Las Mejores Películas de Laurence Fishburne
Con más de 120 títulos en su carrera, Laurence Fishburne es uno de esos actores que dice: “SI A TODO”. Comenzaría su carrera a los 12 años a principios de los 70, poco a poco haciéndose de un buen posicionamiento dentro de varios papeles de reparto, destacando su participación secundaria y de lujo en Apocalipsis Now.
Tras una desequilibrada carrera en los 80, la década de los 90 vendría con una seguidilla de éxitos, siendo la mejor época para el actor. Versátil, Fishburne se ha desempeñado prácticamente en todos los géneros, desde clásicos hasta verdaderos bodrios, y destacando principalmente dentro de la ciencia ficción (varias cintas) y su papel como Morfeo en la saga de Matrix.
Cumpliendo 61 años, celebrémoslo con sus 5 mejores películas
Bonus – Predators (Nimrod Antal, 2010)
POR EL FETT
Vamos a decir las cosas como son. Esta película es mala, pero nunca tan mala como nos lo hicieron creer, incluso siendo a la fecha la tercera mejor cinta sobre el personaje ya de culto creado en 1987. Por otro lado, uno de los puntos más fuertes del film es la buena labor dramática y de tensión que logra el ensamble actoral, que por momentos (a excepción de Topher Grace) se siente muy natural y empática dentro de este manojo de sicarios cazados. Laurence Fishburne aparece como el guía loco y varado del planeta, en lo que significó un muy buen papel de reparto dentro del que siempre será su género más confortable. La cinta se complementa por un par de buenos momentos de acción, terror y suspenso.
Bonus – Hoodlum (Bill Duke, 1997)
POR EDGAR DEL VALLE
La historia de Ellsworth “Bumpy” Johnson, personaje interpretado por Laurence Fishburne, como un gánster de raza negra, que en los años treinta intenta imponer su ley ante uno de los capos de la época: Dutch Schultz. Una de las cintas protagonizadas por este actor, en donde su actuación sobresale de sus compañeros de reparto como son Tim Roth y Andy García, así como Vanessa Lynn Williams. Dirigida curiosamente por el también actor, Bill Duke, aunque el guion es demasiado plano y lleno de lugares convencionales del género, es precisamente la dirección de actores lo que mantiene a flote a la historia, siendo el triángulo protagonista por momentos un manjar de tensión y diálogos
5 – Just Cause (Arne Glimcher, 1995)
POR EDGAR DEL VALLE
Película protagonizada por Sean Connery con un Laurence Fishburne que le secunda de manera más que notable, dejando ver que es un enorme actor considerablemente infravalorado. La historia relata la posición de un abogado que debe defender a un acusado de homicidio que tiene todo en contra, pues ha sido obligado por el policía Tanny Brown (Laurence Fishburne) a punta de pistola a declararse culpable, en su afán de encontrar al “culpable”. Un drama judicial y de corte carcelario que pasaría rápidamente a la televisión como uno de esos productos de lujo durante la programación vespertina. Nuevamente de una trama muy modesta y convencional, la cinta resalta por el duelo de actuaciones
4 – Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979)
POR EL FETT
El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad nunca verá otra mejor adaptación que esta, la mayor épica – odisea de cine bélico donde puede notarse otro de los grandes trucos del Maestro Francis, reflejados en los pequeños detonantes a lo largo de su relato en forma de personajes secundarios y escenas de inmensa calidad que sirven como nexos de su viaje y elementos que alimentan la psique y estructura de su de nuevo “antihéroe”. De nuevo jugando al tópico paterno en una espiral progresiva de demencia, el estilo de Coppola se adapta tanto a Conrad, como sus tinieblas a tono del director. Laurence Fishburne da su primer gran papel como uno de los cabos que acompañará al antihéroe en su travesía. Todos ya sabemos cual será su trágico destino
3 – Mystic River (Clint Eastwood, 2003)
POR EL FETT
Debió haber ganado el Oscar ese año a mejor película, y es que estamos hablando de uno de los puntos más altos en cuanto al cine thriller se refiere. Oscura, ágil y misteriosa, el tema del abuso es el punto de partida para encausar un complejo estudio de personajes que desemboca también en un sutil pero trágico cuento de gánsteres aderezado con los elementos policíacos aprendidos desde Siegel. Una excelsa narrativa de 3 ejes dentro de un caso que siempre se posa al borde del suspenso y de lo impredecible, y que como el genial narrador que es, se ve ensalzado por una escena final que completa el círculo perfecto que crudamente se establece desde su inicio. Laurence Fishburne hace un complemento muy destacado a lado de Bacon como los investigadores del caso.
2 – What’s Love Got to Do with It (Brian Gibson, 1993)
POR EDGAR DEL VALLE
Película biográfica basada en la vida de la cantautora estadounidense Tina Turner y el principio de su carrera, manejada por su marido abusivo marido Ike Turner, interpretado por Fishburne. La cinta tiene todos los clichés del género, encausando mayormente un mensaje de superación femenina ante todas las adversidades y logrando ensalzar a la figura de Tina Turner como un símbolo también de liberación dentro de su ya poderoso estatus en la música y la cultura pop. Esta ha sido la única nominación al Oscar para Laurence Fishburne, que como el hijo de puta de “Ike Turner”, da una actuación tan odiosa como fastuosa, punto de conflicto de donde se desprende toda la trama.
1 – Matrix (Wachoswski, 1999)
POR EL FETT
Otra pieza esencial y revolucionaria para la ciencia ficción, que vio desgraciadamente su estatus de culto caer a culpa de sus secuelas, pero que significaron para Fishburne su clímax como uno de los mayores y más recordados héroes de acción 9 años después del “www” y 5 antes de la aparición de Facebook. Este parteaguas del género y de la visión misma del cine, encontró su mayor valor en el haber llegado en el momento preciso de la historia, profetizando a la sociedad “secretamente” esclavizada. La otra virtud refiere a algo poco visto, y es que la historia es tan excelentemente planteada y poderosamente visual, que uno ignora los lamentables desempeños histriónicos, con excepción del de Laurence Fishburne (y Hugo), que entregan desempeños soberbios.