Las Mejores Películas de Ben Affleck
Nacido un día como hoy, el pequeño Ben desde los 8 años comenzaría a grabar sus propias películas y a acudir a castings con ayuda de su madre. A pesar de que su padre fue un aspirante a dramaturgo, violento y alcohólico, Ben y su hermano quizá quisieron rellenar ese espacio artístico en su familia con lo que parecía un talento nato.
A pesar de que dichos traumas paternales recalarían en su propia persona llevándole a las adicciones, al alcoholismo y a la depresión durante su adolescencia y aún en su adultez, Affleck ha denotado un sentido de crecimiento y esfuerzo personal tremendo, muy equiparable a su propia evolución artística, pues de ser uno de los actores más apestados de su generación, en las últimas décadas su estatus se ha confirmado desde la parte del guion y dirección, siendo uno de los más destacables estadounidenses en dichos rubros (pero no con mucha constancia debido a sus recaídas).
El cine de Affleck parece tener en ocasiones una debilidad: al mismo Affleck de actor, sin embargo el Ben director ha sabido sopesar dichas fragilidades con narrativas que infunde una tensión constante y muy natural dentro de cintas que siempre apelan a la hermandad y la calidez de una familia externa, en su mayoría formada por grupos de amigos o personas ajenas al núcleo familiar ¿Qué fuerte no es así? Sin duda su pasión y calidad como director – guionista se originan desde sus mismos dolores, lo cual hace que sus relatos sean muy honestos, naturales y repletos de emociones y estructuras psicológicas complejas; pero también desde la misma fuerza que su familia directa o indirecta le ha brindado (su hermano Casey, su amigo Matt, su amigo Kevin Smith, etcétera).
Actor, productor, director y guionista, al estuche de monerías del Bataffleck es difícil resumirlo dado que en todos sus rubros ha hecho al menos algo destacable. Por tal razón y esperando que le vaya bien con su J.Lo, aquí sus 10 Mejores Películas
10 – Shakespeare in Love (Madden, 1998)
POR EL FETT
Olvidemos por un momento que esta cinta ganó el Oscar a Mejor Película derrocando a The Thin Red Line o a Saving Private Ryan, y solo centrémonos en el tema que nos compete: Ben Affleck, que en la parte secundaria interpreta irónicamente a un “famoso” actor de teatro que es relegado a un rol secundario en la próxima obra de su amigo, William Shakespeare: Romeo y Julieta. Affleck se presenta con gran soltura y naturalidad, en mucha parte gracias a que el personaje es tan cautivadoramente arrogante, accidentalmente cómico y fuera de escena ¡Sobreactuado! Factores que incluso hacen que sea imposible imaginarse a otro en el rol. Ahora aceptémoslo, Shakesperare in Love no era la mejor película de 1998, pero tiene y sigue guardando su encanto
9 – Dogma (Smith, 1999)
POR EL FETT
Damon – Ben Affleck – Smith: los primeros dos verían su primer y principal trampolín en la actuación de parte de un cineasta – escritor caracterizado por la comedia juvenil y satírica sobre referencias espirituales, juveniles y culturales. Affleck ya había participado bajo las órdenes de Smith en Mallrats (divertidísima) y Chasing Amy, sin embargo fue hasta esta aventura espiritual en donde junto a su amigo Matt se encuentran como peces en el agua, relajados, siendo ellos mismos e interpretando a dos ángeles expulsados del cielo que encuentran un hueco ideológico en un dogma de fe, mismo que les puede beneficiar para volver a donde pertenecen, asqueados ya de la mundana y simplona humanidad. Hilarante, la vena cómica de Affleck parecía ser nata.
8 – The Way Back (O’Connor, 2020)
POR EL FETT
Elogiable drama deportivo en donde el propio Ben Affleck provee al relato de ese tono veraz y muy empático gracias a que desgraciadamente actúa como él mismo después de pasar un tiempo en depresión y rehabilitación por su enfermedad del alcoholismo. Affleck encontró en este papel un simbolismo a sus problemas reales y actuales, por lo que a manera de auto terapia, expiación y resurrección de su misma carrera, ofrece un desempeño tan loable como preciso como un famoso ex jugador de basquetbol colegial sumido precisamente en eso, en la depresión y el alcoholismo, por factores que el propio libreto irá desmenuzando a lo largo del film. A veces Ben se supera así mismo y no es tan mal actor como él nos lo ha hecho creer.
7 – Hollywoodland (Coulter, 2006)
POR EL FETT
Cinta por demás desconocida que desgraciadamente vio en su nula distribución su penitencia. Ben Affleck aquí interpreta de excelente manera a George Reeves, actor de la vida real que murió bajo extrañas circunstancias en el cuarto de su casa ¿Cómo era mejor conocido este trágico actor? Como Superman. Aunque no con mucho talento, pero si intentando proyectar un thriller policíaco interesante con buenos momentos y un ritmo en ratos formidable, el director posiciona a Affleck como el secundario del film, revisitando su vida y trágico suceso a través de flashbacks mientras la verdadera acción se suscita en el presente con un torpe pero atrevido detective (un eficaz Adrien Brody) tratando de desenmascarar la verdad.
