Las Mejores Películas de Jim Henson y Los Muppets
Aunque Jim Henson creó a Los Muppets en 1955, no fue sino hasta 1976 cuando alcanzaran la fama a través de la legendaria serie “The Muppet Show”, uno de los programas de entretenimiento más revolucionarios y de mayor influencia mediática en la televisión, siendo tanto semillero como proyección de cientos de actores en su apogeo, mientras Kermit y su pandilla se convertían en una de las más icónicas pandillas del humor a nivel internacional.
En medio de la fiebre Muppet se daría a conocer su primer largometraje, el cual crearía una saga que a la fecha alcanza 9 largometrajes y otras 6 series, las últimas de ellas a cargo de Disney, dueños de los personajes en los últimos años y quiénes apuestan ya con dos cintas y dos series en su plataforma Disney Plus.
Aunque Disney de cierta manera ha cuidado la escencia humorística de los personajes, Henson creó a los Muppets como un nexo entre el niño y el adulto, un símbolo de humor “coming of age” que proyectara tanto esa transición como un humor satírico y/o de parodia que ha sido el deleite de muchas generaciones.
Celebrando el natalicio de Jim Henson, repasemos sus Mejores Películas, junto también a la de sus hijos, Los Muppets
Jim Henson: Idea Man (Ron Howard) Estados Unidos
La figura de Jim Henson es esencial para comprender la historia y la evolución de la televisión, el cine y el entretenimiento de los 70’s hasta nuestros días. Ron Howard lo sabe, y aprovecha el ingenio ajeno para labrarse también una de las mejores piezas de su currículo directivo exponiendo al genio de Henson desde las entrañas de su pensamiento, creatividad y sobre todo su concepto del tiempo como principal factor y concepto rector de su obra. El recorrido por esta historia es emotivo y desglosa por parte de sus obras y más allegados una historia que va más allá de un solo hombre, erigiendo un legado que es tan necesario como imperativo recordar. Seguro llega a la temporada de premios
Time Piece (Jim Henson, 1965)
El tiempo, y de cómo este influye en el flujo de la creatividad y en el cómo se percibe la vida y la muerte. Esto se ejemplifica de manera certera al abordar uno de los trabajos más extraños y famosos de Jim Henson (e irónicamente también más desconocidos), el del cortometraje de ficción “Time Piece”, nominado al Oscar en 1965 y en donde Ron Howard y Monroe reparan para construir la personalidad de su protagonista en el documental del 2024, un ser amante del tiempo y de la vida, que respeta y teme a ambos por igual. Tanto puede aprenderse de quién era Jim Henson con este trabajo, que incluso una de sus hijas menciona en un punto: “¿Quieren conocer en verdad como era mi papá? Vean Time Piece”.
The Dark Crystal (Oz, Henson, 1982)
Su carrera como director empezó en asociación con su gran socio, mentor y amigo Jim Henson, encargándose ambos de The Dark Crystal, cinta que para algunos nunca ha pasado de la fase de “experimentación” narrativa (tiene varios problemas de ritmo), pero en donde su diseño de producción y obviamente su revolucionario uso de marionetas, la han convertido en un objeto de culto dentro del género fantástico. Es notorio como ambos ponen mayor ahínco en su entorno que en su desarrollo, algo que al mismo tiempo es tan obvio como irónico, pues habiendo ya existido la primera película de los Muppets en 1979 con muchos mejores resultados a nivel narrativo, aquí Frank Oz y Henson intentaron imprimir mayor complejidad sin resultados “completos”. Aun así, es imperativa.
5 – The Muppets (James Bobin, 2011)
Un excelente reinicio de la franquicia, Bobin como fanático de Henson recrea su humor a través de una simple y original historia de reunión que funge de manera obvia como una actualización de la cinta original, solo que en esta ocasión en lugar de buscar su primera oportunidad, Los Muppets deberán retomar su destino recuperando el teatro que los hizo famosos y así recobrar su show. Todo gira alrededor de la previa saga a través de un constante vehículo nostálgico que nos va reintroduciéndo a todos los personajes hasta llegar a un climax emocionante y muy divertido. Resaltar la presencia y creación del nuevo “Muppet”, encargado de crear ese nexo con las nuevas generaciones y que en su química con Segel luce bastante humorística y natural.
