Las feel-good ya tienen opción LGBT+: Yo Soy Simón

Gracias a las demandas de los Malditos Millennials™ por mayor inclusividad y diversidad, el cine LGBT+ está teniendo cada vez mayor relevancia y presencia en las carteleras comerciales. Es así que en el último año hemos tenido 120 Beats Per Minute, Call Me By Your Name, y Una Mujer Fantástica, todos dramas maravillosos específicamente por lo que presentan. Empero, todas son películas restringidas y, hasta cierto punto, no tan accesibles para personas que no suelen ver cine de arte, por ejemplo. No me imagino a mis papás yendo a ver Una Mujer Fantástica, mucho menos a mis tías o a mis abuelos viendo 120 Beats Per Minute o Beach Rats de fondo a la hora de la comida. Es algo que le falta al cine LGBT: películas más sencillas, predecibles y cursis que pudieran pasarse en televisión abierta sin mayor controversia. Para su fortuna -y la nuestra-, el futuro es ahora, y Love, Simon es la opción segura y cursi que llega a reconfortar a todos.

Basada en la novela ‘Simon vs the Homo Sapiens Agenda’ de Becky Albertalli, Yo Soy Simón nos presenta al adolescente titular, un hombre de una buena familia acomodada, con buenos amigos, que oculta un secreto enorme: es gay. Un día, alguien de su preparatoria publica en el chismógrafo virtual que es gay, por lo que Simon se hace un nuevo mail y lo contacta. El guión de Elizabeth Berger e Isaac Aptaker sigue muchas convenciones de cintas sobre adolescentes con humor y crean secuencias de verdad memorables, mientras tocan con cuidado y sensibilidad el proceso de Simon para salir del clóset, y las consecuencias que tiene este evento con su familia, grupo de amigos y el resto de la escuela. El desarrollo de la historia es predecible y sigue los patrones de toda feel-good movie, pero tiene elementos originales que la mantienen fresca. Las actuaciones juveniles son bastante buenas -siendo Nick Robinson y Katherine Langford quienes más destacan-, mientras que Jennifer Garner hace un buen regreso al cine comercial.

Y es aquí donde hablaremos un poco sobre las políticas de representación: a diferencia de las otras películas LGBT que han salido en el último año, esta es una comedia romántica ligera apta para todo público. Niños y adolescentes podrían entrar sin problema al cine a ver una película con final feliz sobre la experiencia de salir del clóset, y verlo en pantalla de forma positiva. Eso es algo que, por lo menos en mi experiencia, no recuerdo haya visto en el cine -y me refiero a las películas que sí llegan a las salas de cine, no a la historia del cine en general- antes. Quizás, sea el mensaje positivo que miles de adolescentes -en especial en esta era donde la derecha religiosa revive y lanza mensajes homofóbicos a la menor provocación- necesitan ver en pantalla, de la misma forma en que miles de adolescentes hetero ven sus historias de auto descubrimiento y amor en todos lados. Necesitan ver historias con las que se puedan ver reflejados, de una forma u otra, y que no terminen en tragedia. También, películas como ésta nos ayudan a nosotros, la mayoría hetero, a ser más considerados y tener más empatía con la comunidad LGBT+ y sus experiencias. Sí, a ratos podrá sonar a lección de ética, quizás para los que son más progres este mensaje les da igual, pero es justo lo que muchos temen enfrentar: salir del clóset, o que su hijo/hija les diga que es gay.

Entretenida, divertida, y enternecedora, Yo Soy Simón es una divertida comedia que, si bien no es una gran historia de amor, sí es una buena historia coming of age para todo adolescente -y, quién sabe, igual para sus papás también.