6 – Air (Affleck, 2023)
POR EL CINE ATUARIO
Alex Convery genera el contexto de una manera sutil acerca de lo que se rodeaba a la firma de Jordan (en su época de novato) con la división de basketball de Nike, a través de escenas de conversación que son suficientes para describir personajes, lugares y situaciones. Ben Affleck da una cátedra de manejo de edición y fotografía haciendo el ambiente de estás oficinas tan claustrofóbico o abierto como requiera la trama, teniendo una de las mejores secuencias de una reunión de negocios en la historia del cine. A pesar de su sencillez, Air, al igual que un Scottie Pippen o Dennis Rodman, terminan siendo efectivos para elevar la leyenda de su majestad: MJ
5 – Argo (Affleck, 2012)
POR EL FETT
Ben Affleck dirige el thriller ganador del Oscar donde por momentos demuestra que lo suyo es la impresión del ágil ritmo y su pericia para dirigir actores ¡Menos a él mismo! Aunque su papel es aceptable, la realidad es que su inexpresividad es ajena a todo el drama y la tensión que requerirá la cinta cuando esta se aproxime a su clímax, uno excelente y exasperante por parte de su alter ego directivo del cual no tenemos quejas. Sí, es uno de los Oscar más pobres en la historia y también por episodios se siente muy artificial y patriotera, pero para ser honestos, ese año 2012 fue una las peores cosechas fílmicas de los últimos 20, por lo que su eficaz dirección y buen final le bastaron para ser de lo más relevante
4 – The Last Duel (Ridley Scott, 2021)
POR EL FETT
Auspiciada directivamente por el mejor Scott desde “Black Hawk Down” y escrita (y protagonizada) por Matt Damon y Ben Affleck, The Last Duel se convierte quizá en la segunda cinta en la historia narrada total y estrictamente desde el “efecto Rashomon”, dándose incluso cierta libertad creativa o “autoral” al hacer un pequeño gran ajuste a sus reglas. Aunque en dicho cambio donde no solo esta violenta odisea medieval “basada en hechos reales” sale perdiendo, al mismo tiempo también se gana unos buenos aplausos en su atrevimiento irrespetuoso para adaptar y/o actualizar el “método” a las tendencias del presente (irónicamente en el pasado). Aunque Affleck es el más débil eslabón actoral, su guion merece una destacada mención
3 – Gone Baby Gone (Affleck, 2007)
POR EL FETT
El primer protagónico de su hermano llegaría gracias a su patrocinio y sapiencia directiva, formando en ese momento una dupla perfectamente acomodada en la labor que mejor sabían (y aún les corresponde) hacer a cada uno. Un excelente y oscuro thriller en donde su principal valor radica en mantener al espectador en una sensación de tensión constante, los Affleck dan una sacudida narrativa y actoral al enfrentar a la pareja protagónica en un dilema moral bastante complejo y capaz de intimar y jugar con la propia decisión de la audiencia en su soberbio final – clímax. Una cinta muy elegante y que denotó que mientras Csey estaba hecho para actuar, Ben Affleck lo estaba tan solo para esculpir guiones y dirigirlos
2 – The Town (Affleck, 2010)
POR EL FETT
Excelente thriller de corte gansteril que representó la confirmación de Ben Affleck como un buen director. Algo curioso es que a pesar de su excelente libreto y una dirección trepidante que mantiene el interés de principio a fin, aquí Ben es consciente de sus limitantes histriónicas, posicionándose como el pivote del relato en un incierto protagónico, dotando así a sus co-estelares de la fuerza necesaria para que ellos resalten con una mejor estructuración y por supuesto mayor registro. Por tal razón es clara la desventaja de Ben cuando nombres como Rebecca Hall, John Hamm, Chris Cooper y/o Jeremy Renner hacen un mínimo esfuerzo, dentro de un relato de traición, hermandad y “daddy issues” bastante elogiable.
1 – Good Will Hunting (Van Sant, 1997)
POR EL FETT
Hay que resaltar por sobre todo en su carrera aquel primer Oscar de Ben Affleck por muchos desconocido (y compartido con Damon), el cual se le otorgó gracias a un brillante guion que sostenía su madurez en una inteligente serie de diálogos y estructuras emocionales tan reales como complejas, que al final sería el principal culpable de proveer de veracidad y credibilidad tanto a la química con Damon como a su actuación misma. Dicha espontaneidad no solo surgiría del libreto, sino también de la química de dos amigo que se conocieron desde que tenía 8 y 10 años y que fueron a la escuela y a buscar trabajo al cine casi al unísono, lo cual se refleja en lo abrumadoramente real, emotiva y divertida que es su amistad también en pantalla