Las Mejores Películas de Janet Leigh
Un día como hoy nace Janet Leigh, emblemática actriz que saltaría a la fama por ser la musa más relevante de Alfred Hitchcock al engalanar una de las secuencias más terroríficas y míticas del cine y convertirse en un giro revolucionario de la narrativa hasta aquel 1960 impensable.
Sin embargo Leigh era más que una escena de ducha; era una actriz talentosa y comprometida con más de 50 títulos en el cine y un poco más de la mitad en la televisión. Ganaría un globo de oro como mejor actriz de reparto por aquel momento, pero también se convertiría en un rostro reconocido dentro de la escena del noir, thriller, western y el terror con una constante carrera que abarcaría desde finales de los 40’s hasta principios de los 80’s (consecuentemente tendría esporádicas apariciones tanto en la pantalla grande como en la chica).
Provista también de una gran belleza, con sus ojos azules, su figura voluptuosa y una sensual voz, Leigh procrearía una familia fílmica cuando en su tercer de cinco matrimonios tuvo al también actor Tony Curtis como pareja, con el cual compartió 5 películas. De dicha relación brotaron dos hijas, ambas actrices y una de ellas la afamada Jamie Lee Curtis, que siguió los pasos de su madre como una talentosa “scream queen” en La Niebla y Halloween.
Bonus – That Forsyte Woman (Compton Bennett, 1949)
POR EL FETT
Un drama romántico muy trágico que representó uno de los más intensos culebrones de los 40 (una solterona acaudala se enamora del prometido de su sobrina), con un reparto de lujo encabezado por la bellísima Greer Garson y el inevitable carisma de “Don Juan” de Errol Flynn. La diferencia aquí en comparación con su carrera como aventurero del cine, es que a pesar de conservar su arquetipo de galán cínico, Flynn denota su talento dramático a la orden de una muy correcta dirección de actores, los cuales encausan un entorno de mucha tensión romántica entre el triángulo amoroso en pantalla. Una casi debutante Janet Leigh como la sobrina, la haría resaltar por sobre algunos protagonistas.
10 – Prince Valiant (Henry Hathaway, 1954)
POR EDGAR DEL VALLE
Película de aventuras basado en el personaje del comic que aparecía los domingos en los periódicos de la época y que narraba las hazañas de un joven vikingo que es preparado para asumir el cargo de su padre, el rey. Clásica película de matiné, protagonizada por Robert Wagner, James Mason, Janet Leigh, Debra Paget y Sterling Hayden. El ritmo que le imprimió a esta película el director fue el adecuado para una superproducción con un reparto de lujo y gran éxito de público y taquilla, que en su relato toma prestados ciertos elementos del cuento del “Rey Arturo” para así encausar lo que es una muy desconocida, pero aún así de las mejores adaptaciones de viñetas al cine en la historia.
Act of Violence (Fred Zinnemann, 1948)
POR EL FETT
Exasperante y formidable thriller que de nuevo acude a aquel sentimiento de culpa y paranoia social tras la Segunda Guerra Mundial, y de donde Zinnemann exprime emociones apremiantes cuando un hombre de perfil bondadoso y humanista, acabe por ser encontrado por su pasado bélico en la forma de un ex compañero, el cual lo ha buscado incansablemente para matarlo. Mientras Robert Ryan consigue otro de sus grandes villanos, Van Heflin hace lo propio deconstruyendo de cierta manera a su arquetipo de hombre recto, lo cual se convierte en la parte angular del desarrollo y trasfondo tanto del film como sus personajes. Por su parte, Janet Leigh cuenta con un gran papel, intenso y frágil como la esposa del protagonista
8 – Harper (Jack Smight, 1966)
POR EL FETT
Un thriller policíaco con toque de noir, el malogrado cineasta, Jack Smight, logra su “one hit wonder” al reincorporar muchos elementos clásicos del cine negro de los 40, a una trama que brilla entre algunos buenos giros de tuerca y una dirección que despliega tensión frente a un caso simple que poco a poco se va tornando más complicado y misterioso. Por supuesto mucha ayuda recibe la dirección del carisma de Newman, que como detective privado despliega su característico cinismo dentro de una historia donde parece todos querer esconder algo. Un guion muy astuto y fresco para el género, resalta la aparición de Janet Leigh, que logra un buen papel para preservar un poco más su presencia y talento durante la década de los 60
7 – The Fog (Carpenter, 1980)
POR EL FETT
Aunque venía de su gloriosa Halloween, Carpenter se mantiene a nivel logrando un verdadero estatuto narrativo sobre el manejo del entorno y la oscuridad, proyectando una visión siniestra sobre la venganza y coqueteando por primera vez con los aspectos surreales y “lovecraftianos” con los que consecuentemente trabajaría a lo largo de su filmografía. Influenciado por las cintas de monstruos y siguiendo sus referencias hacía con Hitchcock (de ahí la inclusión de Janet Leigh en el principio del ocaso de su carrera), Carpenter mantiene una tétrica coherencia al hacer de su niebla el protagonista siniestro y amenazante dentro de estos oscuros repletos de simbologías, resquebrajando creencias y denotando que no se necesita sangre para aterrar a la audiencia. Como dato curioso, madre e hija actuaron juntas.
