Las Mejores Películas de Carlos López Moctezuma

El 19 de noviembre de 1909 nace en la ciudad México el actor Carlos López Moctezuma Pineda, el villano de las películas del cine de oro nacional.

Discípulo de Virginia Fábregas y de Fernando Soler, Carlos López Moctezuma debutó en el Teatro Orientación en la obra “Antígona”. Su primer estelar lo consiguió participando en el filme Los millones de Chaflán comenzando su ascenso dentro de los repartos de la pantalla de plata del cine mexicano.

Carlos López Moctezuma fue ganador del Premio Ariel en varias ocasiones. Su rostro recio le dio enorme prestigio entre las luminarias. Compartió la escena con innumerables figuras del cine nacional e internacional. No siempre hizo el papel de villano cinematográfico, su película” Padre nuestro,” le permitió mostrar su versatilidad como un buen padre de familia. Sin embargo, siempre fue reconocido por ser el representante de la maldad humana en muchas de sus películas.

Según se comenta, a pesar de su presencia cinematográfica, en la vida real Carlos López Moctezuma era una buena persona, con gran carisma. Recordemos a este inolvidable actor con sus mejores interpretaciones

 

Bonus – La Horripilante Bestia Humana (René Cardona, 1969) 

Por Edgar del Valle

Curiosa cinta de terror protagonizada por José Elías Moreno y Carlos López Moctezuma, que relata como un doctor intenta salvar la vida de su hijo, mediante un trasplante de corazón, teniendo como donante a un gorila. Clásica película serie B a la mexicana, verdaderamente cutre, que por lo tanto llama a los interesados de este género, sobresaliendo la actuación de ambos actores. En su tiempo causó demasiada polémica debido a ciertas escenas que para la conservadora sociedad mexicana pudieron parecer grotescas y/o subidas de tono, elemento por el cual ha ganado adeptos “de culto” con el paso del tiempo

 

10 – Perro callejero (Gilberto Gazcón, 1980)

Por Flaco Cachubi

Llegamos hasta la película que marcó el parteaguas en la carrera de Valentín Trujillo. Con guion de Ramón Obón teniendo como base un estudio sociológico realizado a fines de los años setenta, el filme retrata el modus vivendi y desventuras de un individuo socialmente marginado, sobreviviente a la violencia imperante en los entornos de mayor pobreza y desigualdad de la Ciudad de México. Desde una perspectiva muy superficial, Perro podría percibirse como un sujeto más del montón en lo que al subgénero del drama urbano se refiere, sin embargo, aunado a un guion que no desmerece, Valentín Trujillo demostrando cierto histrionismo – que no le volveríamos a ver – dotó a Perro de una humanidad que hizo de él, un personaje profundamente realista. Carlos López Moctezuma tendría una de sus últimas mejores actuaciones

 

9 – Campeón sin corona (Alejandro Galindo, 1945)

Por El Cine Actuario

Campeón sin corona es más que un simple drama deportivo, podríamos decir que es la construcción perfecta de un anti-héroe, un atleta que es guiado por sus sentimientos más nobles, pero a la vez puede verse impulsado por sus bajas pasiones. Con una actuación espectacular de David Silva, Campeón sin Corona es la historia de manera indirecta de México y su idiosincrasia; el famoso ‘ya mérito’ que siempre por ‘n’ cantidad de situaciones se queda en un mero sueño consolado en un enorme potencial. Todo esto enmarcado quizá en nuestro deporte por excelencia y en donde somos sin lugar a dudas más chingones: los madrazos a guante rojo arriba de un cuadrilátero. Carlos López Moctezuma como el Mickey mexicano, el tío Rosas, hace una excelente actuación

 

8 – Una cita de amor (Emilio Fernández, 1958)

POR EL FETT

Emilio regresa a sus orígenes revolucionarios para narrar otra historia de amor trágico dentro de un contexto western, pero en esta ocasión mucho menos condescendiente e incluso un poco más violento (dentro de la corriente crepuscular). Trabajando con Silvia Pinal por primera y única vez, Emilio construye otra recia heroína campirana, que reta a las costumbres e ideologías de su rica familia para casarse con el hombre que ama, especialmente las de su padre, el ruín y costumbrista Don Mariano, interpretado por un soberbio Carlos López Moctezuma. La cinta se adaptó bien al mercado europeo, siendo participante dentro del Festival de Berlín de su año y permitiendo al “indio” renacer de manera directiva antes de proseguir hacía su última etapa

 

7 – La rebelión de los colgados (Alfredo B. Crevenna, Emilio Fernández, 1954)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Basada en la novel del mismo nombre del misterioso B. Traven, la cinta trata sobre las inclementes condiciones de vida y los abusos sufridos por los campesinos e indios de la selva lacandona durante el periodo del porfiriato. Llevada al drama/tragedia rural, relata la historia de Cándido, un indio quien para buscar salvar a su mujer de una enfermedad mortal, termina firmando un contrato que lo ata a una montería de caoba y a sufrir los abusos de los dueños y los capataces del lugar. Pedro Armendáriz entrega (como de costumbre) una actuación estupenda, al igual que Carlos López Moctezuma en su papel de contratista explotador. La cinta fue dirigida en un inicio por El Indio Fernández, pero fue despedido a la mitad del rodaje y sustituido por Alfredo B. Crevenna, lo que se nota en el ritmo del film, que decae un poco, pero que se ve apoyado por la exquisita fotografía de Gabriel Figueroa y por una edición inteligente.

