Las Mejores Películas de Fernando Soler

Si hablamos de los mejores actores del cine mexicano de todos los tiempos, necesariamente tendremos que referirnos a Don Fernando Soler, quien naciera en Saltillo, Coahuila, México el 24 de mayo de 1896, siendo registrado con el nombre de Fernando Díaz Pavia.

Hijo de padres españoles, ambos actores de teatro, es miembro de la Dinastía Soler, formada por él y sus hermanos Andrés, Julián, Domingo y Mercedes. Don Fernando se distinguió como actor de cine, radio y televisión, pero también como guionista, productor teatral y director cinematográfico perteneciente a la época de oro del cine mexicano.

Su registro actoral le permitió representar a personajes de la clase alta y media de diferentes épocas, padres moralistas y autoritarios o pícaros y vividores.

De su filmografía podríamos mencionar filmes como “En tiempos de Don Porfirio”, “La gran calavera”, “Susana”, México de mis recuerdos”, “Cuando los hijos se van” y “Lugar sin límite”, entre muchas otras.

Pero indiscutiblemente sus mejores interpretaciones las encontramos en las películas “Una familia de Tantas” y “La oveja negra” y su secuela “No desearas la mujer de tu hijo” en la que compartió créditos con Pedro Infante y que le valió ganar el Ariel a Mejor Actor (1951).

Tras sufrir un ataque al corazón, Fernando Soler murió el 24 de octubre de 1974 en la Ciudad de México. Recordémoslo con sus películas más notorias:

 

Bonus – Azahares para tu boda (Julián Soler, 1950)

Por Edgar del Valle

Cinta dirigida por Julián Soler acerca de una madre que impide el matrimonio de su hija con su novio socialista debido a sus creencias religiosas. Lejos de ser un drama que este basado en la sobrerreacción de los conflictos, se construye a través de referencias históricas y de la presentación del contraste de ideas entre los miembros mayores de esta familia y los más jóvenes. La dirección permite que los actores se mantengan en un estado sobrio y natural, alejándonos de la exageración histriónica. Una buena película que, aunque flaquea un poco en el final, sigue siendo una muestra ideológica e histórica de la ideología de los jóvenes de los años 50´s.

 

Bonus – En tiempos de Don Porfirio (Juan Bustillo Oro, 1940)

Por Edgar del Valle

Dirigida por Juan Bustillo Oro, esta cinta se considera que inaugura la corriente conocida como la “añoranza porfiriana”. Protagonizada por Fernando Soler y Joaquín Pardave, narra la historia de Don Francisco (Fernando Soler), que es un tahúr y bohemio, que por seguir en la juerga llega tarde a su boda, dejando a su novia vestida, alborotada y embarazada. Una película que refleja la nostalgia de la pequeña burguesía mexicana de la época, uno de los estratos sociales recurrentemente revisitados en su obra, siendo también uno de los mejores cineastas en retratar los comportamientos sociales e idiosincrasias del mexicano . Esta es la historia de una vida y de una época. Es la historia de un amor en tiempos de don Porfirio.

 

Bonus – Cuando los hijos se van (Juan Bustillo Oro, 1941)

POR EL FETT

Sara García ejemplificaría los dos matices de abuelitas – madres dentro del cine y la sociedad mexicana (aún en nuestros días): la primera, aquella férrea mujer que criticaría y haría frente al machismo impuesto; y la segunda, aquella mujer sensible que absorbe todos los dolores y situaciones de sus hijos, sea la tragedia que fuera. En este gran drama del cine nacional, Sara interpreta con un dolor palpable a ese segundo arquetipo, en lo que prácticamente es una esponja emocional frente a los conflictos de sus hijos, una matriarca que sufre y padece los mismos dolores, y que finalmente reacciona ante la impotencia de la culpabilidad ajena. Mejor recordada que dirigida, sin duda las actuaciones de Sara y Fernando Soler son de primer nivel