6 – Scaramouche (Sidney, 1952)
POR EDGAR DEL VALLE
Película de aventuras de capa y espada dirigida por George Sidney, con las actuaciones de Stewart Granger, Eleanor Parker, Janet Leigh y Mel Ferrer. En esta película que se convirtió en un clásico del género, se relata las aventuras de un hombre que, ocultando su verdadera identidad, busca vengar una afrenta familiar. En esta cinta nos encontramos a una muy joven y novata actriz Janet Leigh, convertida en el objeto amoroso del héroe cinematográfico, lo cual le permitió el reconocimiento popular por su belleza y talento artístico y catapultar de evidente manera su carrera cinematográfica, pues de aquí sin duda se desprendería su mejor época en un clímax que duraría 8 años más.
5 – The Manchurian Candidate (John Frankenheimer, 1962)
POR EL FETT
Un arriesgado “thriller” político que centra su narrativa en el lavado de cerebro a los prisioneros americanos en la guerra de Corea (un tema muy personal para el director). Mucho tuvo que ver la participación de Sinatra en que la producción viera la luz, pues se consideró “incorrecta” no solo por el Gobierno y su mordaz analogía sobre la manipulación militarizada a su activo más importante, el soldado; sino también porque el fin de su rodaje y estreno coincidieron con el asesinato de Kennedy, dejándola en el limbo. Frankenheimer tensa los hilos y usa a la figura matriarcal como el símbolo y la extensión del maniqueísmo gubernamental, en una clara metáfora a la “madre patria” y su infalible verdad – amor.
4 – The Vikings (Fleischer, 1958)
POR EDGAR DEL VALLE
Otro clásico del cine de aventuras bajo la dirección de Richard Fleischer y contando con un reparto estelar con la participación de Kirk Douglas, Tony Curtis, Ernest Borgnine y Janet Leigh, nos encontramos una película que nos narra las aventuras de un par de vikingos que, si saber que son medios hermanos, se unen para salvar a la princesa Morgana (Janet Leigh) de la que ambos estaban enamorados. No cabe duda, que en ese momento la actriz se había convertido en un símbolo sexual de la época, lo que le obstaculizaba que la gente y la crítica reconocieran totalmente de capacidad artística y no sólo su belleza física, sin embargo, su cumplimiento en su papel es más que aceptable.
3 – The Naked Spur (Mann, 1953)
POR EL FETT
En el caso de The Naked Spur, Janet Leigh es parte de las 5 piezas que conforman una odisea repleta de tensión y suspenso, altamente disfrutable también gracias a esa combinación entre su sensualidad y talento, las cuales forjan un deleite visual que el director Anthony Mann supo captar y explotar en cada plano y en comunión con la narrativa de uno de los mejores western de la historia. Aunque persistía esa faceta de “damisela en peligro”, aquí comenzarían a notarse algunos registros dramáticos que más tarde le servirían para papeles más complejos (aunque casi siempre dentro de este arquetipo), lo que es notable en su química con James Stewart, un héroe del oeste físicamente peculiar al cual se le devana muy bien ser “el héroe víctima del western”.
2 – Touch of Evil (Welles, 1958)
POR EL FETT
No solo este revolucionario noir significó para Welles su último gran pack de dirección y actuación, sino también una especie de final expiación. Una de las piezas angulares del género, este es uno de los mayores ejemplos de su madurez actoral y desde una percepción ya de la crítica, donde el talento rebasaría la aún perdurable e indudable belleza. Como la femme fatale de este vehículo de redención actora y directiva de Orson, Janet Leigh incluso ayudaría con su actuación a un por momentos acartonado Heston, teniendo varios de los mejores pasajes de la cina. Como dato curioso, Leigh rodó toda la película con un brazo roto, pero de alguna manera entre ella y Orson se las arreglaron para llevar a cabo las tomas de una manera que Janet no hiciera movimientos bruscos.
1 – Pyscho (Hitchcock, 1960)
POR EL FETT
Ya con su estatus leyenda actoral y sex symbol, ella y Hitchcock cambiarían el rumbo narrativo y comercial del cine al potencializar su “macguffin”, el cual tomaría un significado nuevo y revolucionario incluso en el rubro publicitario. Alfred decidió usar el nombre de la actriz como emblema promocional de la cinta presumiéndolo en cada cartel, marquesina y show ¡Imaginen la conmoción del público al ver cómo y de qué forma el supuesto personaje principal muere un poco antes del medio metraje del film! Impresionante e impactante para una buena porción de la audiencia, Janet Leigh se haría del Globo de Oro, quedando tan conmocionada que confesó años después sentirse muy vulnerable tomando duchas, por lo que decidió solo tomar sus baños en tina, manteniendo dicha costumbre hasta su muerte.