4 – The Muppet Movie (James Frawley, 1979)
Aunque prácticamente todas las películas de Los Muppets son “road movies”, la que cinta que inició toda su saga fílmica se ha convertido en un revalorado clásico de la comedia gracias a la combinación de los dos más altos valores narrativos de Jim Henson (que aquí solo funge como productor y actor): la sátira y la moraleja de desarrollo personal , dos temas con los que Henson siempre abordó a sus dos tipos de audiencia: los adultos y los niños, siendo los primeros el público primaria de Kermit y compañía. La primera odisea de los Muppets por la fama y unión artística se torna tan íntima y familiar que la dirección de James Frawley logra hacer sentir al espectador, niño o adulto, que se encuentra cordialmente invitado y dentro del show de los Muppets.
3 – Muppets Most Wanted (James Bobin, 2014)
Si algo me ha enamorado de Los Muppets en todos estos años, es que estos son personajes cultos y con un alto grado de sapiencia artística, pudiendo en este espléndido número localizar referencias tan generales como al género noir, bélico y/o de serie b, como específicas, mofándose de The Godfather, de Toy Story y recreando escenarios de Gone with the Wind y hasta de The Seventh Seal Seal con el Chef sueco compartiendo el tablero de ajedrez con la muerte ¡Espléndido! Una infravalorada obra cómica y de crítica al Star system hollywoodense, de cierta manera Disney se arriesgó aquí con un tono de humor más adulto y respetando la escencia de Henson (de hecho está historia bebé mucho de The Great Muppet Caper del propio Henson). Por cierto, los números musicales son de primer nivel
2 – The Muppet Christmas Carol (Brian Henson, 1992)
Tierna, adorable, divertida, emotiva e incluso de un nivel dramático por momentos avasallante y muy superior a sus similares, Los Muppets y Brian Henson casi se llevan este top gracias a dos principales razones: la primera, la compenetración de Michael Caine no solo hacía el personaje de Scrooge, sino hacía con Los Muppets, con quienes interactúa como es lo debido, como personajes existentes y que son parte de su química y por ende de la narrativa como tal; la segunda, el diseño de producción y de los personajes, siendo los espectros realmente impresionantes gracias a la pulida técnica de la marca “Henson”. Una joya, poner a Gonzo como Dickens dando seguimiento al relato es una gran cereza sobre este gran pastel navideño.
1 – The Great Muppet Caper (Jim Henson, 1981)
Sin duda la fórmula fílmica maduraría de una forma extraordinaria para el segundo film, siendo el propio Henson el que se encargaría de la dirección, elemento que es notable tanto en la mejora de su ritmo y humor con respecto a su primera. Recalcar que no solo la inclusión de los actores de carne real toman una relevante importancia en la narrativa cómica, sino también que el protagonismo que adquiere Miss Piggy ayuda como una especie de contrapeso hacia la ya conocida. camaradería “masculina”; esto se traduce en un relato mucho más ágil y que a la vez permite a Henson explayar con mayor libertad su parodia hacia el mundo de la moda y la farándula. Sin duda la mejor y más adulta cinta muppet dentro del aún dominio total de Henson
Labyrinth (Jim Henson, 1986)
Entrañable historia que es en sí una recopilación de talento artístico que desborda nostalgia, ternura y belleza visual en cada uno de sus cuadros. La premisa es sencilla, una hermosa joven desea que su medio hermano bebé desaparezca, así que “El Rey Goblin” secuestra al infante dándole solo 30 horas para su rescate. Un lucimiento justificado de Bowie tanto histriónica como musicalmente hablando, transforma a la cinta en un musical acorde al estilo narrativo de su director, maestro titiritero y creador de “The Muppets” Jim Henson. Si a esto le agregamos el guion de Terry Jones, uno de los principales estandartes del movimiento cómico – fantástico británicos a través del Monty Python, solo faltaría la cereza del pastel en figura de una chulada juvenil como Connelly