Las Mejores Películas de Jacques Audiard
Nueve obras conforman la filmografía de uno de los mejores cineastas contemporáneos y de la cinematografía mundial, siendo al menos tres de ellas referente de cultos en géneros o tópicos específicos cuando hablando del cine gansteril, del western y del tema sobre discapacidad.
Hijo del guionista Michael Audiard, Jacques tomó el ejemplo de su padre metiéndose de lleno a la escritura fílmica y comenzando como guionista a principios de los 80. Su oportunidad como director llegaría hasta 1994, rodando dos obras consecutivas bien recibidas por la crítica de su país, sin embargo fue hasta con su tercera película, ya en el 2001, cuando su nombre comenzaría a sonar con mayor fuerza dentro de los circuitos festivaleros e internacionales.
Aunque abarca varios géneros, su narrativa se basa en un factor común, la redención, la cual se da a través de infringir un dolor físico y/o emocional (muchas veces la pérdida o ausencia de un sentido o incluso la mutilación de un miembro), diseccionando con singular maestría la psicología de sus personajes hasta llegar a un punto de “no retorno” y su posterior despertar hacía un nuevo destino o camino. Este trazo viene acompañado de una tragedia que muchas veces usa como el elemento clímax de su cinta, para después evocar la esperanza en su nuevo porvenir.
Ganador de 63 premios internacionales, que incluyen dos BAFTA, mejor guion, premio del jurado y Palma de Oro en Cannes y un León de Plata de Venecia, celebremos Jacques Audiard con sus 5 Mejores Películas
Bonus – Les Olympiades, Paris 13ª (2021)
POR EL FETT
Para el nivel de Audiard queda corta, pero aun así logra ser una interesante apología sobre el sexo, el desprendimiento y búsqueda relacional y el correcto uso narrativo de las tendencias sociales y generacionales del millennial. Aunque el recurso del blanco y negro queda sobrando (algo más que nada pretencioso), el mayor valor narrativo de Audiard es entretejer tres historias dentro de lo que bien refiere como un “distrito”, logrando que ese pequeño entorno se convierta en un vivo protagonista de situaciones amorosas y relacionales lo bastante singulares, pero sobre todo bien desarrolladas. No está exenta la tragedia emocional y psicológica (incluso la muerte figura como elemento secundario que también provee crecimiento a los personajes)
5 – Dheepan (2015)
POR BEDUB
Los escalofriantes relatos de inmigrantes que llegan a Europa fue el punto de partida para esta historia que retrata con certeza lo que sucede con estas personas (los que tienen suerte) al llegar a territorio desconocido. Todo es cuesta arriba para ellos; desde la salida de su país, intentar hablar un idioma desconocido, alimentos, casa, discriminación, en fin… Dheepan es uno de tantos inmigrantes que logra salir de la guerra con una esposa y una hija que no conoce, en la medida en que las circunstancias se complican lo único que lo mantiene cuerdo es esa falsa unión familiar. El problema mediático que rodeó a la cinta no fue su calidad (que la tiene), sino la decisión de otorgarle la Palma de Oro como una disculpa por no habérsela dado antes.
4 – Lee mis labios (2001)
POR EL FETT
Una fastuosa aproximación al cine negro, Audiard presentaba su patente narrativa al mundo a través de dos parias que en su unión tóxica van hilando un amorío y una serie de tensas acciones sexuales, que gracias a su transparente construcción crean una enferma y culpable empatía hacía con el espectador. Dentro de este entorno marginal parisino, Audiard es capaz de hilar una combinación de tonos, géneros y tópicos interesantes; primero, usando la discapacidad auditiva de ella, para complementar la capacidad social e intelectual de él; y segundo, haciendo una sútil crítica al sistema laboral y los estratos bajos, que surgen de manera natural en la interacción de estos dos seres. Aquí comienza el forjamiento de un maestro
3 – Rust and Bone (2012)
POR EL FETT
Cotillard interpreta a una depresiva entrenadora de orcas asesinas que tras perder sus piernas en un accidente con los mamíferos acuáticos involucrados (sello de la casa), por fin encuentra la felicidad y una posible estabilidad relacional y emocional al también comulgar con un destructivo ente masculino dedicado a las artes marciales mixtas callejeras. Una actuación de gran valía en donde Marion logra mostrar esa evolución de su personaje con una credibilidad de otro nivel, llevando a esta trágica mujer a una redención no solo mental, sino también física. Si bien Audiard ya había experimentado con esta interacción, aquí la diferencia radica en que el tono se desarrolla bajo uno de los más bellos y naturales dramas románticos y trágicos de la aquella década
2 – The Sisters Brothers (2018)
POR EL FETT
El mejor western de lo que va del nuevo milenio. Dentro de la cotidianidad del rubro, el guion aporta un equilibrio revolucionario entre lo salvaje y la inevitable modernización, cada uno con su par de protagónicos, cazadores y presas, con sus propios demonios, traumas y porvenires, y que en su unión verán la desgraciada incompatibilidad de sus dos mundos. Una odisea verdaderamente salvaje que desembocará en un choque de culturas trágico y brutal, The Sisters Brothers encuentra hacia su conclusión una pincelada de maestría narrativa que no dejará tibio a nadie, dejando ver a Audiard como otro extranjero capaz de entender a la perfección la belleza interna de su narrativa y la externa de sus parajes salvajes. El final es hermoso.
1 – Un Profeta (2009)
POR EL FETT
Una fábula criminal que Audiard corona con una agilidad narrativa prodigiosa y con una comunión actoral que dotan al relato de una naturalidad terrorífica. La cárcel, el elemento narrativo donde se cimienta toda la evolución de nuestro antihéroe, un joven y contrabandista árabe que se irá transformando accidentalmente y bajo la tutela de un “padrino”, en el nuevo Kingpin de aquel pedazo de reinado francés. Cautivador desde sus inicios, el experimentado director juega con el suspenso y la acción para que los 157 minutos transcurran de manera ágil entre su rica exposición de personajes, etnias, religiones e ideologías mafiosas. La edición, clave esencial de su regocijo visual y narrativo, posiciona así a esta cinta entre las mejores del subgénero mafioso.