 

10- Rosenda (Julio Bracho, 1948)

Por Edgar del Valle

Drama rural en el que un solterón empedernido, dejándose llevar por su buen corazón, acepta la ingrata tarea de velar por una joven abandonada de su prometido y a la que sus padres han arrojado de su casa. Anterior a la película Susana dirigida por Buñuel, Soler participa en esta película de un contenido más romántico y menos erótico, y que en mucha parte sería influencia para muchos de los melodramas televisivos posteriores dentro del espectáculo mexicano. El argumento es cliché y repetitivo (hombre maduro se enamora de chica trágica), pero la dirección y las actuaciones le dan una forma sobresaliente. La película fue seis veces nominada al premio Ariel.

 

9 – La Hija del Engaño (Luis Buñuel, 1951)

Por Edgar del Valle

Don Quintín es un modesto viajante de comercio que pasa por continuos apuros económicos. Un día descubre a su esposa con otro hombre en la cama y la echa de casa. Dudando de la paternidad de su pequeña hija la abandona. Pero al cabo de los años decide buscarla. Soler en el papel de Don Quintín, el vendedor ambulante, brinda un trabajo más que destacable, en esta obra menor del realizador, pero no por eso de menor calidad, de ágil narración (apenas sobrepasa los 70 minutos de duración) y con un guion del también afamado Luis Alcoriza, que desarrolla un lenguaje muy propio de la jerga y costumbres sociales mexicanas

 

8 – El Gran Calavera (Luis Buñuel, 1949)

Por Edgar del Valle

En la segunda película mexicana de Buñuel, Fernando Soler personifica a un rico viudo, gracioso y borrachín del cual todo mundo se trata de aprovechar y sacar partido. Su otro hermano, Gregorio, intenta ayudarle haciendo creer a todos que Ramiro (Soler) se ha arruinado y su familia debe trabajar para sobrevivir, lo que generará una gran situación en la que su familia se verá obligada a cambiar. Otro gran trabajo del actor en esta comedia de humor negro que constituye una crítica a las relaciones familiares y a la sociedad de consumo. Si notan un ligero parecido con ciertos “Nobles”, no es mera coincidencia

 

7 – El Lugar sin límites (Arturo Ripstein, 1978)

Por El Fett

El perfume de gardenias suena en un lugar de pecado, de perversión, un lugar sin ningún límite. La omnipresencia de Ripstein convierte a este bacanal en un cuento de hadas exótico, donde el machismo sucumbe ante el legendario beso de la Manuela y el aspecto político carece de toda decencia. Ana Martin y Gonzalo Vega lucen sensacionales, pero es Roberto Cobo quién se erige como el verdadero camaleón olvidado del cine nacional frente al neorrealismo de un autor en su máxima expresión, el cual desde sus primeras etapas nos confina a lugares aislados y lúgubres para acentuar la tragedia dentro de un tratamiento de fábula adulta. Cabe destacar la participación de Don Fernando , como siempre brillante en una de sus últimas participaciones.

 

6 – México de mis recuerdos (Juan Bustillo Oro, 1943)

Por Edgar del Valle

Jesús Flores (Fernando Soler) es un compositor bohemio, que vive rodeado de poetas y artistas y que compone un vals a Carmelita, la esposa del Presidente Porfirio Díaz, quien encarga a Susanito Peñafiel (Joaquín Pardavé) localice al compositor para regalarle un piano. El encuentro de estos dos personajes permite que se establezca una amistad y que tengan aventuras juntos en medio de canciones, bailes y amores. La gran virtud de esta cinta es la reunión de estos dos grandes actores, quizá los veteranos más mediáticos de la gran época de oro del cine mexicano, y que brindan una comedia agradable y digna de ver.

