Las Mejores Películas de Jake Gyllenhaal

Jake Gyllenhaal, al igual que su hermana mayor Maggie, es descendiente de la realeza sueca. Hijo de director y de familia artística, Jake comenzó su carrera a los 11 años, para después ser restringido por sus propios padres para que este solo actuara a lado de ellos y bajo su supervisión, pero principalmente para que no abandonara su educación por la actuación.  Cosa que no ocurrió, pues el rebelde hermano menor dejaría la licenciatura trunca para centrarse firmemente en el drama, haciendo su debut protagonista en el cine a los 19 años y recibiendo buenas críticas por la cinta “Cielo de Octubre”.

Con la llegada del nuevo milenio, Jake Gyllenhaal se convertiría en uno de esos actores consientes de solo seleccionar papeles acordes a sus características más sobresalientes, como por ejemplo, el dominio y equilibrio de interpretar personajes, tanto héroes como villanos, un poco perturbados y/o trágicos. Por tal razón Jake Gyllenhaal se ha mantenido a la fecha con poco más que 30 películas, siendo algunas de ellas “de culto” ya sea en el ámbito artístico como en el de la cultura pop, juvenil y/o generacional.

A sus 44 años, revisemos las Mejores Películas de Jake Gyllenhaal

 

Bonus – Jarhead (Mendes, 2005)

POR URIEL SALVADOR

El principal atractivo de esta propuesta recae en que la verdadera guerra no está en el exterior, sino en el interior de cada personaje, y cómo todos sus motivos los han llevado a la misma situación sin importar su origen. Con ayuda de la fotografía de Roger Deakins, Sam Mendes crea su propio universo a partir de varias referencias a los clásicos del género para forjar una historia sobre soldados que lidian con el aburrimiento por no tener actividad, aterrados porque nunca han tenido contacto con el conflicto, pero también ansiosos por matar. Es cierto que le falta cierto empuje emocional y hay poca profundización en los personajes, pero tiene una perspectiva intimista, antibélica y realista.

 

Bonus – October Sky (Joe Johnston, 1999)

POR EL FETT

Adorable drama rural basado en hechos reales y en donde la fuerza interpretativa del padre (Chris Cooper) y del hijo (Jake Gyllenhaal) erigieron a Joe Johnston como un director capaz de trabajar fuera de las aventuras de Disney. La narrativa ofrece un tan interesante como cautivante mensaje de superación (y sin mucho maniqueísmo) al convertir a un pueblo minero en un testigo activo de la carrera espacial entre Estados Unidos y Rusia, y que a partir del lanzamiento del “sputnik”, motivará a los jóvenes de dicha comunidad para escapar de su destino y construir un cohete. Jake Gyllenhaal saltaría a la fama por este papel (muchos piensan que fue por Donnie Darko), demostrando sus grandes dotes actorales con apenas 19 años

 

10 – Brothers (Jim Sheridan, 2009)

Melodrama algo genérico que cuenta la historia de un soldado en la guerra de Irán que, tras ser declarado muerto, su hermano cuidará su familia comenzando una relación romántica con su esposa. Aunque es uno de los trabajos menores de Sheridan y palidece con respecto a la original, el terreno de las actuaciones es efectivo, siendo Tobey un pilar importante de la historia al interpretar a un soldado que entre el sufrimiento bélico y el personal comienza de a poco a convertirse en un desquiciado. Aunque el histrionismo de Maguire lo rebasa, es el equilibrio dramático de Jake Gyllenhaal el que provee la buena química y el entorno explosivo de su situación

 

 

9 – The Sisters Brothers (Jacques Audiard, 2018)

POR EL FETT

El mejor western de lo que va del nuevo milenio. Dentro de la cotidianidad del rubro, el guion aporta un equilibrio revolucionario entre lo salvaje y la inevitable modernización, cada uno con su par de protagónicos, cazadores y presas, con sus propios demonios, traumas y porvenires, y que en su unión verán la desgraciada incompatibilidad de sus dos mundos. Una odisea verdaderamente salvaje que desembocará en un choque de culturas trágico y brutal, The Sisters Brothers encuentra hacia su conclusión una pincelada de maestría narrativa que no dejará tibio a nadie, dejando ver a Audiard como otro extranjero capaz de entender a la perfección la belleza interna de su narrativa y la externa de sus parajes salvajes. El final es hermoso.

 

8 – Prisoners (Denis Villeneuve, 2013)

POR TEDDYE ZAPATA

Tras el éxito de Incendies en 2010, Villeneuve debutaba en Hollywood 3 años después con Prisoners, un potente thriller protagonizado por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, en donde un padre de familia que sufre el secuestro de su hija más pequeña y que tendrá que hacer lo impensado para recuperar lo que le fue arrebatado para mantener a su familia unida. Durante las dos horas de metraje, el director canadiense explorará la tristeza, la soledad, la frustración, la violencia y los límites de sus personajes sin caer en la cursilería y sin perder un minuto de ritmo e intensidad, en mucha parte gracias al extraordinario desempeño dramático de sus inmiscuidos ¿Dónde habrá quedado ese Villeneuve?

 

7 – Demolition (Jean-Marc Vallée, 2015)

POR TONA A.R.

