Las Mejores Películas de Arnold Schwarzenegger
Una de las personalidades y figuras más complejas y carismáticas en el mundo del cine, la historia de Arnold Schwarzenegger es sin duda material para llevar a cabo una exitosa biopic motivacional y hasta ganadora del Oscar. Nacido en el seno de una familia católica austriaca en el pueblo de Thal, creciendo en la pobreza y bajo los abusos físicos y psicológicos de un padre con pasado nazi y un hermano mayor que moriría muy joven tras un accidente de auto, el pequeño Schwarzenegger, siempre “contento” y de buen humor como lo describen sus conocidos desde la niñez, dijo una vez a sus padres que “quería ser el hombre más fuerte del mundo”.
Y lo logró. Tras jugar futbol y ser una joven promesa atleta, la primera pesa la levantaría a sus 14 años, ganando el título de Mr. Universo a los veinte. Como él mismo lo mencionaría, dicho título sería su boleto de salida y no retorno hacía la tierra de las oportunidades, Estados Unidos, donde perseguiría su otro sueño: el de ser actor. Arnold se convertiría así en uno de los iconos más importantes del fisiculturismo (el más famoso sin duda), escribiendo libros, artículos y siendo el mayor líder de opinión sobre el tema en la actualidad, estableciendo el primer record de siete victorias al hilo como Mr. Olympia entre 1970 y 1980 e incluso teniendo a su nombre uno de los certámenes de fisicoculturismo más importantes en la actualidad: El Arnold Sports Festival.
El principal problema que enfrentaría para comenzar su carrera de actor sería irónicamente el elemento que a la postre más lo distinguiría: su acento. Ya con la fama y apodo de “Mr. Strong”, Arnold debutaría como Hércules en una de las peores películas rankeadas dela historia: Hercules en Nueva York en 1970, sin embargo sería hasta 1976 cuando comenzara a llamar la atención gracias al director Bob Rafelson, el cual le dio un papel en la tragicomedia Stay Hungry, misma que incluso le otorgaría su único premio de relevancia: un Globo de Oro a mejor promesa de actuación.
Los casting comenzarían a ser más constantes y las oportunidades más activas (incluso adicionó para el papel de Hulk, pero fue rechazado por su estatura), llegando por fin al estrellato con una doble función: Conan de 1982 y su secuela “Conan el destructor” de 1984. El resto es historia, una que incluso llegaría a la política tras hacerse de la 38ª gubernatura del estado de California y a la fecha ser un líder de opinión también en dicho ámbito, colocándose como uno de los más férreos detractores y críticos del mandato de Donald Trump
Ciencia ficción, acción, comedia, fantasía y hasta drama, no cabe duda que estamos hablando (junto a Stallone), de una de las figuras y leyendas de acción por excelencia, un icono de la cultura, sociedad y política estadounidense. Celebramos los 74 años y 5 décadas de carrera fílmica del Gobernator con sus 5 Mejores Películas.
Bonus – Maggie (Hobson, 2015)
Una de sus más notorias curiosidades dramáticas fue este relato paternal enmarcado en un ambiente apocalíptico de expansión zombi. Arnold Schwarzenegger interpreta al padre de Maggie, infectada con virus zombie y a la cual en lugar de entregar a las autoridades, optará por cuidarla en casa y hacer que pase sus últimos días llenos de amor y tranquilidad. Una buena metáfora del incondicional amor de un padre frente a la enfermedad física o mental de un adolescente, llámese sida, cáncer, drogas, la cinta funciona gracias al manejo adecuado de sus elementos y a un argumento que se salva de la pretenciosidad gracias extrañamente al realismo impreso en sus actuaciones y a la simpleza de su ambientación. Sin duda el más decente registro dramático de Schwarzenneger.