 

6 – Maclovia (Emilio Fernández, 1948)

POR EL FETT

Aunque es una de las cintas “flojas” en la filmografía de Fernández, ciertamente este culebrón pueblerino que emprende un trágico y pasional triángulo amoroso, no solo permitió a la “Doña” María Félix hacer uno de sus papeles dramáticos más creíbles, sino que consolidó la imagen de Columba Domínguez. Como la contraparte de la “Doña”, Columba pagaría con creces la confianza de su director al abordar un antagónico complejo que también serviría a la actriz para años después poder ejercer este otro tipo de papeles fuera de la mujer “pueblerina” y abnegada en la que la encasillaría su director y amante. Por supuesto, para equilibrar a estas dos fieras sería necesaria la presencia de Pedro Armendáriz, y como el General villano un fenomenal Carlos López Moctezuma

 

5 – El Peñón de las Ánimas (Miguel Zacarías, 1942)

POR EDGAR DEL VALLE

Otro drama estelarizado por la pareja del momento Félix- Negrete, que de alguna manera repite la historia del amor imposible entre personajes de diferentes estratos sociales y con rencillas familiares. Fue un rotundo éxito comercial más para la pareja de actores que iniciaban apenas su enamoramiento. De las actuaciones sobresale la de Jorge Negrete que ya tenía experiencia, y sirviendo incluso como de padrino hacía una Félix que apenas iniciaba su carrera. Culebrón de alta calidad (y a la usanza de Romeo y Julieta) donde también destacan las participaciones de Rene Cardona y Carlos López Moctezuma

 

4 – Rosauro Castro (Roberto Gavaldón, 1950)

Por Flaco Cachubi

Tomando como punto de partida el asesinato de un candidato a la presidencia municipal y la correspondiente investigación por parte de un abogado, Roberto Gavaldón retrata a la perfección el cacicazgo predominante en el México post revolucionario. Pedro Armendariz es el cacique pueblerino quien, alejado de la figura idealizada en los melodramas rancheros, impone su poder absoluto a punta de pistola poniendo a su antojo a gobernantes pusilánimes para cometer impunemente toda clase de tropelías y atropellos. Nuevamente con un argumento de José Revueltas, Gavaldón pone el dedo en la llaga exponiendo una problemática real contrapuesta al discurso alemanista del México sin corrupción

 

3 – El rebozo de Soledad (1952, Roberto Gavaldón)

Por Cat Movie Lee

Como casi todos los personajes que interpretaba el enorme Arturo de Córdoba, hay algo en éste que lo mantiene atado a la infelicidad. En este precioso relato lleno de costumbres curanderas que pelean con la ciencia de la medicina, se aviva un triángulo amoroso, pero la magia radica en la preciosa lente de Gabriel Figueroa, quien bajo las órdenes de un enorme Gavaldón, refleja esa discordancia tan enorme que se vivía a mediados del siglo pasado, donde mientras la Ciudad de México emergía con un despertar trepidante, los pueblos se quedaban con un atraso monumental con niños que morían de hambre, de sarampión o de leche contaminada de vacas enfermas. Un tanto moralina, dirían algunos, sin embargo es precisamente esa moralina la que se rompe con la tela de un rebozo que hace de hilo conductor durante un relato que pese a su duración en tiempo y espacio, sigue pareciendo vigente. Carlos López Moctezuma ganaría un Ariel como el cacique opresor

 

2 – Canaima (Juan Bustillo Oro, 1945) 

POR EDGAR DEL VALLE

Protagonizada por Jorge Negrete, Gloria Marín y Carlos López Moctezuma (ganando su primer Ariel). Basada en la novela de Rómulo Gallegos. La cinta narra el regreso de un joven a su casa luego de terminar sus estudios. Viaja por la selva para iniciar un negocio de transporte y termina dirigiendo una expedición en busca de caucho en el proceso conocer a una mujer que cambiara el sentido de su vida. Canaima bajo la visión de Bustillo Oro, revisa las características de lo que se reconocía como hombría y el autorreconocimiento de la pérdida de compasión que emerge del protagonista. El director descartó un guion escrito por el autor, probablemente para cambiar el final ya que Marcos se queda con la Aracelis, en lugar de hacer pareja y tener hijos con una nativa, que es el final original en la novela.

 

1 – Río Escondido (Emilio Fernández, 1948)

POR EL FETT

Ganadora de nueve Arieles (incluyendo mejor película), la dupla Fernández – Félix volvería a las andanzas tras dos años de “Enamorada”, para enfrentar la fiereza de aquella mujer contra un señor feudal y opresor de los valores y la educación. Como un heraldo del propio Presidente, el personaje de Félix simboliza a la maestra rural que llegará a acabar con la opresión de un poblado inundando por el crimen y la corrupción, en algo que parece tan romántico como atemporal en nuestro México mágico. Por supuesto que la idealización de la educación sobre la corrupción es el tema para desarrollar aquí, y Emilio Fernández con su musa lo hacen de maravilla. Quien se roba la película es el villanazo de Carlos López Moctezuma, sin duda su mejor actuación y con la cual ganaría su único Ariel como actor principal

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