Las 5 Mejores Películas de Vincente Minnelli

Considerado el padre del musical moderno, Vincente Minnelli fue una de las grandes figuras del Hollywood clásico tanto detrás de cámaras como del mundo de la farándula. Su vida pública, por todos conocida (esposo de Judy Garlanda y padre de Liza Minnelli), se vio precedida por la de un joven que junto con su padre, iba recorriendo todos los Estados Unidos en una carpa de teatro, deleitándose de aquel mundo del espectáculo. 

De joven comienza primeramente a interesarse por el mundo del teatro, desempeñándose como asistente de fotografía y ayudante de producción, para después llegar a ser director de escenarios y finalmente dirigir algunos musicales en Broadway a partir de 1935. Dos años más tarde llegaría su oportunidad en Hollywood, trabajando para la Paramount como director emergente y de escenas, hasta que conoce al productor de la MGM, Arthur Freed, que le otorga sus primeras oportunidades importantes, comenzando a dirigir oficialmente en 1943.

Un director influyente, pero también intermitente, era sabido que el estado emocional de Minnelli no era el mejor, por lo que sufrió muchos episodios de depresión debido a la mala recepción de algunos de sus films, lo cual lo llevó a salir y regresar de su adorado musical en varias ocasiones, con resultados tan memorables como también dispares.

Ganador del Oscar, del Globo y de Cannes, sin duda estamos hablando del artista que redefinió el género musical, y de donde emanaron todos los ejemplos de este hasta la actualidad. Recordemos al gran Vincente Minnelli con sus 5 Mejores Películas

 

Bonus – The Band Wagon (1953)

POR KIM TOBIAS

A diferencia de otros musicales, The Band Wagon tiene un aire de melancolía, pues su historia está asentada en personas poco exitosas y veteranas (Astaire tenía 54 años) pero es precisamente esto lo que lo hace especial. La trama se centra en un cantante y bailarín de Broadway que atraviesa por una etapa crítica en su carrera y está decidido a volver al escenario que le dio gloria y fama en el pasado. Frecuentemente comparada con Singin’ in theRain, la cinta tiene su brillo propio gracias a los increíbles movimientos de Astaire y Charisse, quienes fascinan principalmente con su ballet de “Dancing in the Dark”, un fantástico baile de pareja que atrae de forma precisa e irremediable. Un poco deficiente en su argumento, pero grande en su ejecución musical

 

5 – Lust for Life (1956)

POR EL FETT

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Tercera nominación al Oscar para Douglas en una cinta biográfica que, si bien se torna mediocre en términos narrativos, permite la explotación histriónica de sus inmiscuidos, de manera que hasta hace pocos años, era difícil imaginar como Van Gogh a otro actor que no sea Kirk (y llegó Dafoe) con el valor agregado en el acercamiento físico hacía con el brillante pintor. El retrato de un personaje atormentado y con una gama de excelsos desempeños secundarios (Anthony Quinn ganaría el Oscar como mejor actor de reparto por una intervención de menos de 10 minutos), el segundo éxito fuera del musical por parte de su director, sería un ejemplo claro de su astucia y talento para la dirección de actores, que también sin bailar denotaban gracia (ahora dramática) en el escenario.

 

4 – Gigi (1958)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Repleta de elegancia y clase, Gigi se convirtió en uno de los musicales más recordados de la época de oro del género, en manos de uno de los directores que más clásicos le aportó. La alegría se transmite a través de la historia de Gastón Lachaille, un rico y carismático playboy quien encuentra en Gigi a una joven quien, en su tránsito hacia la madurez, logra conquistar su corazón, pasando de una amistad inocente hacia la pasión. Leslie Caron transmite toda la dulzura e ingenuidad con un toque de rebeldía en su interpretación, mientras que Maurice Chevalier dota de picardía y humor a la trama. Las canciones, la cuidada fotografía, la escenografía y los vestuarios hacen de este un musical épico y fastuoso que, sin embargo, no sobreviviría al escrutinio de los tiempos actuales. Sí, es un producto de su época, y aún así: “Thank Heaven for Little Girls!”.

 

3 – Meet Me in St. Louis (1944)

POR KIM TOBIAS

Una encantadora historia familiar protagonizada por Judy Garland, quien interpreta a una adolescente que se enamora de su vecino. Su feliz vida y la de su familia en Saint Louis se verá amenazada cuando su padre les informe que tienen que mudarse a Nueva York, pues él ha conseguido una promoción en su trabajo. El indiscutible talento vocal de Garland encabeza la magia de este, interpretado números memorables dentro del hogareño relato con una química impresionante. La ingenuidad del primer amor jugará también un papel importante en el desarrollo de canciones realmente encantadoras, al mismo tiempo que explora los sentimientos más fraternales como el miedo a la separación y la nostalgia.

 

2 – The Bad and the Beautiful (1952)

POR EL FETT

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Ganadora de 5 premios Oscar y considerada por muchos como una de las más grandes películas – dramas de la época dorada de Hollywood,  estamos hablando de un ostentoso ejemplo directivo que fuera de su zona de confort, posicionó a Minnelli como uno de los mejores directores de su época. Algunos podrían tomarla como una versión masculina de Sunset Blvd., no por similares, sino por el encausamiento de su trama en un tiránico y acabado productor de cine que se aprovecha de un director, una actriz y un guionista que ayudó en el pasado para levantar su último gran proyecto y regreso. Sin duda un estandarte en los relatos del cine dentro del cine y la ocasión en que Douglas se quedaría más cerca del Oscar, premio que se le negó en toda su carrera (salvo el honorífico en 1996).

 

1 – An American in Paris (1951)

POR KIM TOBIAS

¡Qué mejor que la ciudad más romántica del mundo para trasladar un musical!  Kelly interpreta a un pintor americano que vive en París tratando de vender sus cuadros de forma poco exitosa; pero una mañana conoce a una americana adinerada que se enamora de él y decide promocionar su carrera, justo el mismo día que conoce a una sencilla chica de la que él se enamora. Un musical con un triángulo amoroso en el que resulta difícil no caer ante el carisma y los números musicales; una cinta cuya mayor virtud no es su historia de amor, sino la extravagancia que la rodea. En definitiva, un ostentoso y espectacular número final de 17 minutos es lo que termina por colocar a este musical como IMPRESCINDIBLE.

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


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