Bonus – Conan the Barbarian (Milius, 1982)
La máquina destructora se crearía en el legendario relato fantástico de Milius, donde un austriaco que ni hablaba inglés se tenía que aprender sus diálogos de manera fonético para apenas entenderle. Pero la voz no era lo que apreciamos de Conan, sino la mole física y presencia de un fisiculturista que aquí comenzaría su escalera al éxito. Gran relato de aventuras, con violencia, sexo, músculos, más violencia y más orgías, sin olvidar un gran villano y la resurrección de un héroe que buscará su venganza. Ver a Arnold blandiendo esa espada tras su levantamiento y antes de la batalla final, joder, eso es cine. Irónico, pero los ligeros toques de comedia aquí también profetizaban la carrera de acción y comedia
5 – Kindergarten Cop (Reitman, 1990)
La capacidad cómica de Arnold le dio para protagonizar varios de los clásicos noventeros de relleno televisivo, tales como Junior (nominación al Globo de Oro), El Regalo Prometido o El último gran héroe (esta es malísima), sin embargo su pináculo humorístico se dio como un detective infiltrado en un jardín de niños, denotando de manera muy natural la química del Gobernator con los escuincles y demás inmiscuidos. Reitman imprime un ritmo solvente y a través del desequilibrado estereotipo de héroe de acción convertido en un “mortal civil” (papel que tuvieron que interpretar todas las demás figurillas en su momento) encausa algunas secuencias divertidísimas tanto en los diálogos como en los gags físicos.
4 – True Lies (Cameron, 1994)
Olvidada e hilarante cinta de acción cómica que se dio justo antes de que Cameron perdiera la cabeza con Titanic. Aunque el uso de dobles es más que notorio en algunas escenas de acción (de verdad se obvia hasta ridículo), aquí el objetivo de Arnold Schwarzenegger es construir junto con Jamie Lee Curtis un conflicto matrimonial hilarante alrededor de un espía de alto nivel que le esconde su vida a su familia. Como pez en el agua y con los dos estilos en lo que se siente más cómodo, el fisiculturista ofrece un relajado y hasta tierno papel como un esposo celoso y preocupado por la desatención sexual hacía con su pareja. Por supuesto la escena del baile es inolvidable, así como la aparición de Bill Paxton y hasta el cameo de Charlton Heston.
3 – Total Recall (Verhoeven, 1990)
Clásico de la ciencia ficción, con toques de noir y la violencia estética que encanta a Verhoeven, el director canadiense y el actor austriaco conectaron de inmediato desde que Arnold hiciera el casting para ser Robocop, papel que tendría que dejar de lado por cuestiones de su gran físico (el traje no le cabía). Es notoria la relación de admiración que surgió entre ambos en consecuencia y a partir de este film, pues Arnold no solo se hizo cargo de la puja mediática y la selección de director, sino que también al mando de Verhoeven ofrece una “doble actuación” con el mínimo esfuerzo histriónico pero con el doble de carisma, encausando así una de las grandes, divertidas y más oscuras aventuras espaciales
2 – Predator (McTiernan, 1987)
Clásico de dos géneros, el carisma y presencia de Arnold Schwarzenegger junto con el simplón pero efectivo guion, la violencia gráfica, la banda sonora y un par de inolvidables líneas, son suficientes elementos para acarrear el genial duelo entre dos especies: un alien cazador y un mercenario con más músculos que acento. Sin duda y fuera del acartonado Conan y su Terminator, este sería el primer lucimiento histriónico total para Arnold, confirmándose no solo como la figura de acción heroica, sino también marcando la diferencia con su compañero y competencia Stallone, pues mientras aquel abordaría personajes más dramáticos u “oscuros”, Arnold de cierta manera manejaría personajes con más humor o ciertamente pintorescos (y sin duda con mayor carisma)
1 – The Terminator y T2: Judgment Day (Cameron, 1984 y 1991)
No su mejor pero sin duda su más icónico y conocido papel, El T800 le daría no solo la oportunidad de demostrar un doble papel, villano y héroe (centrémonos solo en estas dos y olvidemos todo lo demás), sino también encausar su mejor registro actoral: el de un robot sin expresiones. Con la primera Terminator, su acartonado acento y monstruosa presencia causan el efecto deseado: amenaza y terror; en la segunda parte su imponente figura no se aminoraría, pero dejando de lado el antagonismo, Arnold Schwarzenegger encausaría de forma magistral e inexpresiva varios de las grandes momentos del cine de acción y ciencia ficción, con diálogos legendarios e incluso momentos de accidental comicidad. Quizá el mejor referente del cine de acción, y el Gobernator lo sabe.