EL FETT
La parodia sobre superhéroes por antonomasia cuando aún ni se tenía pensando en acuñar dicho tópico. Con un director fantasma (Usher) y en las manos del propio Ben Stiller, esta colección de parias fuera y dentro de la pantalla (su reparto es secundariamente exquisito) crea por debajo de un lienzo totalmente absurdo e hilarante, una tesis y crítica social hacía el consumo sobre estos personajes casi 10 años antes de que empezara su explotación. Profética, este bonche de adultos atolondrados con poderes divertidísimos seguirán el ejemplo del “Súper Hombre” patrocinado al que solo le importa vender más muñecos, y de nuevo, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
3 – The Ballad of Buster Scruggs (Coen, 2018)
Esbozos de genialidad y del mejor nivel fílmico de los Coen en este compendio de cortos que resumen no solo la historia de uno de sus géneros preferidos, sino también sus variados tópicos y estereotipos: El pistolero, el bandido, los artistas ambulantes, el minero, los colonizadores y los cazarrecompensas enfundadas en historias musicales, cómicas, de suspenso y romance, todas con ese toque siniestro que los caracteriza y en donde la muerte reposa en un ambiente más formal y común al tratarse del salvaje oeste. En un mini “tour de force”, Tom Waits protagoniza casi en solitario el relato sobre el buscador de oro, encausando una venganza muy acorde a la violencia onírica y “accidental” de los Hermanos Coen
2 – Short Cuts (Altman, 1993)
POR EL FETT
Una de las mayores características de Altman como director era sino su desprecio, si su objetiva y externa mirada hacía la sociedad humana, siendo una especie juez fílmico y natural observador de sus condiciones. Si bien no fue la primera, Short Cuts a partir de los 90 vino a influir de manera relevante a todas esas historias de relatos independientes que se cruzaban con genuina indiferencia o ignorancia de su entorno, hasta que un común acontecimiento afectara sus vidas. Por momentos puede caer en lugares muy comunes e historias pesadas, pero en términos generales puede ser tan cruenta como conmovedora. Si no la han visto, échenle un ojo a su reparto: McDormand, Robbins, Stowe, Tomlin, Modine, Downey Jr., Lemmon, Moore y Tom Waits
1 – Dracula (Coppola, 1992)
POR EL FETT
No es la mejor adaptación sobre la obra de Stoker, pero si la más bella visual y sonoramente, donde Coppola en toda su grandilocuencia y estatus incrusta un giro de tono tan arriesgado como memorable al convertir al monstruo en uno de los personajes más trágicos y románticos que se hayan visto en el cine. Mucho valor conlleva la fantástica actuación Gary Oldman para justificar (y guiar) y siniestro “Renfield” que aquí interpreta con singular maestría el demente de Tom Waits. Coppola el que lidera una oscura y emotiva orquesta que se ha convertido en uno de los mutantes y/o híbridos fílmicos más queridos del cine, una mezcla de horror (con un par de secuencias perturbadoras), suspenso, romance y erotismo sin igual, que tienen a la sangre como el segundo y quizá más importante protagónico.