Las Mejores Defensas del Cine: Chocolate Flavor (1 de 4)
Lejos de la cordura, armadas de valor, con la imaginación desbordada y en pleno estado de éxtasis, las féminas de Cinescopia se atreven a publicar los motivos ocasionales de sus desvelos; y digo ocasionales porque también nos desvelamos por la paz mundial, no vayan a pensar que se nos va el inconsciente en alimentar la libido.
A manera de rebelión contra los hombres, machos, masculinos de este honorable santuario del cine, mismos que no desaprovechan la ocasión para hablar de las bondades anatómicas de las famosas del celuloide, decidimos hacer un post de los traseros masculinos más bellos de la pantalla. Poco tememos a las represalias, la investigación ha valido la pena, entramos al confesionario para revelar nuestros placeres culposos.
Para evitar problemas nos fuimos por colores y cada una seleccionó a un favorito. Con riesgo de sobreexponer mí maltrecho subconsciente me voy con los galanes color chocolate. Los morenazos son lo mío, o al menos eso quisiera, así que, se va y se corre con la lista de los condenados:
Idris (Papacito) Elba
Este actor inglés ha hecho de todo: cine, televisión, modelaje, videos, doblaje y hasta resulta que es un excelente DJ. Se rumora que podría ser el próximo James Bond, así que este bombón de chocolate está “in”. Elba comenzó a llamar la atención con su personaje de Russell “Stringer” Bell, un narcotraficante en la serie “The Wire”. Su papel en la serie de la BBC “Luther” le valió un Globo de Oro.
El hombre no sólo es bellísimo, sino que es un excelente actor, su papel en “Beasts of no nation” le dará muchos reconocimientos. Así que nos podemos ir olvidando de los penetrantes ojos amarillos de Heimdall el guardián del Puente de Asgard, porque los papeles menores se terminaron para este hombre extraído del Olimpo pasado de tueste. Pronto tendremos su voz en “The Jungle Book” y “Zootopia”.
Djimon Hounsou
La definición “Dios de ébano” debería tener su fotografía. Originario de Benín, África, nacionalizado estadounidense, comenzó su carrera como modelo en París, para después ir a radicar a EEUU. Hizo una excelente entrada en el cine con “Amistad” de Steven Spielberg, aunque tal vez lo recordamos más como un gladiador al lado de Russell Crowe. Dos veces nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto por “In America” y “Blood Diamond”, pero desde ahí se vino abajo. Aunque no ha dejado de trabajar, no ha pasado de películas domingueras tipo “Fast & Furious 7” o su papel menor como Korath en “Guardians of the Galaxy”.
Lo que sigue para este dios de charol luminoso es otro papel secundario como el Jefe Mbonga en “Tarzan”. Confío en que se aplique en mejorar la calidad de las películas en que participa, mientras tanto me conformo con verlo como modelo de Calvin Klein.
Will Smith
Poco respetable habrá que decir del señor Smith, ya que el que pasó a la fama como “El Príncipe de Bel Air” no es lo que se dice un actorazo. Está bello sí, y es muy simpático además, por fortuna este post no tiene nada que ver con sus capacidades histriónicas. Fuera de “Ali” y la lacrimógena, que nunca vi, “”The Pursuit of Happyness” (En busca de la felicidad), este muchachito no ha aportado gran cosa a los anales cinematográficos. Por fortuna sus comedias son bastante digeribles y están bien para reposar la neurona y darse un taco de ojo.
¿Qué nos promete el descopetado “Príncipe del rap”? En el 2016 llega con “Suicide Squad” y que Dios lo agarre confesado porque seguro que Cinescopia lo va a hacer pedazos…otra vez.
Jason Momoa
Bajando tres rayitas al tono chocolate, ahora me toca suspirar por Khal Drogo (“Game of Trones”) o tal vez debería decir por “Conan the Barbarian”. La fisionomía de este surfista hawaiano cincelado en mármol, lo ha encasillado en papeles de caricatura. Esa mirada desquiciada y esos pectorales lo hacen poco menos que temible y/o encamable a la vista. Que si actúa o no, eso no me interesa, yo agarro mis palomitas, desconecto el lóbulo frontal y babeo.
Momoa sigue con personajes de Comic y aprovecho la confesión para decir que desde mi tierna infancia soy la fan número uno (tal vez la única) de Aquaman, sí, de ese que nada retebonito, que puede hablar con los delfines y que quién sabe cómo es que se fue a colar entre los 7 grandes de la Liga de la Justicia. Una tenue luz al final del túnel me dice que tal vez Jason Momoa puede mejorar la imagen del superhéroe acuático con una sobredosis de rudeza. Ustedes déjenme soñar, no me despierten.
¡Ah se me olvidaba! También viene con un Western de la casa Netflix, así que está en la mira de los Cinescopios.
Henry Cavill
Por último mí preferido. Cuando pienso en azul, pienso en los bellísimos ojos del “Hombre de acero”. Sé que es algo así como herejía mencionarlo, pero sin querer faltar el respeto al Sr. Christopher Reeve, me encantó Cavill en este personaje. No hablo de la película, ni siquiera de su desempeño en ella, sólo me refiero a ese hombre vestido de spandex que alguna vez llevó los chones por fuera.
Cavill pertenece a la nueva, hermosa y prometedora generación de actores ingleses. Ya hizo su paso obligado por televisión en “The Tudors”, tuvo su momento con “The Count of Monte Cristo” y no le fue tan mal con “The Man from U.N.C.L.E.”. Aunque pienso que este Superman del siglo XXI tiene más para dar que una cara bonita, un pecho de acero, unas piernas de muerte y un trasero que parece no caerá ni con Kriptonita, me temo que su belleza lo va a condenar siempre.
Benditos sean los condenados porque de ellos será el reino de los cielos.