Las 5 Mejores Películas de Walter Pidgeon
A diferencia de muchos actores que vieron terminar su carrera con la llegada del cine sonoro, para Walter Pidgeon fue precisamente todo lo contrario. Gracias a su desempeño como barítono, su gran voz y su facilidad para el canto, la revolución fílmica sirvió para despegar su carrera, una que había cambiado gracias a la falta de oportunidades en el teatro musical.
Aunque comenzó su filmografía a mediados de los años 20, Pidgeon se haría mundialmente conocido gracias a la película que venció a “Citizen Kane” en los Oscar: Que verde era mi Valle, dando una de las más entrañables interpretaciones de su tiempo y catapultándolo de manera inmediata en el panorama hollywoodense.
Trabajaría en más de 130 producciones, primero dejando el cine a finales de los 50 para incrustarse en la pantalla chica, y luego retirándose a finales de los 70. Un talento formidable y de cierta manera desperdiciado, de gran presencia, buen registro dramático y una inigualable voz, recordemos al buen Walter Pidgeon con sus 5 Mejores Películas
Executive Suite (Robert Wise, 1954)
POR EDGAR DEL VALLE
Historia sobre la confrontación de dos empresarios, uno de los cuales pretende hacer negocios, pero con ética y su antítesis es otro que solo sabe de números y dinero (Friedrich March). Wise logra una muy buena película sobre los valores humanos, con una actuación sumamente convincente de el gran Fredrich March, en otro de esos papeles de odioso que le quedaban como anillo al dedo (de ahí su gran versatilidad, pues también podía interpretar la antítesis de dichos arquetipos). En medio de estos dos empresarios, existe también un gran reparto en donde el director reparte una variante de personalidades que coexisten en una torre de codicia y ambición
The Bad and the Beautiful (Vincente Minnelli, 1952)
POR EL FETT
Ganadora de 5 premios Oscar y considerada por muchos como una de las más grandes películas – dramas de la época dorada de Hollywood, estamos hablando de un ostentoso ejemplo directivo que fuera de su zona de confort, posicionó a Minnelli como uno de los mejores directores de su época. Algunos podrían tomarla como una versión masculina de Sunset Blvd., no por similares, sino por el encausamiento de su trama en un tiránico y acabado productor de cine que se aprovecha de un director, una actriz y un guionista que ayudó en el pasado para levantar su último gran proyecto y regreso. Sin duda un estandarte en los relatos del cine dentro del cine, Pidgeon fungirá como el nexo (el estudio) entre el malvado y sus víctimas.
Madame Curie (Mervyn LeRoy, 1943)
POR EL FETT
Versión edulcorante, pero dramáticamente muy efectiva sobre la relación entre los Curie, esposa y esposo científicos que a la larga significaría el encumbramiento de la “Madame” como una de las figuras más famosas en su ramo. El romanticismo narrativo tan peculiar dentro de las producciones que emergieron durante la Segunda Guerra hace que la química ya probada entre Greer Garson y Walter Pidgeon (de Mrs. Miniver) derroche naturalidad y admiración (a pesar de que la historia real quizá no haya sido así). Por esta gran actuación, Pidgeon recibiría su segunda y última nominación al Oscar, de nuevo fungiendo como la figura masculina de apoyo hacía la fortaleza femenina
Forbidden Planet (Fred M. Wilcox, 1956)
POR EL FETT
El género de ciencia ficción sufriría una drástica transición hacia finales de los 50, década en la que dejaría atrás todo esbozo del elemento fantástico (que conservaba desde su misma concepción con una de las piezas que originó al mismo cine, Viaje a la Luna). Dejando atrás a los invasores de otros mundos y/o experimentos científicos fallidos, emergería dentro de esta incertidumbre una aventura especial que detonará muchas de las influencias argumentales de futuras obras, y en donde el humano saldría de la tierra no solo para una exploración planetaria, sino también para cimentar ciertos elementos alrededor de otros planos dimensionales. Divertida y fundamental para comprender el género, Pidgeon interpreta al enigmático científico habitante del planeta prohibido
Mrs. Miniver (William Wyler, 1942)
POR EL FETT
En plena Guerra Mundial, Wyler aprovechó para construir la más sutil (y una de las mejores) cinta sobre propaganda británica – bélica en la historia, un compendio narrativo de exquisita carga dramática que se acabó llevando 6 Oscar, incluyendo el de mejor película y por supuesto, logrando ser una de las historias de mayor fortaleza humana frente a la adversidad y opresión fascista. Hay momentos de gran suspenso en la cinta en donde la audiencia puede ser capaz de percibir la sensación de tensión y desesperanza a través de los bombardeos y la fuerza interpretativa de Greer Grason y Walter Pidgeon, este último logrando su primera nominación al Oscar como el Sr. Miniver
How Green Was My Valley (John Ford, 1941)
POR EL FETT
La razón del porqué Citizen Kane perdió el Oscar aquel año se puede resumir en dos lógicos argumentos: el primero se debe al potencial conmovedor de Ford, que en su pose dramática era capaz de mantener en todo momento de su metraje una emotividad clímax entre la tragedia y la comicidad, en este caso, de una familia de Gales a través de sus vicisitudes, labor minera y tradiciones; la segunda, su fantástico ensamble actoral, donde Maureen O’Hara, quizá el principal símbolo de su fuerza femenina, funge como la principal figura y en donde recae la fortaleza de aquella familia; y en donde Pidgeon lleva a cabo una interpretación que sirve como vehículo principal de la narración “voz off” protagonista. Una actuación entrañable y un personaje al que se le ama desde un principio