 

5 – Sensualidad (Alberto Gout, 1951)

Por El Cine Actuario

El común denominador del cine mexicano de los años 50, era mostrar los sentimientos más pasionales de los seres humanos y sus consecuencias en extremo, generalmente despertados por una mujer. Sensualidad es un filme que sigue esta tendencia, pues a través de la historia de una rumbera que en venganza por ser mandada a prisión por el Juez Alejandro Luque decide destruir sus vínculos familiares despertando con sus encantos las emociones más desenfrenadas y lujuriosas. Con una dirección estupenda y las increíbles actuaciones de Fernando Soler y la hermosa Ninon Sevilla, esta es una historia oscura pero atractiva, siendo la encarnación de las emociones más fuertes e ilógicas del ser humano.

 

4 – Susana (Luis Buñuel, 1951)

Por Edgar del Valle

Soberbia actuación de Soler en este melodrama que plantea como Susana, prófuga de un reformatorio, llega a la hacienda de Don Guadalupe (Fernando Soler) para desencadenar la pasión de los varones que viven en el lugar, sembrando la discordia entre ellos. Nuevamente este estupendo actor se encuentra al servicio de Buñuel, brindando una muy buena interpretación, de este hombre maduro que esta dispuesto a todo por el amor de Susana. Buñuel de nuevo aquí juega con el factor del resquebrajamiento de la religión, al confrontar a una hacienda “católica” con la presencia de la falsa inocencia y el deseo encarnado en la tentadora figura de Susana

 

3 – No Desearás la mujer de tu hijo (Ismael Rodríguez, 1950)

Por Arquicruz

El título deja todo muy claro y nada a la imaginación, el el poderoso hacendado Cruz Treviño Martínez de la Garza (Fernando Soler) ha enviudado y aunque la pena lo embarga y se encerrado en su habitación a causa de ese dolor, luego de un tiempo, el viejo lobo vuelve a las andadas y en esta ocasión tiene el mal gusto de cortejar a una mujer mucho más joven que él, me refiero a la dulce e inocente Josefa (Carmen Molina) pero en su orgullo y necedad no se ha dado cuenta que la señorita está enamorada de Silvano (Pedro Infante) quien es nada más y nada menos que su único hijo. Todo un drama griego en los ranchos mexicanos.

 

2 – Una Familia de Tantas (Alejandro Galindo, 1949)

Por El Fett

El protocolo de una estricta y familia mexicana es sacudido por la presencia de un inalcanzable vendedor de aspiradoras. La venta así se convierte en el elemento que dispara el enfrentamiento de las costumbres machistas y del yugo patriarcal contra la evolución del pensamiento mexicano, el rompimiento de un esquema primitivo y tradicional y uno de los primero ejemplos de la liberación femenina en el cine mexicano. Original drama y romance donde la fuerza actoral de un genial y repugnante Fernando del Soler se confronta a un entrañable príncipe azul mexicano sin capa ni espada, pero si con labia, aspiradoras y refrigeradores soberbiamente interpretado por David SilvaEn el rubro de las ventas y la mercadotecnia, un deber para cualquier estudiante.

 

1 – La Oveja Negra (Ismael Rodríguez, 1949)

Por Flaco Cachubi

Rodríguez reúne en un mano a mano a dos figuras icónicas de la cinematografía nacional: por un lado tenemos al inmortal Pedro Infante, el máximo ídolo popular, por el otro, a Fernando Soler para muchos el mejor actor que ha dado nuestro país. El realizador se centra en el tema del machismo, un fenómeno cultural y social, el cual pocas veces se había abordado con la seriedad que amerita dado el arraigo del mismo, que aquí es retratado en la figura del padre alcohólico e infiel y el hijo que, aunque bondadoso, no canta mal las rancheras. La cinta nos ofreció una de los enfrentamientos más memorables de nuestro séptimo arte y uno de los nombres que hasta la fecha pocos pueden olvidar: Don Cruz Treviño Martínez de la Garza.

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Edgar Del Valle    


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