Las Locuras: Mosaico de empatía femenina

Desde el primer momento en que se supo de la nueva película de Rodrigo García, Las Locuras, las expectativas se dispararon, tanto por su reparto multi-estelar, como por la temática tan actual, abordada por un variopinto grupo de talentosas actrices que solo vienen a confirmarnos la riqueza de talento histriónico que hay en nuestras latitudes.

En el título viene la ironía, “Las Locuras”, no es un filme dedicado a exponer los avatares que sufren las mujeres aquejadas con trastornos mentales diagnosticados, sino en cambio, estas 6 historias corales conforman un mosaico en el que se retratan esos episodios emocionales en ellas que tan difíciles resultan de sortear y comprender para el hombre, tanto por falta de capacidad, por ausencia total de empatía o por el simple desden propio del género masculino.

Ya sea que se trate de un par de mujeres aquejadas por la muerte de un perro, de una ex alcohólica buscando la redención de un matrimonio fallido o de una jovén hipersensible incomprendida por su propio padre, García subraya la dificultad de entendimiento entre ambos sexos, en relaciones mal logradas de las que casi siempre salen perdiendo ellas por la sensibilidad emocional expuesta y que el hombre en su mayoría se rehusa a siquiera intentar comprender, recurriendo al camino sencillo de la denostación.

Sin embargo el director no cae en la trampa del filme feminista condescendiente que tan aplaudido es en estos tiempos. En una de las historias más arriesgadas de “Las Locuras”, Rodrigo García nos muestra, de la mano de la talentosa Natalia Solián, como las narrativas modernas y las convenciones sociales repetidas de forma robótica llevan a las mujeres a reprimir, sabotear y dudar de lo legitimo de sus propios instintos y deseos, situacion que las lleva inevitablemente al malestar emocional: ¿cómo una mujer moderna va a desear el sometimiento viril de un macho en estos tiempos?

Imposible no subrayar el sobresaliente elenco de “Las Locuras”, destacando Cassandra Ciangherotti quien entrega probablemente la mejor actuación de su carrera, como una sensible, inteligente y omnisciente mujer obsesionada con Joan Manuel Serrat, cuyas tribulaciones tienen más de emocional que de locura. Mismo caso de Angeles Cruz, quién se roba por completo el filme con su conmovedora actuación de una alcohólica en recuperación saboteada por su propia familia para alcanzar la redención, poniéndose a la altura actoral de una imponente Luisa Huertas.

Con elenco de lujo y un director que sacó lo mejor de la mismísima Glenn Clóse, es inevitable pensar que tal vez alguien del ensamble debió “volverse más loco” para darnos un golpe emocional más duro, y así cumplir la promesa y las expectativas que “Las Locuras” generó. Filme interesante que se queda a medio paso de ser memorable.

Calificación: interesante más no memorable

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Acerca del autor

Adolfo Uriarte     instagram.com/_mascine_/

Fotógrafo por necesidad y hambre, cinéfilo por las mismas causas. Coincido que las buenas películas te marcan, pero las malas son mas divertidas. Mi mayor pecado: odio Star Wars.


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