Una película muy humana que nos habla sobre cómo enfrentamos el duelo tras la pérdida, como muchas veces preferimos evadir todo lo que tenga que ver con ello negando cualquier sentimiento mientras nos autodestruimos. Jake Gyllenhaal hace uno de sus mejores papeles, personaje con el cual empatizas de inmediato, compartes su dolor y su alegría, y continúas siguiéndolo hasta el final de su travesía emocional. Manejada con un poco de humor negro, pero bien atinado, esta cinta se vuelve muy entretenida de ver y de disfrutar puesto que no solamente encontraremos drama, sino momentos reflexivos importantes, de amistad con gran emotividad, otros más duros que sufriremos, e incluso un poco de crítica social.

 

6 – Nocturnal Animals (Tom Ford, 2016)

POR EL FETT

Llena se simbolismos y con un cuidado estético que raya en la perfección, el ex diseñador Tom Ford hace que su segunda película se pueda percibir desde distintos planos o apreciaciones: el primero precisamente el estético, siendo Adams la glorificada visualmente bajo el peculiar, elegante y hermoso estilo del cineasta; el segundo es el literario, donde el thriller se desarrolla en las páginas de un libro y en el colectivo imaginario de quien lo lee, lo que nos lleva a un segundo plano, el de una venganza masculina muy peculiar que de haber puesto más énfasis en sus referencias hacía con el romanticismo pretendido, estaríamos hablando de quizá una de las mejores películas de la pasada década. No lo es, pero Jake Gyllenhaal da una excelente actuación

 

5 – Donnie Darko (Richard Kelly, 2001)

POR EL FETT

Fenómeno cultural y de culto provocado por la clara insinuación de estereotipos estudiantiles bastante “dañados” donde el protagonista presenta serios síntomas de depresión, locura y esquizofrenia, mismas que se reflejan en la aparición de un hombre vestido de terrorífico conejo que le pide a nuestro “Donnie” cometer una serie de “encargos” antes del fin del mundo. No es una película buena, pero presenta un atractivo innegable e inquietante en su planteamiento, su magnífica banda sonora y en el truco de Kelly de vestir a su surrealismo de un thriller psicológico con alguna explicación lógica, la cual nunca llega ni llegará. Esa interpretación de millennial “jodido” y la interacción con “Frank” convirtieron a Jake Gyllenhaal en un rostro mediático instantáneo.

 

4 – Source Code (Duncan Jones, 2011)

POR EL FETT

La pasión con la que esta filmada es su principal ventaja frente a otros recursos narrativos de “hechizo de tiempo”; Jones no solo entretiene, sino que deja cualquier esbozo cómico de lado para centrarse en el suspenso y la carga emocional que vive el personaje principal (un Jake Gyllenhaal absorbente desde dos planos o entornos). En el final, su esperanzador y surrealista mensaje quizá pueda frustrar la complejidad dramática tan bien encausada en casi la totalidad de su metraje, sin embargo el relajamiento parece permitido dadas las condiciones de un héroe cuasi mecánico utilizado por sistema en contra de su voluntad, dando como resultado una especia de victoria del espiritualismo sobre la ciencia que no sabe mal. Un clásico SF moderno e infravalorado

 

3 – Zodiac (David Fincher, 2007)

POR EL FETT

Con Zodiac Fincher alcanzaría un clímax demasiado alto, tan tétrico como cautivador y acorde a toda la progresión del caso y/o investigación alrededor del famoso caso del “Asesino del Zodiaco”, ofreciendo lo que en realidad es una pieza inclasificable, compleja, y que ensancha al cinéfilo de tal manera que sus 157 minutos de metraje parecen instantáneos y dignos de un análisis interminable. Una pedazo de obra maestra, Fincher desarrolla todo un caso fílmico desde la psique de sus personajes y su perpetrador, siendo el principal de ellos un caricaturista con desordenes sociales que Jake Gyllenhaal interpreta de manera formidable, manifestando la obsesión y la final amarga satisfacción en un último cruce de miradas que quedará para la posteridad fílmica

 

2 – Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005)

POR EL FETT

Independientemente a la afinidad del tema LGBT en aquel 2005, que con la llegada a la adolescencia la llamada generación Y (millennial) vería en aquellos mediados de década su primera y verdadera irrupción dentro de la sociedad, el León de Oro se atrevió a hacer lo que no hizo el Oscar, que es premiar una cinta que acorde a las exigencias fílmicas (dirección, actuaciones, guion, producción), cumple con los estatutos para ser considerado uno de los mejores dramas de todos los tiempos. Ang Lee logra un retrato sensible, honesto e intensamente emocional alrededor de dos entrañables “cowboys” y su ya legendario romance, del cual Jake Gyllenhaal lograría su única nominación al Oscar y su único galardón relevante de su carrera, un BAFTA.

 

1 – Nightcrawler (Dan Gilroy, 2014)

POR EL FETT

Escalofriante aproximación a la crudeza del periodismo y de la nota roja (no muy alejada de la realidad), este clásico moderno no solo funciona como un oscuro thriller, sino también como una crítica (y hasta sátira) al mundo televisivo tal y como en su momento lo llevó a cabo el rotundo drama de Network. También muy en la línea de “Taxi Driver”, Gilroy pudo dar el diferenciador no solo en su entorno, sino también en su tétrico antagónico, un Jake Gyllenhaal que crea una repulsión inmediata (tanto de manera física como motivacional), pero conservando esa enferma empatía de vil “paria” hacía con la audiencia y su cuestionable y trágico origen, pero no así hacía sus viles hechos y consecuencias.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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